No solo somos grandes. Somos grandes de corazón.

Sólo hay un club que desde antes del primer partido de cualquier torneo, está obligado a ganar el trofeo. No está permitida otra opción. Es parte de la grandeza y de la exigencia del Club América. Es lo que nos hace únicos. Sólo nosotros los americanistas podríamos llamar fracaso el no ganar el título, en un torneo donde acabamos de líderes generales, obtuvimos la marca histórica de cuarenta puntos, fuimos la mejor ofensiva y defensiva y alcanzamos la final. Un semestre en el que también acabamos líderes de la clasificación de clubes de CONCACAF. Un periodo tan prolífico, que hasta algunos antis han tenido que reconocer públicamente nuestros méritos.

Lo sabemos y por ello confiamos en el proyecto, en el equipo y el grupo humano que día a día trabaja unido para conseguir los objetivos del Club. Se logró la tan deseada 14 y vamos por más. Es un auténtico orgullo poder compartir estos sentimientos con toda la gran nación azulcrema.

Somos el equipo que más puntos ha obtenido desde el Apertura 2018, el que más veces ha acabado de líder la fase regular, el que más partidos ha ganado de los últimos ocho torneos (76), el único que ha clasificado de manera directa a la liguilla en esos ocho torneos quedando siempre entre los cuatro primeros, el que ha sido mejor ofensiva en los últimos tres torneos y el único equipo en llegar a semifinales mínimo en cuatro torneos consecutivos desde hace dieciséis años en el futbol mexicano.

Por ello, estamos seguros que esta es la manera de cosechar éxitos y seguiremos hacia adelante, con la misma convicción y exigencia, para mañana mismo levantarnos y volver a intentarlo en un próximo capítulo que escribiremos con el apoyo de la mejor afición. Afición a la que nos debemos y que nos permite también liderar fuera de la cancha en México y Estados Unidos.

Porque la grandeza va más allá de un resultado, de un partido, de los títulos ganados o por ganar. La grandeza también está en el camino. En no rendirse nunca, en darlo todo, en levantarse siempre. Dentro y fuera de la cancha. Equipo y afición. No solo somos grandes. Somos grandes de corazón.