Historia del club


Fue en el año 1916 cuando Rafael Garza Gutiérrez y su primo Germán Núñez Cortina, adolescentes de trece años, estudiantes del Colegio Mascarones y quienes jugaban futbol todos los días en los recreos, decidieron crear un equipo con los mejores jóvenes de su escuela. Ambos convocaron en la escuela a una reunión vespertina, en casa de la tía de Germán, la señora Calixta Cortina, conocida como la “tía Calita”. Asistieron aproximadamente trece jovencitos a la primera cita.

El más entusiasta fue el líder del proyecto, Rafael Garza Gutiérrez, quién sorprendió a los demás pues llegó prácticamente uniformado. Entró portando una vieja camisa color crema, ya gastada, de mangas largas y botones al frente. Había tomado del ropero de su padre un viejo pantalón azul marino. Lo cortó a la altura de las rodillas y quedó como un pantaloncillo corto. Garza Gutiérrez pidió a su padre que le dijera a un sastre amigo de su familia, que con los pedazos del pantalón que le sobraron al cortarlo, le confeccionara en la espalda la palabra “récord”. Llevaba además unos calcetines largos del mismo color azul marino. Esta combinación de camisa crema, pantalón y calcetas azul marino, gustó mucho a los demás muchachos, y así pasó a ser el uniforme oficial del equipo, al que llamaron “Récord”, en honor a Garza Gutiérrez, a quién también todos empezaron a nombrar de cariño con ese mismo apodo. La mayoría de los jovencitos del equipo no tenían los recursos para obtener un uniforme idéntico, por lo costoso del material con que estaba confeccionado.

Mientras esto pasaba, en otra escuela Marista, de nombre La Perpetua, existía un equipo de reciente formación llamado “Colón”. Sus principales jugadores, Ignacio de la Garza, Luis Fabre y Alonso Sordo Noriega estaban desanimados porque muchas veces no alcanzaban a juntar los once jugadores reglamentarios para un partido de futbol, así que su entrenador y maestro, Eugenio Cenoz, quién sabía de la reciente creación del equipo “Récord”, les propuso hacer una junta con ellos para fusionar ambos conjuntos como un solo equipo.

Era la unión perfecta, porque el conjunto “Récord” tenía de sobra jugadores de gran calidad, mientras que el “Colón” tenía varios metros de casimir fino para la confección de uniformes, así como dos balones para jugar.

Se pusieron de acuerdo y al poco tiempo, el día 12 de Octubre de 1916 en los llanos de la Condesa se congregaron para discutir el nombre del nuevo conjunto, puesto que para el uniforme ya habían decidido adoptar el azulcrema del equipo “Récord” por considerarlo hermoso y diferente a los ya existentes. De hecho, llegaron a dicha reunión ya todos uniformados, siendo testigo de honor el profesor Cenoz.

Para el nombre, hubo muchas propuestas, pero al final, ganó la de Pedro “Cheto” Quintanilla, quién sugirió el nombre de “AMÉRICA” porque ese día se celebraba el descubrimiento del continente. Así mismo, el propio Quintanilla, quien era un extraordinario dibujante, acompañó su propuesta con un bosquejo del continente americano con los colores azulcremas y con las iniciales del nuevo equipo que acababa de nacer: ‘C’ de club, y ‘A’ de América.

De esta manera, no solo quedó establecido oficialmente el nacimiento del Club América esa tarde, sino que también los míticos y legendarios colores con los que a través de 100 años, se ha identificado a nuestro equipo.

Ante el empuje que iba tomando el equipo, varios aspirantes a jugadores, fueron presentándose frente a los responsables del conjunto, para ver si eran admitidos. Fueron tantos, que hubo necesidad de ir fogueándolos, organizando torneos interescolares, limitando las edades, con el objeto de nivelar la competencia. El América salía victorioso de todos estos torneos y ello fue motivo para que sus directivos acariciasen la idea de ingresar a la Primera Fuerza, aspiración máxima de todo equipo. Y fue así que en los albores de 1917, formalizaron la solicitud de ingreso ante “Liga Mexicana de Football Amateur Association”.

El América, de acuerdo con los requisitos que dicha Liga exigía a los clubes de nuevo ingreso, tuvo que pasar por la prueba de tres juegos contra equipos del seno de la Asociación, para así, en mérito a sus resultados, ser admitidos o no.

El novel equipo pasó la citada prueba con éxito. Una vez admitido, su debut en el campeonato de 1917-1918 no fue el mejor, ya que fue él último lugar de la tabla, pero le sirvió para adquirir una experiencia de mucha utilidad en el futuro.

El primer partido del Club América en la Primera Fuerza fue contra el Júnior, el 31 de octubre de 1917 y los Cremas perdieron 0-1. Esa vez alineamos así: Nacho de la Garza; Rafael Rosales, “Yaqui” Salido González; Luis Fabre, Adeodato López, Fernando Sierra; Pancho Gutiérrez, Guillermo Gómez Arzáplo, Alfredo García Besné, Julián Sierra, Abel Flores Reyes.

De 1918 a 1920 el equipo tomó el nombre de ‘Unión’, debido a la fusión de todos los grupos de los colegios de los Hermanos Maristas. Participó en la “Liga Nacional” junto al Club España, Luz y Fuerza, Amicale Française y el Reforma A.C.

En 1920 el equipo crema retoma el nombre de América e inicio una época de esplendor deportivo.

En Agosto de 1922 se establece de la fusión de la ‘Liga Mexicana de Football Amateur Association’ y la ‘Liga Nacional’, el Campeonato de Primera Fuerza de la FMF. Ahí nació lo que actualmente es la Primera División, hoy día, la Liga MX. El domingo 22 de octubre de 1922 se jugó el primer partido en la historia de la Liga y tuvimos el honor de disputar el partido inaugural contra el España a quien derrotamos 2-0 con los goles del ‘Camote’ José Izquierdo (49′) y del ‘Bofo’ Alfredo García Besné (62′).

Con el nacimiento de esta Liga, los miembros impulsaron la creación de la primera Selección Nacional.

En 1923 la escuadra americanista efectúa una gira por Guatemala y con esto se convierte en el primer representativo nacional que interviene en un encuentro fuera de territorio mexicano.

A fin del año, a medio campeonato 1922-23, fue el América la base para la primera Selección Mexicana de futbol, que se enfrentó a Guatemala en enero de 1923. Se ganaron dos partidos y se empató el otro, y esos fueron los primeros juegos que oficialmente disputó un equipo mexicano de futbol fuera del territorio azteca. En dicho viaje, Carlos Garcés, nuestro jugador, inventó la famosa porra del “siquiti-bum a la bim-bom-bá”.

Pero los éxitos llegaron finalmente y de qué manera. El América logro desbancar a los conjuntos Ibéricos y ganó el campeonato durante cuatro temporadas seguidas desde la 1924- 1925 hasta la 1927 -1928. Fue un América con grandes logros y que con la mayoría de jugadores mexicanos en sus filas, ya que solo los ingleses William Heyder y James Bostok, así como el hondureño Juan José Amargós, fueron participes de los títulos.

La primera estrella en nuestro haber se obtuvo de manera invicta en la temporada 1924-25, título conquistado antes de que finalizara el campeonato. Bajo las órdenes de Rafael Garza Gutiérrez, ‘Récord’, nuestro equipo disputó12 partidos en el campeonato 1924-25 y ganó 10, empató dos, quedando invicto; anotó 21 goles y recibió solamente cuatro. De esa manera no había cuadro que le pudiera arrebatar el título, así que se coronó el 1 de marzo de 1925 cuando derrotó 1-0 al Asturias con gol de Juan Terrazas. Esa vez la alineación fue la siguiente: Ignacio de la Garza; Manuel Yáñez, Rafael Garza Gutiérrez; Francisco Henríquez, Enrique Esquivel, Luis Cerrilla, Rosendo Terrazas, Pedro Legorreta; Guillermo Márquez Acuña, Horacio Ortiz, Juan Terrazas. Además, Ernesto Sota conquistó el título de goleo individual con 10 anotaciones.

El bicampeonato se dio rápidamente. Llegaron al equipo Juan José Amargós Nieves Hernández, William Heyder, Agustín Ojeda, Javier Pister y Pelegrín de Prida. De nueva cuenta con Rafael Garza Gutiérrez ´Récord’ como entrenador, disputamos 15 partidos en el campeonato 1925-26, ganamos 11, empatamos tres, y perdimos solo uno, este en la ronda final por él título. Fue en abril de 1926 cuando nuestro conjunto enfrentó al Asturias, equipo con el cual quedamos empatados en primer lugar de la tabla al concluir el calendario regular, por lo que la Liga determinó que el campeonato se definiera en una serie extra de tres encuentros entre ambos. Ganamos 2-1 con goles de Luis Cerrilla a los 24′, y Juanito Terrazas a los 77′ el primero cotejo, pero perdimos lo invicto 1-4 en el segundo duelo, luego de 24 meses sin perder. Esa vez Pelegrín de Prida anotó nuestro tanto al 55’. Todo debía definirse el 9 de mayo de 1926; y con gol otra vez de Juan Terrazas al minuto 60, ganamos el partido 1-0 y con ello el título. La alineación que presentamos fue con Ignacio de la Garza; Rafael Garza Gutiérrez, Agustín Ojeda; Rafael Rosales, Enrique Esquivel, Luis Cerrilla; Rosendo Terrazas, Horacio Ortiz, Ernesto Sota, William Heyder Juan Terrazas. De esta manera ya éramos considerados como el mejor equipo de la capital, por encima del España.

El Tricampeonato llegó en la temporada 26-27. De nueva cuenta los Cremas terminaron la campaña en primer lugar y por ende, obtuvimos el título. Jugamos 12 partidos en el campeonato 1925-26, ganamos 7, empatamos cuatro, y otra vez solo perdimos uno. A la generación de bicampeones americanistas se unieron previo al inicio del torneo de Liga, el jugador Benito Contreras proveniente del Deportivo Toluca así como Hesiquio Cerrilla y Francisco Garza Gutiérrez, además del arquero suplente Bracho y el director técnico Percy Clifford. El América, que se impuso sobre sus rivales durante el torneo, obtuvo su mayor goleada en la historia, al vencer 10-0 al Germania FV el 19 de diciembre de 1926. Al llegar a la última jornada solo necesitábamos del empate para coronarnos por tercera vez consecutiva pero la tarde del 5 de junio de 1927 con dos goles de Contreras a los 68’ y 70’ vencimos 2-1 al Aurrera en el viejo Campo de la Verónica y nos coronamos. Además, el equipo se quedó en definitiva con la Copa Challenger, un trofeo que, luego de la fundación de la liga en 1922, se había acordado sería entregado a la escuadra que consiguiera ganar la liga en tres ocasiones consecutivas. La alineación esa mañana fue con Ignacio de la Garza; Luis Cerrilla, Rafael Garza Gutiérrez; Francisco Henríquez, Rosendo Terrazas, Hesiquio Cerrilla; Agustín Ojeda, Carlos Garcés, Enrique Esquivel, Benito Contreras, Juan Terrazas.

Antes de iniciar la temporada de 1927-28, América enfrentó en dos ocasiones al Real Madrid. Ambos duelos arrojaron resultado favorable a los “Merengues”, primero 2-4 (goles azulcremas de Juan Terrazas y Carlos Garcés) el 4 de septiembre y después 3-5 (tantos de Benito Contreras, Juan Carreño que venía prestado del Atlante y Ernesto Sota). Una vez ya en competencia oficial, en la temporada 1927-28 llegó la hazaña, el tetracampeonato que en la década previa habían fraguado el Reforma Athletic Club y el Club España. Así se confirma que el Club América es el mejor equipo de la época. Una vez más Ernesto Sota fue el campeón goleador, ahora con 16 tantos. Jugaron 14 partidos, ganando 11, empatando dos, y cayendo una vez, ante el Necaxa. Obtuvo su cuarto título con 24 puntos de 28 posibles, 40 goles a favor y 19 en contra. Llegaron al equipo James Bostok, Carlos Carral, Adalberto Muñoz, Manuel Romero, Guillermo Romero Vargas, Pedro Suinaga y Roberto Gayón. El último juego lo disputaron el 11 de noviembre de 1928, ante el Aurrera y conquistaron el título al ganar 3-1 con los goles de Muñoz 15′, Carral 42′, Gayón 72′. La alineación fue con Ignacio de la Garza; Hesiquio Cerrilla, Charles Newmayer; Luis Cerrilla, Rafael Garza Gutiérrez, Manuel Romero Vargas; Carlos Garcés, Guillermo Márquez Acuña, Carlos Carral, Roberto Gayón y Adalberto Muñoz.

El buen momento vivido por el América fue motivo para que los federativos consideraran a la escuadra Azulcrema para ser la base de la Selección Nacional para los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928, donde Ignacio de la Garza, Rafael Garza Gutiérrez, Luis Cerrilla, Pedro Suinaga, Juan Terrazas, Ernesto Sota, Benito Contreras y Carlos Garcés fueron parte del equipo. Cabe mencionar que Agustín Ojeda, Adeodato López y Nieves Hernández, los tres campeones con los Cremas y que en 1928 habían ya cambiado de aires, también fueron citados a la Olimpiada.

La extraordinaria época dorada azulcrema se vio interrumpida en la campaña 1928-29 al finalizar en la tercera posición de la tabla general. Isidoro Sota, Jorge Sota, Rafael Navarro y el extraordinario Alfredo «El Viejo» Sánchez se integraron al equipo antes de concluir la década. En el torneo 1929-30 salimos subcampeones y Jorge Sota se proclamó como campeón de goleo con 12 tantos.

El paso a los años treinta fue para el América un período duro de transformación. Con el fin de los años 20, se cerró también la época dorada de los azulcremas. Paulatinamente se retiraron jugadores de la primera gran generación y emergían nuevos valores. Gente como ‘Récord’, Nacho de la Garza, los Sota, los Terrazas, los Cerrilla entre otros fueron dejando sus lugares a nuevos elementos que destacarían como son los casos de Luis García Cortina, el famosísimo ‘Tití’, Enrique ‘Chamaco’ Ostos, Rafael Mollinedo, Armando Frank, Luis ‘Pirata’ Fuente y la nueva joya del equipo: Octavio ‘La Pulga’ Vial.

Parecía que en el campeonato 1929-30 el América volvería por sus fueros, pero a final de cuentas salimos subcampeones, un punto abajo de los albinegros del España.

Para la Copa del Mundo en Uruguay 1930, fueron convocados nuestro jugadores Rafael Garza Gutiérrez ‘Récord’, Alfredo ‘Viejo’ Sánchez, Isidoro Sota, Francisco Garza Gutiérrez y Roberto Gayón, que inclusive anotó un gol a Argentina el 19 de julio de 1930.

Después de la suspensión de la Liga 1930-31 y con la nueva denominación de Liga Mayor, el Club América fue perdiendo protagonismo. Ocupó el 4°, 6° y 4° lugar respectivamente en los torneos 1931-32, 1932-33 y 1933-34, para terminar como sub-campeón del torneo 1934-35, solo por debajo del Necaxa, idéntica situación que repitió en la siguiente temporada 1935-36.

Los años 30 no fueron una buena etapa para el América, pues lo único que pudimos ganar fue la Copa México en 1937-1938, el 24 de marzo de 1938, al derrotar 3-1 al España con goles de Enrique Ostos, ‘Charro’ Argüelles y Octavio Vial. La alineación que el técnico Rafael Garza Gutiérrez utilizó fue ésta: Rafael Mollinedo; Daniel Gómez, Armando Franck; Norberto Rosas, Juan Andrade Pradillo, Alfredo ‘Viejo’ Sánchez; Enrique Ostos, Octavio Vial, Luis ‘Pirata’ Fuente, ‘Charro’ Argüelles y Jorge Sota. Antes, en esta misma competencia perdimos las finales de 1933-34, 1936-37 contra el Asturias.

Además de lo anterior, lo más relevante que sucedió en esta década fueron algunos buenos juegos internacionales; Derrotamos al Athletic Club, el 28 de julio de 1935, por 2-1. Hubieron también una victoria ante el FC Barcelona, 2-0, el 20 de junio de 1937. El 7 de noviembre de 1937 empatamos a dos contra la notable Selección Vasca.

La década de los años 40 no fue la mejor del equipo. Lo más relevante fue que Octavio ‘Pulga’ Vial se coronó campeón de goleo en la temporada 1940-41 al anotar 15 goles.

A partir de estos años se empieza a reconocer la existencia del modelo del “jugador profesional de futbol” para darlo de alta en la entonces Secretaría del Trabajo y otorgarle sus derechos laborales, así como establecer sus obligaciones de contribuyentes. Fue así que el 6 de abril de 1943, a iniciativa de nuestro presidente César Martino, los clubes integrantes de la Liga acordaron promover el registro formal de la profesión “Jugador de Fútbol” en la secretaria del trabajo.

Es así que a partir de la temporada 1943-44 se integran equipos de otras Ligas del interior de la República en la Liga Mayor, la única afiliada a la Federación Mexicana de Fútbol, la única oficial y nacional. Uno de esos nuevos conjuntos invitados a participar en el torneo es el Deportivo Guadalajara. Previo al inicio de la Liga, se disputó el torneo de Copa, todavía 1942-43 y jugamos por primera vez un primer partido oficial ante éste cuadro, cayendo 0-1 en el Parque Oblatos.

Ya en la temporada de Liga 1943-44 se disputan los dos primeros cotejos de Liga contra el equipo tapatío, en los cuales dividimos triunfos, primero el 16 de enero de 1944 ganaron ellos como locales 1-3; El 20 de febrero de 1944 se jugó el segundo partido de la historia entre el Guadalajara y América y el resultado es de los que dejan huella, que dio origen a escándalo y riña.

A los treinta minutos del primer tiempo y como consecuencia de un incidente entre el americanista Scarone y el tapatío Térile, se desató una espectacular batalla campal en la cual tomaron parte casi todos integrantes de ambos conjuntos. El árbitro López de la Oza expulsó por el América a Orvañanos y Caffaratti. Por el Guadalajara a Gutiérrez y Lozano.

Esa vez alineamos de la siguiente manera, en lo que fue nuestra primera victoria ante el conjunto que años adelante, nacería el Clásico de Clásicos: José Moncebáez; Manuel Gutiérrez, Ignacio Díaz; Ramón Barón, Roberto Scarone, Pedro Vera; Guido Matamoros, Leopoldo Proal, Luis García Cortina, Florencio Caffaratti y Julio Orvañanos, todos ellos bajo el mando de Luis Regueiro. Esa tarde en el Parque Asturias, Proal anotó cuatro goles, Matamoros dos y el ‘Titi’ García Cortina uno. Ganamos 7-2.

El momento más destacado de estos años se presentó al llegar a la final de la Copa México 1944-45 ante el Puebla, con quien se perdería 4-6 el 17 de junio de 1945. Octavio Vial dos veces, Mateo Nicolau y Roberto Scarone, anotaron nuestros goles esa vez.

Durante las temporadas 1950-51, 1951-52 y 1952-53, nuestro equipo tuvo malos resultados. Una serie de crisis, tanto deportivas como económicas, hicieron eco en nuestra institución. Se buscó salvar la causa americanista a como diera lugar y el cómico mexicano Mario Moreno “Cantinflas” fue nombrado presidente honorífico de la institución con el afán de que ayudara económicamente al equipo.

Pero los buenos resultados llegaron para la temporada 1953-54 cuando conquistamos la Copa México en un duelo que quedó para la historia. De entrada quedamos en el Grupo B donde superamos al León, Atlas y Toluca. Calificamos a una triangular final junto al Atlante y Guadalajara. Quedamos empatados con el equipo tapatío en primer lugar y tuvimos que disputar una finalísima ante ellos. Fue así que el 12 de mayo de 1954 en el estadio Olímpico Ciudad de los Deportes, nos coronamos al ganar en un juego épico al duro equipo del estado de Jalisco. El partido en los noventa minutos terminó empatado sin goles, y en tiempo extra cada conjunto marcó un tanto. José Santiago hizo nuestro gol al minuto 101 de tiempo corrido. El árbitro Sunderland decretó el final del juego y los equipos se alistaron para definir al ganador del trofeo en serie de penaltis. Pero había un detalle: al ser reiniciado el segundo tiempo, fue expulsado nuestro arquero Manuel Camacho. Este había sido fauleado feamente por Javier de la Torre y nuestro jugador agredió al tapatío. Esto originó inmediatamente una batalla campal en la que intervinieron casi todos los jugadores. El nazareno expulsó a Camacho y Eduardo González Palmer ocupó su puesto en el marco azulcrema. De manera que además de jugar más de la mitad del partido con un hombre menos, deberíamos afrontar la serie de penales por el campeonato, con un centro delantero bajo el marco, debido a que no teníamos arquero. Pero el grandioso Palmer se vistió de héroe al detener el segundo disparo de Rivera, mientras que por nosotros, Emilio Fizel anotó sus tres tiros y nos coronamos ante la algarabía de la gente. Esa noche mágica, nuestro entrenador Octavio Vial mandó a la cancha la siguiente alineación: Manuel Camacho; Norberto Iácono, Rubelio Esqueda, Manuel Gutiérrez; Héctor Ferrari, Pedro Nájera; José ‘Pepín’ González, José Santiago, Eduardo González Palmer, Emilio Fizel y José ‘Curro’ Buendía. Cuatro días después disputamos el trofeo de Campeón de Campeones ante el Marte y sucumbimos por la mínima diferencia.

Para la siguiente temporada, la 1954-55 se repitió la historia y una vez más, nos enfrentamos en el partido decisivo del torneo de Copa ante el Guadalajara. Luego de haber derrotado al Oro y al Atlante, disputamos la mañana del 6 de marzo de 1955 de nueva cuenta en el estadio Olímpico Ciudad de los Deportes la final y derrotamos a los tapatíos otra vez, ahora por 1-0 con un tanto de nuestro capitán, Manuel Cañibe al minuto 48. De nueva cuenta bajos las órdenes de Octavio Vial, el equipo formó así: Manuel Camacho; Norberto Iácono, Héctor Uzal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Héctor Ferrari, Rubelio Esqueda; Emilio Fizel, José Santiago; José Luis Lamadrid, Manuel Cañibe y Gerardo Nava.

Fue así, luego de dos finales de Copa consecutivas, como se comenzó a gestar la rivalidad entre el Deportivo Guadalajara y el Club América.

Cuatro días después vino nuestra revancha en el Campeón de Campeones, ahora jugando ante el Zacatepec, conjunto al cual vencimos 3-2 la noche del 10 de marzo de 1955 con tantos de Manuel Cañibe a los 65′, 85′ y Pedro Nájera al minuto 62. Nuestro cuadro esa noche inolvidable fue con Manuel Camacho; Norberto Iácono, Héctor Uzal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Héctor Ferrari, Rubelio Esqueda; Emilio Fizel, José Santiago, Pedro Nájera, Eduardo González Palmer, Manuel Cañibe.

En el campeonato de Liga 1958-59, Eduardo González Palmer se proclamó campeón de goleo con 25 anotaciones.

Fue el 22 de julio de 1959, justo cuando ya se disputaba el campeonato de Liga 1959-60 que el dueño del equipo, don Isaac Bessudo decidió venderle a don Emilio Azcárraga Milmo, dueño de Telesistema Mexicano, los derechos de la franquicia del Club América. Bessudo llamó a los jugadores y al entrenador Fernando Marcos y los reunió en el restaurante El Gallito, en Insurgentes Sur. Luego de comer, presentó al nuevo dueño del equipo. Tras la presentación de rigor, las primeras palabras que el nuevo propietario dijo fueron las siguientes: «Yo no sé nada de futbol, pero sí sé de negocios y voy a convertir al América en un negocio bien administrado y redituable». Y no se equivocaría. Azcárraga Milmo llevaría al América a los más altos peldaños del fútbol mexicano, tras tomar una postura basada en la contratación de figuras extranjeras.

El presidente nombrado por Azcárraga fue Darío Pastrana y se mantuvo a Fernando Marcos en el puesto de entrenador. El primer partido americanista bajo la nueva administración fue contra Zacatepec, que era dirigido administrativamente por Guillermo Cañedo de la Bárcena y entrenado por Ignacio Trelles. La fecha fue el 26 de julio, dentro de la jornada 5 del torneo de liga. Ganaron nuestro Cremas 4-3 con goles anotados por Paquito Valdéz a los 29’, Mario Pavéz a los 34′, 36′ y Juan Soto a los 70′. La primera alineación en la era de Emilio Azcárraga fue con Walter Ormeño; Juan Bosco, Alfonso Portugal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Juanito Arrieta, Pedro Nájera; Paquito Valdéz, Juan Soto, Eduardo González Palmer, Mario Pavéz y José ´Pepín’ González.

Un suceso importante en la vida del club estaba por llegar. El América entró en una buena racha y ganó consecutivamente los siguientes cuatro partidos, incluido el que se jugó contra el Guadalajara en la fecha 7, el 5 de agosto. Los goles de Eduardo González Palmer a los 23’ y 61 minutos escribieron el dos a cero en el marcador. Más adelante en la jornada 11, derrotamos al Oro con el mismo marcador con tantos del finísimo mediocampista Mario Pavéz a los 75’ y 88 minutos. Transcurrieron dos jornadas más para que nos enfrentáramos al tercer equipo tapatío de la competencia: el Atlas. Una vez más, el resultado final, fue dos a cero a favor de nuestros Cremas. El propio Pavéz al minuto 23, y Carlos Calderón de la Barca a los 53′ escribieron el tanteador.

Coincidentemente, los tres partidos disputados contra los equipos tapatíos terminaron a favor nuestro con el mismo marcador. De manera que nuestro Director Técnico Fernando Marcos ironizó con ello y declaro que “America no viene a Guadalajara a ganar. Eso es rutina. Nosotros venimos a cambiar el número de la larga distancia. Cada que quisieran llamar a la ciudad de Guadalajara por teléfono, deberían marcar 2-0, 2-0, 2-0, por cortesía del América”.

Esas palabras de Marcos molestaron mucho a los jugadores y entrenador del Chiverio y prendieron la mecha, por lo que estos prometieron vengarse en el siguiente partido que jugarían, en la segunda vuelta del torneo. En la memoria de algunos tapatíos también estaba fresco el recuerdo de las finales de Copa México que habían perdido con nosotros consecutivamente en 1954 y 1955.

Así que llegó al partido de la segunda vuelta del torneo y previo al juego se desató un interés inusitado tanto por ambos equipos, así como por afición y prensa. Era un hecho que las palabras de Marcos terminaron por fomentar la rivalidad por la disputa entre Jalisco y la Capital ya que el regionalismo tapatío de aquellas épocas y el orgullo capitalino, buscaron imponer su supremacía desde las primeras confrontaciones. El Deportivo Guadalajara gozaba de una plena identificación con las clases populares, mientras que el Club América, un equipo de orígenes aristocráticos, en el que los capitalinos depositaban sus esperanzas de poner fin al reinado del conjunto tapatío, que era el vigente campeón.

Así que la fecha del 12 de noviembre de 1959 está marcada en la historia de nuestro equipo porque fue cuando oficialmente nació el “Clásico de Clásicos”. Los jugadores tapatíos salieron enardecidos a darlo todo y los nuestros no se quedaron atrás. En un juego de alto riesgo, perdimos 1-2 y al terminar el duelo, estuvo a punto de estallar la bronca en el estadio Olímpico Universitario, y finalmente no tuvimos más que aceptar las burlas del equipo rival, que en el campo ganaron a buena lid, pero dejaron un legado que perduraría para siempre. El gol de Mario Pavéz a los 74 minutos fue insuficiente, aunque histórico, ya que es el primer gol americanista jugando ya el famoso “Clásico de Clásicos”.

El cambio en la administración del equipo funcionó como un revulsivo y el América terminó en la segunda posición del campeonato, por lo que se auguraban buenos tiempos.

Azcárraga Milmo sabía que el Guadalajara era el equipo del pueblo, aquél que solo jugaba con mexicanos, y decidió hacer del América el rival odiado, ‘El villano de la película’, y por ende, tenía que hacer lo primero que el equipo tapatío no podía: contratar a extranjeros y que fueran los mejores. El primer jugador foráneo en llegar al América bajo el mandato de Azcárraga fue el argentino Ángel Osvaldo Schandlein, procedente del Boca Juniors.

Luego de quedar en el sexto lugar en la temporada 1960-61, después de haber sido subcampeón en el torneo inmediato anterior, primero de Azcárraga, este, decidido a ganarlo todo, contrató a Guillermo Cañedo de la Bárcena, quien fungía como Presidente del Zacatepec para que se hiciera cargo del destino del equipo. Le otorgó toda su confianza para la adquisición de jugadores y contratación de Cuerpo Técnico. Lo primero que Cañedo hizo, fue traer a su hombre de confianza para la dirección técnica. Así que llegó al equipo nuestro ex jugador de la temporada 1943-44, Ignacio Trelles, ahora afamado entrenador. Y con él empezó el arribo de grandes figuras extranjeras, que dejarían huella en el equipo. Iba a comenzar pues la temporada 1961-62 y los brasileños José Alves ‘Zague’, Ney Blanco de Oliveira, Urbatao Calvo y Francisco Moacyr Santos, así como Ronald Martell de Curazao fueron presentados como refuerzos. Y el quipo comenzó a funcionar de manera hermosa, con el sistema que Trelles les enseñó, y terminaron el torneo como subcampeones.

La buena racha siguió y para el torneo 1962-63 solo arribó el arquero argentino Ataulfo Sánchez, que llegó a competir con el veterano Manuel Camacho para cubrir el hueco que dejó el extraordinario peruano Walter Ormeño quien salió del equipo al haber sido suspendido un año por agredir a un árbitro en un duelo contra el Toluca en la 1960-61. Cabe destacar el debut del joven Javier ‘Chalo’ Fragoso, elemento de extracción americanista que con el tiempo se convertiría en un referente azulcrema. El equipo quedó en el tercer puesto de la competencia pero se auguraban mejores tiempos. En este campeonato le dimos la bienvenida en el máximo circuito a los Pumas de la Universidad Nacional y la primera vez que se jugamos ante ellos fue en la jornada uno, el 1 de Julio de 1962, en el estadio de la Ciudad Universitaria, en aquel entonces, todavía casa de los Millonetas. El resultado fue favorable a los Canarios 2-0, con goles de Francisco Moacyr y Antonio Jasso.

Para la campaña 1963-64 se mejora mucho. Llegan el brasileño Luis Juracy así como el arquero mexicano del Zacatepec, Jorge Iniestra. Los números fueron realmente buenos, tuvimos una gran racha sin perder desde la jornada tres hasta la trece. En la fecha 14 caímos con los Cañeros en el estadio Agustín ‘Coruco’ Díaz pero el equipo de Trelles no desmejoró y solo quedamos atrás del Guadalajara al final, logrando así el subcampeonato.

La directiva decidió la salida de Trelles, que se fue con dos subcampeonatos y un tercer lugar, un decoroso trabajo pero se tenían mayores objetivos. En su lugar llegó Alejandro Scopelli, argentino que jugó en la primera Copa del Mundo de 1930 en Uruguay y que desde 1939 tenía experiencia dirigiendo a equipos en Sudamérica y Europa. Su primera prueba fue la Copa México, ahora conocida como ‘Copa Presidencial’ y mejor inicio no pudo tener.

Nuestro equipo ganó por fin un título en la era de Emilio Azcárraga, fue el primero. Lo ocurrido entre el 5 de marzo en que jugamos la jornada 1 de la Copa ante el Orizaba y el 21 de abril cuando disputamos la final ante el Monterrey quedó escrito en el libro de oro americanista.

Además de pasar sobre el mencionado Orizaba, eliminamos al Necaxa y al Toluca, aquí con gran enojo de la gente en su estadio, donde salimos a botellazos el 12 de abril. Ya en la gran final, en dos juegos, dispusimos de la Pandilla regiomontana. El primer duelo terminó empatado sin goles, por lo que se jugó otro, que sería a muerte. Nuevamente en el tiempo reglamentario quedamos empatados, ahora a uno, con tanto de José ‘Pepín’ Gonzalez a los 74 minutos. El cotejo se fue a una maratónica serie de penales. Raúl Chávez ejecutó por los regiomontanos y Alfonso ‘Pescado’ Portugal hizo lo propio por nuestro equipo. Seis disparos lanzó cada uno y nosotros solo fallamos uno, por lo que alzamos la Copa. La alineación que el ‘Conejo’ Scopelli mandó al césped del estadio Olímpico Universitario esa noche fue con Jorge Iniestra; Juan Manuel ‘Gato’ Lemus, Juan Bosco, Alfonso Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Ángel Osvaldo Schandlein, José ‘Pepín’ González; José Alves ‘Zague’, Javier Fragoso, Luis Juracy y Federico Ortiz Maldonado, que debutó en el primer partido de la final.

La felicidad era total, de parte de nuestro equipo, y así empezamos a preparar la siguiente Liga, 1964-65, que sería el primer torneo largo de Scopelli al mando nuestro. Alfredo ‘Negro’ del Águila así como Jorge Abel Vázquez de Argentina reforzaron al equipo, además de ser promovido de fuerzas básica el novato Jorge ‘Coco’ Gómez.

En el torneo de Liga quedamos en cuarto lugar destacando el equipo por haber sido el conjunto menos goleado del torneo. Durante esta competencia jugamos por primera vez contra el Cruz Azul, recién ascendido a la Primera División. Fue en la Jornada 13 del Torneo de Liga 64-65, el 30 de Agosto de 1964, en el estadio 10 de Diciembre de Jaso Hidalgo. El resultado fue favorable a nosotros 2-1, con goles de Marín Ibarreche y Alfonso Portugal.

Pero lo bueno llegó de nueva cuenta en el torneo de Copa. De entrada dos cracks brasileños llegaron para disputar este certamen. Arlindo ‘Memín’ dos Santos y el famoso doble Mundialista, campeón en Suecia 1958 y Chile 1962 Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’.

Mejor debut no pudieron haber tenido. Pasamos sobre el Toluca, Zacatepec y Universidad Nacional en la ronda de grupos. Al Cruz Azul lo derrotamos en las semifinales y en la final dimos cuenta del Morelia, el 7 de marzo de 1965 en el estadio Olímpico Universitario. El marcador de ‘cuatro-cero’ lo dice todo. Los goles fueron anotados por Javier ‘Chalo’ Fragoso a los 21 minutos y a los 50. Vavá se estrenó en México con un par de tantos, a los 53’ y 83 minutos. Alejandro Scopelli se convirtió en técnico bicampeón y alineó a Ataulfo Sánchez; Severo de Sales, Juan Bosco, Alfonso Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Víctor Mendoza, Antonio ‘Güero’ Jasso; Federico Ortiz Maldonado, Javier ‘Chalo’ Fragoso, Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’ y Arlindo dos Santos.

Así es como, con dos títulos de Copa en su haber, Alejandro Scopelli prepararía el plantel para afrontar el siguiente torneo de Liga, 1965-66, que sería el último que jugaríamos como locales en el estadio Olímpico Universitario y que nos otorgaría una gran satisfacción.

En dicha temporada, aquella maravillosa donde Zague fue campeón de goleo con 20 tantos, donde Arlindo fue subcampeón de la misma especialidad con 18 goles, los Cremas de coronaron, luego de 38 años de sequía en torneos de Liga. El América empezó el torneo a tambor batiente pero el título se decidió justo en la última fecha, jugando contra el Veracruz en la cancha del estadio Olímpico Universitario el domingo 19 de diciembre de 1965, justo en la jornada 30 del certamen. Tenían los Cremas que ganar, para rebasar al Atlas y al Guadalajara. Nuestros muchachos lo hicieron, con aquellos grandes goles de Javier ‘Chalo’ Fragoso a los 34 minutos y el inolvidable gol Olímpico de Jorge ‘Coco’ Gómez faltando diez para que terminara el juego.

Pero lo peculiar del torneo para el América, fue que tuvo tres entrenadores en la temporada. Tres directores técnicos diferentes, siendo siempre o casi siempre los líderes del torneo. Como se mencionó anteriormente, el torneo lo comenzó el ‘Conejo’ Scopelli, que estuvo de la jornada 1 a la 20. Le siguió ‘Monche’, José Moncebáez que era su auxiliar y que con la enfermedad del primero, se hizo cargo del equipo. Había sido portero de nuestro equipo en de 1941-42 a 1944-45. Estuvo hasta la fecha 25. Finalmente para sorpresa de todos, en la jornada número 26 es nombrado como nuevo entrenador de los Cremas el uruguayo Roberto Scarone, también ex jugador de nuestro equipo de 1943 a 1945, sin aparente razón para ello. En un principio se anunció como una dupla, con el mismo Moncebáez, pero este, técnico vigente, no lo acepto. Así que Scarone se encargó de guiarnos al final del torneo y contra los Tiburones Rojos, la mañana que nos coronamos, dispuso la siguiente alineación: Ataulfo Sánchez; Javier ‘Titino’ Martínez, Juan Bosco, Alfonso ‘Pescado’ Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Alfredo ‘Negro’ del Águila, Víctor Mendoza; Jorge ‘Coco’ Gómez, Arlindo dos Santos, José Alves ‘Zague’ y Javier ‘Chalo’ Fragoso.

Fue extraño como faltando solo cinco fechas para terminar el campeonato, la Directiva americanista se aventuró a hacer un cambio tan importante, que para el agrado de todos, no impidió que ese gran conjunto que habían formado Scopelli y Moncebáez a lo largo de 25 jornadas, no se desdibujara y finalmente, para delirio de la gente, el equipo volvió a ser campeón de liga.

Y para festejar el campeonato obtenido, así como nuestros primeros cincuenta años de vida, el América se mudaría de estadio, a uno propio, maravilloso, construido explícitamente para un equipo grande, y América lo empezaba a ser.

Cuando don Emilio Azcárraga Milmo compró a los Cremas, decidió la construcción del Estadio Azteca. La obra que empezó en 1962, duró cuatro años y en 1966 quedó listo para su inauguración y flamante para ser la sede principal del Mundial de Futbol en México en 1970. El Coloso de Santa Úrsula, como coloquialmente le llaman también, fue nombrado «Estadio Azteca» mediante un concurso, en el que se invitó a los aficionados de toda la república a participar.

Construido por el Arq. Pedro Ramírez Vázquez e inaugurado el 29 de Mayo de 1966 a las 12:00 horas. Más de 105,000 espectadores se reunieron en el que era el estadio más moderno del mundo en su momento, para presenciar el partido inaugural entre los Cremas del América y el Torino de Italia. El saque inicial estuvo a cargo del entonces Presidente de México, Lic. Gustavo Díaz Ordaz, teniendo como testigo al Presidente de la FIFA, Sir Stanley Rous.

El mejor árbitro mexicano del momento, Fernando Buergo, auxiliado por su hermano Felipe y Ramiro García, fueron testigos del saludo de los capitanes en el centro de la cancha, en donde Alfonso Portugal daba la bienvenida al fútbol del mundo como capitán del América. A los 10 minutos del juego, llegó el primer gol en la historia del estadio, por conducto del brasileño Arlindo dos Santos, con un disparo desde fuera del área que provocó la explosión de júbilo de los aficionados. Ese encuentro finalizó empatado a 2 goles. El segundo tanto americanista fue de José Alves ‘Zague’, luego reaccionarían los italianos al emparejar los cartones. Así saltamos a la cancha en la gran fecha, atrás: Ataulfo Sánchez; Alejandro “Titino” Martínez, Alfonso “Pescado” Portugal, Gilberto Vega, Martín Ibarreche; Víctor Mendoza, Alfredo ‘Negro’ del Águila, Arlindo dos Santos; José Alves ‘Zague’, Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’ y Jorge ‘Coco’ Gómez. El entrenador era Ángel Papadópulos.

En febrero de 1968, Panchito Hernández es llamado por el presidente Cañedo para colaborar con él, como secretario técnico del equipo. Y para la temporada 1969-70, el flamante nuevo directivo azulcrema empieza hacer una renovación paulatina en el plantel que se estaba envejeciendo. Panchito logra cuatro grandes contrataciones, Robert ‘Monito’ Rodríguez, Guillermo ‘Campeón’ Hernández, Mario ‘Pichojos’ Pérez y la más mediática e importante: Enrique Borja.

La compra, al equipo Universidad de la carta de Enrique Borja, fue una verdadera bomba para toda la gente. Tan sorpresiva, que, en un principio, el ídolo goleador se negó rotundamente a firmar su contrato. Pero una vez platicado con el Sr. Cañedo, Enrique fue convencido, y tal vez sin saberlo, firmó un contrato que lo llevaría al estrellato, a ser la máxima figura nacional e ídolo de la gente en su tiempo; aparte de sus características siempre especiales como jugador y goleador lo principal en él era su don de gente, su forma de ser y esa chispa que siempre tuvo y que lo mantuvo de romance con la afición, incluso hasta después de su retiro.

Previo al Mundial que se disputaría en México, llega al América un jugador chileno, poco conocido para los mexicanos, pero recomendado por nuestro ex entrenador Alejandro Scopelli y muy bien observado por Panchito Hernández. Su nombre, Carlos Reinoso, procedente del modesto club Audax Italiano de su país natal, futbolista de la selección chilena, hombre en el cual se tenían grandes esperanzas. En su primera temporada como azulcrema tuvo una actuación regular, pero en su segundo torneo o sea la campaña 1970-1971, se convertiría en el mejor jugador de la temporada y con el tiempo, no solo eso, llegaría a ser “el mejor jugador extranjero de todos los tiempos en México”.

Para la temporada 1970-71 llega el cambio en el futbol mexicano. Era un cambio radical en el sistema de competencia, algo que revolucionaría al futbol y a los clubes: de aquí en adelante se jugaría una serie final que definiría al equipo campeón en un enfrentamiento, a visita recíproca, en esta ocasión entre los dos ganadores de cada grupo del torneo. Así es como nace la liguilla.

Y es precisamente con la creación de la liguilla, que el América nace como verdadero protagonista, Se conjugó un plantel de hombres, que están en la historia como el primer equipo campeón en una liguilla. Los nuevos jugadores del americanistas fueron: Fernando Santillán, Luis Miguel Barberena, Prudencio ‘Pajarito’ Cortés, Eduardo del Mazo, Roberto ‘Negro’ Hodge y Antonio Martins ‘Toninho’. A estos les sumamos los que quedaban del plantel que eran los legendarios Alfredo del Águila y Fernando “Perro” Cuenca, así como Horacio López Salgado, René ‘Popeye’ Trujillo, Amado ‘Tarzán’ Palacios y los novatos Juan Manuel Borbolla, Sergio Ceballos, Antonio Zamora, Luis Haneine, Rubén Cárdenas, José Luis Rosette, ‘Pichojos’ Pérez, el ‘Campeón’ Hernández y el ‘Monito’ Rodríguez, más los ya citados Borja, Reinoso, El campeonato 1970-1971 para el América tuvo la peculiaridad de empezar muy mal, el entrenador era el argentino Luis Grill, tuvo muy poco éxito, y dirigió hasta la jornada ocho, cuando estábamos en el lugar catorce. Lo más recordado de éste entrenador es que dejó fuera del plantel a la gran figura, Javier ‘Chalo’ Fragoso, adorado por miles de fans, que nunca entendieron el porqué de la decisión de desprenderse del popular jugador. Entonces, José Antonio Roca, que trabajaba administrativamente en la Federación Mexicana de Futbol, llega al club, pero como ¡entrenador!, esto a sugerencia que Pedro Portilla, dirigente del equipo, hizo al Sr. Cañedo. Roca llegó y puso orden, hizo un cambio que fue muy criticado por muchos en su momento: movió del extremo a López Salgado, lo reubicó en su posición natural, centro delantero, alternándolo con Borja, quien se quedó finalmente con la titularidad; y no sólo eso, también se queda con el campeonato de goleo individual del torneo con 20 goles. Aun así, López Salgado se convirtió en un relevo de lujo. También Roca ocupó los extremos con Roberto ‘Monito’ Rodríguez por la derecha y a Juan Manuel Borbolla por la izquierda. Dos auténticos ‘aviones’. A esto, se suma la mejor media cancha de México, con el chileno Hodge como hombre de contención, con el brasileño ‘Toninho’ como medió ofensivo y con el mejor “táctico” de México, Reinoso. Muy pocos se imaginaban que Roca tendría tal éxito. El equipo terminó en primer lugar de la tabla de clasificaciones, y con esto aseguró el pase a la final, donde jugó contra el líder del otro grupo, el Toluca. Y en un doble enfrentamiento, el 1 de agosto de 1971, en el monumental estadio Azteca, con goles del divo Reinoso a los 12 minutos y López Salgado a los 74’, ganó por 2-0 y se coronó campeón de Liga. La alineación que Roca mandó a la cancha fue con Prudencio Cortés; René Trujillo, Antonio Zamora, Guillermo Hernández, Mario Pérez; Roberto Hodge, Antonio Martins ‘Toninho’, Carlos Reinoso; Roberto Rodríguez, Enrique Borja (Horacio López Salgado 45’) y Juan Manuel Borbolla.

Si la temporada 1970-71 fue excelente, la 1971-72 no se quedó atrás. Ya más acoplado el equipo, solo registró un cambio. Se fue Horacio López Salgado y llegó el chileno Osvaldo Castro, mejor conocido como el ‘Pata Bendita’, procedente del Deportes Concepción de su país. Y los Cremas, bien embalados, tuvieron un torneo muy bueno. Se hicieron 48 puntos, se anotaron más goles. Enrique Borja de nuevo, se coronó como campeón goleador ahora con 26 goles. El equipo, como campeón que era, jugó inmejorablemente y cuando más que nunca se tenían las esperanzas de refrendar el título conseguido el año anterior, se llegó a la final contra Cruz Azul el 9 de julio de 1972 y a pesar de ser el gran favorito, perdimos por 1-4, en lo que ha sido una de las más grandes decepciones y tristezas americanistas de la historia. El gol de Borja en el minuto noventa, de nada sirvió para asimilar tal desastre. Es aquí, donde nace precisamente la rivalidad entre estos dos equipos capitalinos, pues Cruz Azul, llegado del estado de Hidalgo para jugar a partir de esta campaña en el estadio Azteca, empezó a segmentar la Ciudad de México, y ya como campeón, adquirió un notable número de seguidores. Fue una derrota dolorosa, pero lo hecho en la temporada, ahí quedó.

Inmediatamente se disputó el torneo de Copa de la misma campaña 1971-72 y lo digno de destacar fue un golazo de media cancha que Carlos Reinoso le anotó al Atlético Español la mañana del 20 de agosto. El chileno marcó el tanto histórico, ya que fue al reanudar el partido después de un gol en contra. El arquero era el ex-crema, Carlos Enrique Vázquez del Mercado. Ese gol, le dio la vuelta al país, ya que estaba en mente de todos, por una acción similar, ya que el Rey Pele, la había intentado en la reciente Copa Mundial, México 70 y no lo había logrado.

Luego de dos buenas temporadas vino un cierto declive y en la siguiente temporada, 72-73, el equipo no logró calificar a la liguilla. Dentro de lo poco destacable que sucedió en este torneo: el América ofreció un buen espectáculo y llenó todos los estadios donde se presentó. Se reforzó con dos buenos futbolistas, el escoces naturalizado canadiense John Kerr y el mexicano extremo derecho Albino Morales. Con ellos en el terreno de juego y bajo la batuta de Reinoso, Enrique Borja consiguió el tricampeonato de goleo individual, esta vez con 24 tantos. Un hecho histórico lo conseguido por el ‘Cyrano’.

La temporada 1973-1974 fue sin duda una de las más malas de nuestro a partir de la época de liguillas. Primero, porque las lesiones merman al equipo, entre ellas las de Reinoso, Juan Manuel Herrero, Alejandro Ojeda y Sergio Ceballos. Llegaron los uruguayos Gustavo León y Oribe Maciel, así como el brasileño Jader da Silva. Solo el primero cumplió.

El certamen se vio interrumpido a la mitad debido a que la Selección Nacional disputaría en Haití su pase a la Copa del Mundo de Alemania 1974. Durante este tiempo, se disputó el torneo de Copa. El goleador Enrique Borja se fue con México y el entrenador Roca le dio la alternativa a Osvaldo ‘Pata Bendita’ Castro, como centro delantero en esta competencia. Con varios suplentes y ausencias notables. Dentro de este evento, hace su debut contra el Torreón en la jornada 1, el novato zaguero proveniente del Zacatepec, Lino Espín. En este partido hubo un hecho que comentar: el reloj marcaba el minuto 80 cuando José Ángel Alcalá cometió falta dentro del área sobre el uruguayo Oribe Maciel y el árbitro Fermín Ramírez Zermeño decretó la pena máxima. Reinoso, nuestro tirador oficial se colocó frente al balón como siempre lo hacía al momento de tirar un penalti. El árbitro silbó y de pronto el ‘Pichojos’ Pérez entró al área, tocó el esférico al frente y el chileno disparó a gol ante la rápida salida del arquero rival, Raúl ‘Güero’ Navarro. La forma en que se cobró el castigo sorprendió no solo a los espectadores, tuvo el mismo efecto con el resto de los jugadores. Nadie entendía a ciencia cierta qué había pasado. El reglamento avala dar dos o más toques en un penal, aunque esto no sea una costumbre. Nuestros Cremas impusieron la modalidad, aunque no pudieron llevarla a cabo debidamente ya que el balón salió por un costado del marco enemigo. Finalmente ganamos el partido por la mínima diferencia. Además de los Diablo Blancos, nos enfrentamos al Atlante, Cruz Azul, Universidad Nacional y Jalisco en la ronda de grupos. Calificamos y en semifinales derrotamos al Zacatepec, para llegar a disputar la final contra Cruz Azul. En dos partidos derrotamos en el global a los Cementeros, en el juego de ida empatamos a un tanto y en la vuelta el 16 de diciembre de 1973 ganamos por 2-1, con goles de Hodge al minuto 8 y Castro a los 63’, en lo que representó una especie de revancha por la derrota de la final de la Liga 1971-1972. Esa tarde, el equipo formó así: Prudencio Cortés; Fernando Santillán, Luis Miguel Barberena, Lino Espín, Mario Pérez; Gustavo León, Roberto Hodge, Carlos Reinoso; Sergio Ceballos (Alejandro Ojeda 55’), Osvaldo Castro y Juan Manuel Borbolla (Luis Haneine 88’) .

Cabe mencionar que el ‘Pata Bendita’ respondió muy bien, y obtuvo además el título de Campeón Goleador de en la Copa con 10 tantos, por lo que Roca tuvo un dilema, ya que no sabía a quién alienar para la reanudación de la Liga, ya con el regreso de Borja. Una lesión de este facilitó la decisión al director técnico y Osvaldo se afianzó en la titularidad y reafirmó su extraordinario momento al coronarse también en la liga como máximo goleador, con 26 goles. Por cuarta vez consecutiva, el Club América tenía en sus filas al monarca de goleo. Eso, y el título de Copa obtenido por los muchachos fue lo destacable ya que por segundo año consecutivo no calificamos a la liguilla. Cruz Azul volvería a ser monarca de Liga y se enfrentaría de nuevo a nuestro equipo, en el partido de Campeón de Campeones, el 26 de mayo de 1974, mismo que ganó el cuadro cementero 2-1. El único gol americanista fue de Sergio Ceballos. Lo destacable en este juego, fue que Roca hizo debutar a un chamaco de fuerzas básicas, debido a la lesión del central titular Luis Miguel Barberena. Su nombre, Alfredo Tena Garduño. En su momento, esta decisión fue muy criticado por la prensa y medios de comunicación, al considerar que meter a novato en un duelo de tal magnitud e importancia era dar mucha ventaja. Pero algo le vio Roca a al novato para otorgarle esa responsabilidad. Y éste cumplió.

Si bien, la Copa dejó un sabor dulce, ya eran dos torneos en que no entrabamos a la lucha por el título de liga. La directiva hizo una renovación en el plantel y llegaron Rafael Puente, Marcos Rivas, Silvio Fogel, José Valdéz, Antonio de la Torre, Alejandro Romahn, Miguel Ángel Cornero, Jaime Álvarez, Raymundo Correa “Lola” y Néstor Rafael Verderi. ¡10 jugadores! Lamentablemente no se dieron los resultados y por tercer torneo consecutivo, el equipo no calificó a la liguilla y en la Copa quedó sin posibilidades de refrendar su título por lo que José Antonio Roca renuncia a la dirección técnica del equipo, luego de cinco años al frente de nosotros.

Lo valioso de esta nefasta temporada, fue el haber llegado a la ronda final del torneo de Copa, competencia en la que debuta el novato de fuerzas básicas Cristóbal Ortega. Fue el 5 de octubre de 1974 jugando contra el Ciudad Madero en el Azteca, juego que ganamos 4-0. Causó sensación y e inclusive lo invitaron a jugar a Maracaná un partido de exhibición junto al mismísimo Rey Pelé.

Una vez con la partida de Roca, Guillermo Cañedo y Panchito Hernández decidieron llevar a Raúl Cárdenas a la dirección técnica del equipo. La temporada 1975-76 habría de ser un reto, para los jugadores, que leales a Roca, no vieron con muy buenos ojos al principio la llegada de un técnico que los había vencido varias veces y la más dolorosa, en la final 71-72; para el propio DT que luego de haberlo ganado todo en el Cruz Azul, se había estancado y llegaba a reafirmar su conocimiento; y para la directiva, que tenía que demostrar que no se habría equivocado en llevar al entrenador archienemigo, a la banca azulcrema.

Cárdenas llegó y sus primeras palabras fueron: “El América tiene magníficos jugadores, pero hay que reforzase. Habrá también que cambiar la mentalidad y el estilo, impondré mi propio estilo” . Y para la sorpresa de muchos, pidió varios jugadores veteranos como refuerzos, cosa que sorprendió a más de uno. Javier Sánchez Galindo, Francisco Castrejón, Cesáreo Victorino y el veterano crack Mundialista en Inglaterra 1966 Alcindo Martha de Freitas llegaron en primera instancia. Se agregarían los sudamericanos Hugo Enrique Kiese de Paraguay y Manuel Rojas de Chile.

La primera prueba fue el torneo de Copa y lo pasaron satisfactoriamente, llegando a la final, que perdimos con los Tigres de la UANL. Los jugadores se tardaron un poco en asimilar el nuevo sistema, pero con el paso del tiempo, se realizó una extraordinaria competencia en la Liga y el equipo terminó como superlíder, calificando obviamente a la liguilla, luego de tres años de ayuno. La primera asignatura de Cárdenas estaba superada. Una vez en la ronda final, los Cremas tuvieron una participación perfecta y pasaron sobre la Universidad Autónoma de Guadalajara en cuartos de final, Unión de Curtidores en semifinales y la Universidad de Guadalajara en la final.

En el juego de ida jugado en el estadio Jalisco el 4 de agosto de 1976, con los goles de Alcindo 47′, Kiese 87′ y Reinoso 92′ éste, uno de los mejores goles en la historia americanista, al anotarlo de “rabona”, tras burlar a tres rivales, goleamos a los Leones Negros y todo quedó puesto para el domingo 8 de agosto en el Coloso de Santa Úrsula, cuando los Millonetas se coronaran al derrotar al equipo tapatío 1-0 con otro golazo del paraguayo Kiese al minuto 63’. La alineación que el ‘Güero’ Cárdenas mandó a la cancha fue con Paco Castrejón; René Trujillo, Miguel Ángel Cornero, Javier Sánchez Galindo, Mario Pérez; Javier García, Antonio de la Torre, Cesáreo Victorino; Carlos Reinoso, Alcindo Martha de Freitas y Hugo Enrique Kiese, ¡equipazo!

Y solo pasó una semana para que saltáramos al césped del Azteca para enfrentar a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, campeones de Copa, a los que vencieron 2-0 con tantos del ‘Confesor’ Miguel Ángel Cornero a los 37 minutos y del ‘Gran Chaparral’ Carlos Reinoso a los 44’. Paco Castrejón; René Trujillo, Miguel Ángel Cornero, Javier Sánchez Galindo, Mario Pérez; Javier García, Antonio de la Torre, Cesáreo Victorino (Cristóbal Ortega 46’); Carlos Reinoso, Alcindo Martha de Freitas (Enrique Borja 75’) y Hugo Enrique Kiese jugaron esa mañana. Así tomamos desquite por la derrota en la final de Copa y nos convertimos en Campeón de Campeones 75-76.

Y para cerrar con broche de oro este maravilloso campeonato, terminamos con un récord de imbatibilidad en nuestra meta, ya que estuvimos exactamente 775 minutos sin recibir gol en contra. El último tanto admitido por el América en todo el torneo fue en la jornada 37, el 11 de julio jugando contra el León, cuando el delantero de los “Panzas Verdes”, Walter Daniel Mantegazza, le anotó a Rafael Puente, al minuto 25 minuto del juego. Luego vinieron los partidos de las jornadas 38 ante Zacatepec (4-0 con Puente en el marco), cuartos de final ante los Tecos de la UAG (1-0 y 0-0 con Castrejón y Verderi en la portería respectivamente), semifinales contra Curtidores (1-0 y 1-0 con Castrejón parando, como en todos los demás partidos), así como la final ante la U. de G. (3-0 y 1-0). Además hay que agregar el juego entre campeones con los Tigres de la UANL (2-0). De manera que tuvimos una liguilla perfecta, sin admitir gol, lo que constituye un récord nacional, ya que no ha habido otro equipo en la historia del futbol mexicano que se corone sin recibir gol en toda la etapa final. ¡Extraordinario el trabajo del nuevo entrenador Raúl Cárdenas!

Para la temporada 1977-78, después de haber tenido una dignísima actuación en la 1976-77, donde quedamos en segundo lugar de la tabla de posiciones y a un paso de la final, los éxitos continuarían para Cárdenas y compañía. Ahora serían a nivel internacional. América se coronó como Campeón de la Copa de Campeones de la Concacaf, en una serie de dos partidos jugados en Paramaribo, Surinam, en el estadio André Kamperveen contra el Campeón de ese país, el SV Robinhood. En el primer duelo, el 15 de enero de 1978 ganamos 1-0 con un gol de Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’ a los 49 minutos. El segundo duelo, jugado el 18 de enero igualamos a uno con anotación de Hugo Enrique Kiese a los 70 minutos. La alineación ordenada por Raúl Cárdenas fue con Pedro Soto; Jesús ‘Palillo’ Martínez, Javier Sánchez Galindo, Alfredo Tena, Mario ‘Pichojos’ Pérez; Narciso Ramírez, Antonio de la Torre, Hugo Kiese; Carlos Reinoso (José de Jesús Aceves 46’), Ítalo Estupiñán y Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’.

Con esto, el “Güero” Cárdenas, obtenía un título más para el América. Pero lo más importante, se logró también el derecho de representar al área de Concacaf, contra el Campeón de la Copa Libertadores de América, por la Copa Interamericana, que es el título otorgado al mejor equipo del Continente. Y el rival era ni más ni menos que, el muy famoso campeón argentino, Boca Juniors, el más importante de ese país.

El primer partido se realizó en Buenos Aires el 14 de Marzo de 1978, en la famosa cancha de “La Bombonera”, y el equipo local derrota al mexicano por 3-0. El reglamento del torneo marcaba, que si cada equipo ganaba un partido por el marcador que fuese, habría un tercer juego, para desempatar. Y así fue, ya que el 12 de Abril, en el estadio Azteca, vencimos, al cuadro Xeneize por la mínima diferencia, con un gol de Hugo Kiese al minuto 75, de manera que hubo necesidad de jugar un tercer partido 48 horas después, en el mismo estadio Azteca.

Así, el día 14, volvieron a enfrentarse ambos cuadros. Rápidamente, el equipo argentino tomó ventaja en el marcador, pero fue igualado por un buen gol de José de Jesús, “el Güero” Aceves a los 35 minutos. El juego se fue hasta el final con el marcador empatado a un gol. En la última jugada del partido, en el minuto 120 de tiempo corrido, hubo una falta fuera del área argentina. El silbante brasileño Siles, marcó tiro directo. El árbitro ya había anunciado que después de cobrarse la falta se terminaba el encuentro. Vino el cobro directo y, la magia del divo Carlos Reinoso, puso de nuevo en alto el nombre de nuestro equipo al anotar un golazo histórico, que nadie olvidará y menos el famoso y controvertido portero argentino Hugo Orlando, “El Loco” Gatti, al que “El Gran Chaparral” dejó parado al cobrar el tiro. ¡El arquero simplemente se dedicó a observar como entraba el balón, después de superar limpiamente la barrera ordenada por él!

Los héroes de la noche fueron Paco Castrejón; René Trujillo, Eduardo Rergis, Javier Sánchez Galindo, Jesús Martínez, Javier García, Antonio de la Torre, Reinoso; Hugo Enrique Kiese, José de Jesús Aceves, (Ítalo Estupiñán 67’) y Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’ (Alfredo Tena 60’).

Para la siguiente temporada, la 1978-79 la directiva decide reforzar aún más al equipo y llegan el brasileño José Dirceu Guimarães, que acaba de ser nombrado en el Mundial de Argentina 78’ como el tercer mejor jugador del mundo. También fue contratado el crack chileno, extremo izquierdo Miguel Ángel Gamboa, así como el seleccionado mexicano Javier ‘Hijín’ Cárdenas. Debutó proveniente de fuerzas básicas el poli funcional zaguero Vinicio Bravo. Las cosas no caminaron y a media temporada salieron el entrenador Raúl Cárdenas así como Carlos Reinoso e Ítalo Estupiñán. Antes habían cambiado de equipo ya empezado en certamen José de Jesús Aceves y Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’. Panchito Hernández contrató de emergencia a un par de extranjeros, que llegaron a tratar de levantar al cuadro: el brasileño Osvaldo Faria y el argentino Héctor Miguel Zelada, portero que dejaría huella en el equipo. El nuevo director técnico emergente, fue nuestro viejo conocido, Alejandro ‘Conejo’ Scopelli. Calificamos a la liguilla pero no a la final.

La campaña 1979-80 significó un gran torneo para nuestro equipo, a pesar de no haber podido ser campeones. Regresó a la dirección técnica americanista el siempre querido y admirado José Antonio Roca. Lo primero que hizo para la nueva temporada y su segunda etapa en el club, fue una reestructuración, en la que se irían más jugadores de los que llegarían. Se fueron Javier Sánchez Galindo, último capitán americanista desde el retiro de Reinoso, René Trujillo, Cesáreo Víctorino, Francisco Castrejón y el novato Pedro Vega. Empezando el campeonato salieron Javier Cárdenas y José Dirceu Guimarães, quienes pasaron sin pena ni gloria por nuestro equipo. El club contrató al brasileño Jorge Luis da Silva, “Fumanchú” así como al argentino Rubén Omar Romano, este a medio torneo.

Calificamos para la liguilla en primer lugar general y nos quedamos a un paso de la final por segundo año consecutivo. Roca nos hizo funcionar muy bien, pero lo importante fue que se armó un equipo homogéneo, con los novatos de fuerzas básicas que hicieron su debut como fueron los casos de Carlos de los Cobos, Juan Antonio Luna, Javier Aguirre, Rubén Abarca y Jesús Mendizabal, más la confirmación de los jóvenes Mario Trejo y Vinicio Bravo, que sumados al regreso de los chamacos Manolo Rodríguez y Armando Manzo, (quien jugaría por primera vez junto a su hermano Agustín), y el importantísimo apoyo de los experimentados y líderes del equipo, pero no por eso menos jóvenes, Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Eduardo Rergis, Jesús “Palillo” Martínez y Javier “Chocolate” García. Era así, como el America conformaba el plantel de menor edad de su existencia, puesto que igualmente, los argentinos Zelada y Romano eran muy chamacos todavía, de manera que los experimentados del grupo resultaron ser el extremo goleador Miguel Ángel Gamboa y el dúo brasileño, ‘Bill’ Faria y ‘Fumanchú’. La juventud y la experiencia, más el amor a los colores se fusionaron y estaba por nacer el que sería tal vez el mejor conjunto americanista de todos los tiempos.

La mejor década en la historia del club paradójicamente empezaría de muy mala manera. La temporada 1980-81 fue la única durante los años ochenta en la que el equipo no calificó a la liguilla. José Antonio Roca dejó al equipo en la jornada 33. De inmediato fue nombrado como nuevo Director Técnico la leyenda americanista, Carlos Reinoso. Es así, como el “Maestro” Roca le dejaba la estafeta a su alumno, quien tomó el mando azulcrema exactamente el 10 de Junio de 1981.

Antes de jugarse la jornada 37, se dio un cambio en el alto mando del equipo. El 3 de julio de 1981, fue presentado Emilio Díez Barroso, alto ejecutivo de Televisa como nuevo presidente en lugar de don Guillermo Cañedo de la Bárcena. Este fue un presidente inigualable, sin comparación alguna, tanto como directivo que como persona; muy querido en todo el mundo, pues incluso, era parte de la mesa directiva de la F.I.F.A. Dejó el cargo después de 20 años en los que cambió la fisonomía del América y lo convirtió en grande.

Díez Barroso, se propuso regresar al América al lugar que un equipo grande debía tener, necesitaba estar en las alturas. Planeó tres recursos para llegar a tener un extraordinario cuadro de futbol. Estos eran: A) vigorizar y reestructurar el equipo, con nuevas contrataciones de extranjeros. B) Cambiar el uniforme. Pero no solo cambiarlo, ¡revolucionarlo! Éste nuevo uniforme, rompía totalmente con la tradición, tenía un triángulo azul, grande en el pecho, que en la espalda se convertía en rectángulo; cuello en “V” también en azul. Las mangas, tres cuartos tenían unas franjas diagonales en el mismo azul rey, con “vivos” rojos. Todo el resto del uniforme era amarillo fuerte, de un tono casi amarillo huevo. C) Cambiar el mote por el cual eran comúnmente conocidos, a uno más aguerrido, que diera más fuerza a su imagen. De esta forma, los Cremas dejaron de existir y el día 20 de septiembre de 1981, fueron presentadas ante los medios de comunicación en el estadio Azteca, las Águilas del América.

Comenzaría la temporada 1981-82, la primera de las nuevas Águilas. Llegarían como refuerzos los argentinos Norberto Outes, Eduardo Bacas y Mario Marcelo Favaretto que solo jugó un partido. El brasileño Nilton Pinheiro da Silva mejor conocido como ‘Batata’, que había llegado la temporada anterior cobró mayor protagonismo y como la base de jugadores mexicanos era la misma, al equipo no le costó trabajo encontrar su mejor forma. Nos quedamos en semifinales, pero viéndonos cada vez mejor.

Para la campaña 1982-83 llega del Independiente el argentino Alberto Daniel Brailovsky, extraordinario futbolista, joven y con una técnica individual como pocos. En esta temporada el equipo rompió todos los récords posibles, mayor número de victorias con 26, número de puntos obtenidos con 61, mayor promedio de efectividad 80.3 % (61 puntos obtenidos de 76 posibles). Norberto Outes se coronó como campeón de goleo con 22 tantos anotados.

Lamentablemente no se pudo lograr el objetivo y quedamos eliminados en semifinales, luego de una bronca histórica en el estadio Azteca ante el Deportivo Guadalajara el 22 de mayo de 1983.

Pero la revancha deportiva llegó inmediatamente, y para el torneo de liga 1983-84, por fin el trabajo de tantos años ofreció frutos y nos coronamos como campeones al derrotar en la final a las mismas Chivas Rayadas del Guadalajara que un año antes nos habían dejado fuera. Terminamos como superlíderes y previamente en la liguilla dispusimos del Monterrey en cuartos de final (2-1 global) y del Cruz Azul (2-0 global). El juego de ida de la final se disputó el 6 de junio de 1984 en el estadio Jalisco, y terminó empatado a dos goles. Carlos Hermosillo, un joven goleador letal que había debutado esta temporada con nosotros abrió el marcador a los 9 minutos. A los 63, Mario Trejo anotó el segundo. Nos empataron cuando nos quedamos con un hombre menos debido a la expulsión de Carlos de los Cobos y todo se decidió en el Azteca el 10 de junio.

La cosa no pintaba bien cuando Armando Manzo se hizo expulsar a los 26 minutos. Otra vez el rival, jugando con más hombres que nosotros, como había pasado en la ida, y en las semifinales de hace un año. Antes de finalizar el primer tiempo, el Guadalajara tuvo un penal a su favor y la oportunidad de cambiarlo todo. Pero enorme, Héctor Miguel Zelada, la figura del equipo, le atajó el disparo a Eduardo Cisneros y con eso le inyectó una dosis de ánimo, entusiasmo y seguridad, tanto a sus compañeros como a la tribuna. Con diez hombres, y una excepcional dirección técnica del ‘Maestro’ Carlos Reinoso, Eduardo Bacas a los 57 minutos, Alfredo Tena a los 65’ y Javier Aguirre a los 90’ anotaron los goles con que América ganó la única final de liga en que se ha disputado el Clásico de Clásicos. Esa nublada mañana alineamos así: Héctor Miguel Zelada; Mario Trejo, Alfredo Tena, Armando Manzo, Vinicio Bravo; Ortega, de los Cobos, Brailovsky, Aguirre; Hermosillo (Juan Antonio Luna 60’) y Gustavo Pedro Echaniz (Eduardo Bacas 46’).

En la temporada 1984-85 conseguiríamos el bicampeonato. Saldrían del equipo Carlos de los Cobos y Javier Aguirre, y llegaría Gonzalo Farfán, otro jugadorazo. El equipo hizo un buen torneo sin ser espectacular. Carlos Reinoso tuvo que dejar su puesto en la dirección técnica debido a una enfermedad luego de la fecha 23 y en su lugar llegó el entrenador argentino Miguel Ángel ‘Zurdo’ López. Calificamos en el cuarto lugar a la liguilla y ahí eliminamos primero al Guadalajara (3-0 global) y luego al Atlas (1-1 y penales).

Así, ya en la gran final, el rival seria la Universidad Nacional, líder del torneo. El primer partido fue en el Azteca el 23 de mayo de 1985, terminó empatado a uno, Carlos Hermosillo hizo nuestro tanto a los 90 minutos. El 26 de mayo, en el estadio Olímpico Universitario empatamos sin goles y esto provocó un tercer y definitorio duelo, en Querétaro. La noche del 29 de mayo, en el estadio “La Corregidora”, ante la sorpresa general, pero con justicia, el América gana claramente por 3-1. Alberto Daniel Brailovsky fue un sol en el terreno de juego y anotó dos goles, a los 11’ de penal y 53 minutos. Dio cátedra de cómo conducir y jugar al futbol. Carlos Hermosillo, después de fallar varios tantos, convierte el tercero de las Águilas a los 76 minutos. Los jugadores que el ‘Zurdo’ López mandó a la cancha fueron: Héctor Miguel Zelada; Mario Trejo, Alfredo Tena, Armando Manzo, Vinicio Bravo; Cristóbal Ortega, Alejandro Domínguez, Juan Antonio Luna, Eduardo Bacas; Alberto Daniel Brailovsky y Carlos Hermosillo.

Debido a las críticas que recibió el arbitraje de Joaquín Urrea en este juego por parte de los detractores americanistas, es aquí es cuando nace la rivalidad contra el equipo de los Pumas de la Universidad Nacional.

La siguiente temporada sería especial debido a que, México, iba a ser por segunda vez en la historia, sede de un Campeonato Mundial de Futbol, en 1986. Se decide que este torneo sea jugado sin seleccionados nacionales, para que estos se integren al equipo mexicano. Aportamos cinco jugadores al TRI: Carlos Hermosillo, Alejandro Domínguez, Armando Manzo, Mario Alberto Trejo y Carlos de los Cobos, que regresó al equipo. Es así como da inicio el denominado Prode 85’, en el cual saldríamos campeones por tercera vez consecutiva. Fue un torneo corto. En la liguilla eliminamos a la Universidad de Guadalajara (3-1 global) en cuartos de final y al Atlante (5-3 global). La final la disputamos contra el Tampico Madero y conseguimos una proeza, al superar una severa desventaja inicial. El juego de ida en el estadio Tamaulipas lo perdimos categóricamente 1-4 la noche del 3 de octubre de 1985. El gol que anotó Cristóbal Ortega a los 46 minutos iba a resultar crucial, debido a que en la vuelta, jugada el 6 del mismo mes, en el estadio Azteca, logramos superar en tiempo extra a la ‘Jaiba Brava’ y lo goleamos 4-0, con dos tantos de Eduardo Bacas, ambos de penal a los 57’ y 119 minutos. Primeramente el novato Ricardo Peláez, debutante en este torneo abrió el marcador a los 54’ y Ramón Ireta marcó a los 80’. Este juego tuvo un final de alarido, porque el segundo penalti ocurrió justo en la última jugada del partido. Los hombres esta mañana del ‘Zurdo’ López, que ganó su segundo campeonato de Liga con nuestro equipo fueron: Héctor Miguel Zelada; Manolo Rodríguez (Jorge Martínez 30’), Alfredo Tena, Efraín Herrera, Vinicio Bravo; Cristóbal Ortega, Juan Antonio Luna, Eduardo Bacas, Gonzalo Farfán (Ramón Ireta 75’); Efraín ‘Fanny’ Munguía y Ricardo Peláez.

Al Prode 85’ le siguió el torneo corto México 86’ en el cual debutó en nuestro equipo el joven Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’, mexicano hijo de nuestro ex jugador y campeón goleador, José Alves ‘Zague’.

Para la temporada 1986-87, regresaron los seleccionados y el equipo de nueva cuenta hizo un buen torneo, pero nos quedamos en cuartos de final.

Vino un cambio tanto de jugadores como de entrenador para la temporada 1987-88. El nuevo entrenador era Vicente Cayetano Rodríguez, de Argentina, que parecería tendría éxito porque apenas iniciado el torneo de liga, se disputó el torneo de Campeones de la Concacaf, y tuvimos éxito, tanto que logramos el título al derrotar al campeón de Trinidad y Tobago, el Defence Force, en el estadio Azteca el 28 de octubre de 1987, 2 goles a cero con tantos de Juan Antonio Luna a los 63 minutos y a los 90 de Antonio Carlos Santos, crack brasileño de reciente incorporación – que con el tiempo se haría figura americanista-, después de haber empatado a un gol en el juego de ida, celebrado en casa de los trinitarios, donde el mismo ‘Cabezón’ Luna había anotado. Así el América con Cayetano en el timón, se convirtió en nuevo campeón de la Concacaf. Nuestra alineación fue con Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, Guillermo Huerta, José Vaca, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Juan Antonio Luna, Julio César Uribe, Antonio Carlos Santos; Carlos Hermosillo (Gonzalo Farfán) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ (Robinson Hernández) .

Perecía que el técnico argentino podría con el paquete pero en la Liga, el equipo no caminó y fue reemplazado por el brasileño Jorge Viera, que levantó al conjunto y lo clasificó en primer lugar de la tabla. Además de Antonio Carlos Santos, también fueron contratados Julio César Uribe y Robinson Hernández pero jugaron muy poco.

En la liguilla derrotamos primero al Puebla en cuartos de final (6-2 global) y al Morelia (5-5 global y penales). La final la jugamos contra los Pumas de la Universidad Nacional. El juego de ida, disputado en el estadio Olímpico Universitario el 30 de junio de 1988 perdimos 1-0. Pero en la vuelta, jugada en el Azteca el 4 de julio los goleamos 4-1 y nos proclamamos campeones. Los goles fueron anotados por Gonzalo Farfán a los 20’ y 50 minutos, Adrián Camacho a los 51’ y Antonio Carlos Santos de penal a los 66’. Los hombres de Vieira esa mañana fueron: Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, Alfredo Tena, Guillermo Huerta, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos; Adrián Camacho (Roberto Aldrete 57’), Carlos Hermosillo (Efraín Munguia 57’) y Robinson Hernández .

Tres días después fuimos a Puebla, al estadio Cuauhtémoc, a disputar el juego de ida por el trofeo de Campeón de Campeones. Los Camoteros nos ganaron 2-1 y todo quedó listo para el juego de vuelta. El gol de Gonzalo Farfán a los 67 minutos resultó vital, puesto que en la vuelta, el 10 de julio, derrotamos a equipo de la franja 2-0 y le dimos la vuelta al marcador. Carlos Hermosillo a los 14 minutos y Guillermo Huerta a los 74’, anotaron nuestros tantos y conseguimos un trofeo más para nuestras vitrinas. Vieira alineó a Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, José Vaca, Guillermo Huerta, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos (Efraín Munguía 65’); Adrián Camacho (Roberto Aldrete 68’), Carlos Hermosillo y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .

La luna de miel entre equipo y afición seguiría, ya que en la temporada 1988-89 logramos el bicampeonato. A diferencia del torneo anterior, ahora el América no arrasa, y tiene un torneo regular, pero que le alcanza para clasificarse a la liguilla. Llegaron dos significativos laterales, el mexicano Juan Hernández y el uruguayo Cesilio de los Santos, que serían piezas claves en el engranaje del técnico Vieira. En un sistema de Round Robin, en la liguilla dejamos fuera al Guadalajara, Puebla y Universidad Autónoma de Guadalajara.

Tuvieron que pasar 17 años, para que nuevamente se enfrentaran, en una final de Liga, el América y el Cruz Azul. El primero duelo fue el 13 de julio de 1989, y ganamos 3-2. Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ a los 2’, Carlos Hermosillo 32’ y Antonio Carlos Santos 59’ de penal marcaron nuestros tantos. El domingo 16 tendría un doble significado: el primero, que con el empate a 2 que se da en el partido de vuelta, con los goles de Juan Hernández a los 6 minutos y Carlos Hermosillo a los 32’, nos coronábamos como bicampeones y segundo, que se lograba saldar aquella deuda pendiente de la 71-72, al quitarle al Cruz Azul la oportunidad de ser Campeón. El marcador global fue de 5-4 a favor del América. Nuestra alineación fue con Adrián Chávez; Juan Hernández, Guillermo Huerta, Alfredo Tena (Eduardo Córdova 21’), Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Alejandro Domínguez, Antonio Carlos Santos; Carlos Hermosillo y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ (Carlos Seixas 70’) .

El 20 de julio, cuatro días después, el América, terminaba el año futbolístico conquistando el título de Campeón de Campeones, al derrotar al Toluca en el estadio Azteca, por 2-0 con goles de Hermosillo a los 23 minutos y Seixas a los 110’, en lo que fue otra formidable temporada, para el gran Jorge Vieira que alineó a Adrián Chávez; Juan Hernández, Guillermo Huerta, Alejandro Domínguez, Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Eduardo Córdova, Antonio Carlos Santos (Adrián Camacho 69’); Carlos Hermosillo (Efraín Munguía 64’) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .

Todavía cerramos la década con una espléndida temporada 1989-90 donde dos crack mundiales llegaron al equipo, el brasileño Eduardo dos Santos ‘Edú Manga’ y el paraguayo Raúl Vicente Amarilla. El equipo jugó muy bien, caminó perfecto, anotó muchos goles y quedamos como superlíderes, pero un error arbitral, del nazareno Jose Antonio Garza y Ochoa nos privó de la disputa del tricampeonato, y fuimos eliminados en semifinales contra la Universidad de Guadalajara por un penal que no lo era.

La década de los noventa comenzó con éxitos. De entrada, llegamos a las tres finales de los torneos que disputamos en la temporada 1990-91. Tanto en el torneo de Liga como en el de Copa, fuimos subcampeones. Cronológicamente, primero fue la final de Copa, ante los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, con los que perdimos en dos juegos por la mínima diferencia.

La segunda final de la temporada fue en la Copa de Campeones de la Concacaf, donde nos enfrentamos al Pinar del Río de Cuba, primero el 19 de febrero de 1991 como visitantes empatamos a dos con goles de Guillermo Huerta a los 25 minutos y Teodoro dos Santos ‘ Toninho’ al 31’. El juego de vuelta lo disputamos el 12 de marzo en el estadio Azteca y goleamos al equipo cubano 6-0 con tantos de Teodoro dos Santos ‘Toninho a los 3’, 9’, y 84’, así como Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ a los 68’, 80’. Un autogol de Osmín Hernández a los 85 minutos cerró la cuenta. De manera que con un global de 8-2 conseguimos el título. Nuestro técnico, Carlos Miloc dispuso la siguiente alineación: Alejandro ‘Gallo’ García (Adrián Chávez 46’), Juan Hernández (Guillermo Huerta 70’), Enrique Rodón, Alfredo Tena, Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Alejandro Domínguez, Gonzalo Farfán; Efraín Munguía, Teodoro dos Santos ‘Toninho’ y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .

Nuestra tercera final de la temporada fue en la Liga, y fue muy meritorio, ya que luego de empezar muy mal el torneo, cuando éramos dirigidos por Dragoslav Šekularac, entrenador serbio que nunca pudo encontrarle el modo al equipo y salió después de la jornada 23, cuando el equipo iba muy mal. En su lugar llegó Miloc, un experimentadísimo y brillante técnico, ganador por excelencia. Con fama de técnico duro y estricto, el ‘Tanque’ le devolvió al equipo la idea e ilusión y fue tal su acoplamiento, que llegamos a disputar el título, el cual quedó en manos de los Pumas de la Universidad Nacional, luego de haber empatado globalmente a tres goles y haber sido superados únicamente por el criterio de desempate del ‘gol de visitante’. Primero en el Azteca ganamos 3-2 y después en CU caímos 1-0. Pero lo hecho por el equipo, quedó ahí, grabado con mucha satisfacción.

La temporada 1991-92 empezó bien para el América hasta la jornada 4, llevaba dos triunfos y dos empates. El partido de la jornada 5 sería reprogramado, para dar paso al juego de vuelta de la final de la Copa Interamericana, contra el Campeón de la Copa Libertadores, el Olimpia de Paraguay el 12 de octubre de 1991. Previamente el 2 de octubre en el juego de ida, en el estadio Defensores del Chaco de Paraguay, el América, obtuvo un valioso empate a un gol, mediante la anotación de ‘Edú’ al minuto 9. En dicha fecha, se conmemoraba también el 75 aniversario de la fundación del club. Nosotros que éramos los campeones de Concacaf, salimos como favoritos, y no hicimos quedar mal a nadie, ya que ganamos 2-1, con dos goles de Teodoro dos Santos ‘Toninho’, a los 7’ y 41 minutos. Nuestra alineación triunfadora fue con Alejandro ‘Gallo’ García; Juan Hernández, Alejandro Domínguez, Enrique Rodón, Cesilio de los Santos; Eduardo Córdoba (José Vaca 26’), Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos; Eduardo dos Santos ‘Edú’, Teodoro dos Santos ‘Toninho’ (Arturo Cañas 64’) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’. Así, por segunda vez en la historia, y primera que un equipo mexicano era Bicampeón de la Interamericana, las Águilas se coronaban, en un juego de poder a poder, duro y ríspido.

Fue tan duro que se suscitó una bronca a los 50 minutos, cuando el paraguayo Julio César Romero, ‘Romerito’, hizo una entrada violenta a ‘Edú’. Ante la sorpresa de todos, el técnico americanista, Carlos Miloc, entró al terreno de juego enardecido por la agresión del paraguayo, y el jugador guaraní, Fermín Balbuena le dijo algo por lo que Miloc le tiró un golpe y cayó al suelo. Al ver esto, su compañero Delgado responde con un derechazo sobre Miloc, y este también se fue al césped; se generalizo bronca que afortunadamente dura poco tiempo. Nuestro entrenador fue expulsado y al día siguiente renunció a su puesto, ante la inminente sanción por parte de FIFA, de un año de suspensión por agresión a un jugador rival.

La salida de Miloc perjudicó a nuestro equipo que nunca se pudo recuperar del golpe anímico. El nuevo entrenador fue el famoso ex jugador brasileño Paulo Roberto Falcao, pero su llegada no ayudo mucho y nuestro conjunto no hizo un buen campeonato 1991-92, quedándonos eliminados en la ronda de repesca, antes de la liguilla, donde caímos con Cruz Azul.

Para la temporada 1992-93 Falcao fue ratificado por Panchito Hernández y el presidente Diez Barroso hizo lo imposible por repatriar al ídolo mexicano, Hugo Sánchez Márquez que jugaba en el Real Madrid, donde había logrado cualquier cantidad de éxitos. Fue contratado también el argentino Germán Martelotto, goleador y creativo del Monterrey que rindió frutos. Fueron dos torneos donde teníamos participación, Liga y Concacaf, y solo en la segunda hubo buenos resultados para Falcao donde nos situamos en la final, intercalada en la mitad del torneo liguero.

Pero la situación en el torneo doméstico era diferente, el técnico brasileño no pudo más y fue dado de baja en la jornada 16 no sin antes haber tenido la osadía de poner a jugar como centro delantero al portero suplente Adrián Chávez en el partido contra el Querétaro, en el estadio Azteca, el 8 de noviembre de 1992. Al poco tiempo salió del equipo y en su lugar llego nuestro viejo conocido, y también bicampeón Miguel Ángel ‘Zurdo’ Lopez.

Nuestro técnico monarca en los torneos 84-85 y Prode 85 arribó e inyectó una sobredosis de vitalidad y adrenalina al equipo. En cuanto llegó a su primer entrenamiento en Coapa luego de seis años de ausencia, fue conocer a todos los jugadores y volteó a ver las fuerzas básicas, donde le llamó mucho la atención un chamaco descarado para jugar, pícaro, rápido y encarador. Le gustó tanto que lo incluyó en el primer equipo y citó a la concentración previa al juego contra Cruz Azul el 29 de noviembre de 1992. Para la siguiente jornada, el 5 de diciembre jugando contra el León en su estadio Camp Nou, decide hacer ingresar al muchacho en cuestión. Su nombre, Cuauhtémoc Blanco Bravo, un diamante en bruto.

La primera prueba de fuego para López se presentó el 5 de enero de 1993 ante el Alajuelense de Costa Rica en la final de la Copa de Campeones de la Concacaf, disputada en Santa Ana, California. Con gol a los 67 minutos del ‘Pichichi’ Hugo Sánchez, el América consiguió un trofeo más para nuestras vitrinas. De nueva cuenta, nuestro equipo era el campeón de la Concacaf. Esa noche el ‘Zurdo’ dispuso la siguiente alineación: Alejandro ‘Gallo’ García; Juan Hernández, Óscar Ruggeri, Enrique Rodón, Cesilio de los Santos; Raúl Rodrigo Lara, Gonzalo Farfán, Germán Martelotto; Francisco Uribe (Alejandro Domínguez 76’), Hugo Sánchez y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’.

Una vez de regreso en el torneo casero, el ánimo y mentalidad del equipo fueron suficientes para levantar los resultados y llegamos hasta las semifinales, donde fuimos eliminados por el Monterrey en una noche negra en cuanto a arbitraje se refiere, ya que el silbante de Costa Rica, Bernie Ulloa, invitado por la Federación Mexicana de Futbol para pitar ese cotejo, tuvo una desafortunada actuación y nos anuló tres goles la noche del 25 de mayo.

Ese sería el primero de cuatro campeonatos seguidos donde nos quedaríamos en las semifinales. En la temporada 1993-94 caímos ante los Tecos de la UAG 3-4 global y donde marcó la nueva salida del ‘Zurdo’ del equipo. La campaña 1994-95 fue en una temporada que brillante para el América, y el entrenador fue el holandés Leo Beenhakker, exitoso y varias veces Campeón con el Real Madrid, que revolucionó al medio con un par de jugadores africanos, Kalusha Bwalya, capitán de la Selección de Zambia y Francois Omam Biyik, mundialista de Camerún; estos dos futbolistas, sumados a Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’, Cuauhtémoc Blanco y Joaquín del Olmo lograron un inusual entendimiento y el equipo jugó por nota. Lamentablemente el entrenador fue separado del cargo prematuramente y no cerramos el torneo de la mejor manera, fuimos eliminados en la semifinal ante el Cruz Azul 3-2 global. Para el certamen 1995-96, el último torneo largo a la fecha en el futbol mexicano, bajo el mando de los argentinos Marcelo Bielsa primero y Jorge Castelli después, el Necaxa nos ganó 3-1 global en la antesala de la gran final.

Con los torneos cortos llegaron los sinsabores al equipo. Los entrenadores Ricardo La Volpe y Carlos de los Cobos (Invierno 96), Jorge Solari y Gonzalo Farfán (Verano e Invierno 97), Carlos Reinoso (Verano e Invierno 98), Carlos Kiese (Verano e Invierno 99), Alfredo Tena (Invierno 99 y Verano 2000) y Alfio Basile (Invierno 2000) no lograron levantar al conjunto.

Lo destacable en este tiempo fue el Superliderato del Verano 97’ con 37 puntos, la primera participación del América en la Copa Libertadores en 1998, donde llegamos hasta los octavos de final donde caímos ante River Plate de Argentina y el campeonato de goleo que obtuvo Cuauhtémoc Blanco en el Invierno 98 al marcar 16 tantos.

El año 2001 fue un buen año para nuestro equipo. Si bien, no rompimos la sequía en cuanto a títulos de Liga, estuvimos a punto, al quedar como Superlíderes con 28 puntos y ser eliminados por el Pachuca en las semifinales. Se hizo una buena competencia y el equipo mostraba que cada vez estaban más cerca los éxitos de nuevo.

La Copa Gigantes de la Concacaf 2001 fue el nombre asignado a la Copa de Campeones de la Concacaf, en el año 2001. Dicho torneo se disputó entre los clubes de la Concacaf con las más altas asistencia de aficionados en sus torneos locales. Era la gran oportunidad para volver a disfrutar las glorias del triunfo y así fue. Luego de una sequía de ocho años sin ganar algo, nuestras Águilas conquistaron el trofeo y con ello, los reflectores nos alcanzaron de nuevo. Derrotamos al Municipal de Guatemala, al Saprissa de Costa Rica y en la final el 5 de agosto de 2001 al DC United de Estados Unidos. Los goles de Jesús Mendoza a los 52’ minutos y Octavio Valdéz a los 70’ escribieron la historia. El ‘Coco’ Basile alineó a los siguientes jugadores: Hugo Pineda; José Castro, Alfredo González Tahuilán, Raúl ‘Potro’ Gutiérrez, Oscar Rojas, Octavio Valdéz (Raúl Salinas 82’); Jonathan Martínez, Franky Oviedo; Christian Patiño (Leonardo Fabio Moreno 52’), Jorge Toledano (Carlos Infante 63’) y Jesús Mendoza.

Una vez habiendo regresado a la competencia local, en el Invierno 2001 nos fue mal y vino la salida de Basile y la llegada de Manuel Lapuente a la dirección técnica. Y fue justamente bajo el mando del ex técnico de México en la Copa del Mundo de Francia 98’ que nuestro equipo encontraría de nuevo, el añorado éxito, y nos coronaríamos en el torneo de liga. Fue el Verano 2002 el que pasó a la historia como el regreso del América. Contando con jugadores de experiencia como Adolfo Ríos, Pavel Pardo, Duilio Davino e Iván Zamorano, nuestras Águilas enloquecieron a millones de fanáticos al derrotar al Necaxa en la gran final, la cual habíamos arrancado con una desventaja de 0-2. Previamente habíamos dejado fuera a La Piedad (6-2 global) y Universidad Nacional (global 2-1). Pero una soberbia actuación del mejor americanista, nuestro arquero ‘San Adolfo’ que evitó la derrota y tres grandes tantos de Christian Patiño a los 58 minutos, el ‘Bam Bam’ Zamorano a los 62’ y Hugo ‘Misionero’ Castillo a los 107’, en lo que fue literalmente, un gol de oro, salimos adelante. La alineación que ese 26 de mayo de 2002 utilizó Lapuente fue con Adolfo Ríos; Jose Castro, Carlos Sánchez (Manuel Ríos 90’), Duilio Davino (Carlos Infante 45’), Oscar Rojas, Raúl Salinas; Pavel Pardo (Iván Zamorano 50’), Álvaro Ortiz, Hugo Castillo; Marcelo Lipatín y Christian Patiño. El americanismo estaba de fiesta. Fue la noche soñada, fue el momento deseado, el momento esperado. ¡Por fin, el América fue campeón en el nuevo milenio!

Para el torneo Apertura 2002 Lapuente pide licencia para ausentarse los primeros diez partidos pero su ausencia no se notó, porque su auxiliar Mario Carrillo realizó un trabajo excepcional al ganar 8 partidos y empatar los otros dos. El técnico del equipo regresaba en la fecha 11 y los buenos resultados del equipo continuaron. Terminamos con 43 puntos, para establecer marca de puntos logrados en cuanto a torneos cortos se refiere. Lastimosamente fuimos eliminados en los cuartos de final por el Santos.

Después del Clausura 2003 salió del equipo Manuel Lapuente y en su lugar volvió el holandés Leo Beenhakker para los torneos Apertura 2003 y Clausura 2004. Óscar Ruggeri empezó en el timón en el Apertura 2004 y fue substituido por Mario Carrillo, a quien el entonces presidente americanista Guillermo Cañedo White, presidente americanista le dio continuidad en el torneo de Clausura 2005, y para la fortuna de todos, tuvo éxito, ya que conseguimos una vez el campeonato de liga. El único partido que perdimos fue en la fecha 6 en Monterrey ante los Rayados 2-4 y acumulamos una buena racha invicta.

Ya en la liguilla, primero eliminamos al Santos (3-3 global y goles de visitante) y luego al Cruz azul (6-2 global). En la final derrotamos a los Tecos de la UAG con un global de 7-4. Primero empatamos a uno en el estadio 3 de Marzo de Zapopan con gol de penal del ‘Temo’ Blanco a los 87 minutos. Luego el domingo el 29 de mayo de 2005, los goleamos 6-3 en el estadio Azteca. Aarón Padilla (1’ y 37’), Claudio ‘Piojo’ López (4’ y 89’), Cuauhtémoc Blanco (63’) y Jesús Mendoza (68’) anotaron nuestros goles. Esa célebre tarde Carrillo alineó a Guillermo Ochoa, José Castro, Duilio Davino, Ricardo Rojas, Raúl Salinas; Pavel Pardo, Germán Villa, Francisco Torres (Rodrigo Valenzuela 53′), Cuauhtémoc Blanco (Álvaro Ortiz 87’); Claudio López y Aarón Padilla (Jesús Mendoza 56’) . Nació el ‘Ódiame más’ y conseguimos otro laurel más.

Esa victoria nos dio la oportunidad de disputar el título de Campeón de Campeones contra los Pumas de la Universidad Nacional a quien derrotamos en el global 2-1. En el estadio Olímpico Universitario empatamos sin goles y en el Coloso de Santa Úrsula los vencimos con dos tantos del brasileño Kléber Joao Boas Pereira a los 63’ y 68 minutos. Esa noche del 27 de julio, Carrillo alineó a Guillermo Ochoa, José Castro, Duilio Davino, Ricardo Rojas; Germán Villa, Alejandro Argüello Irenio Soares 45′), Francisco Torres (Aarón Padilla 57′), Cuauhtémoc Blanco; Claudio López (Ismael Rodríguez 77′) y Kléber Boas.

Empezaría el Apertura 2005, con algunas mejoras en el plantel como fueron las incorporaciones de Christian Giménez e Irenio Soares. Íbamos a participar por primera vez en la Copa Sudamericana también así que necesitábamos un amplio plantel. Y lo hicimos bien. Acumulamos la mejor racha de partidos oficiales sin perder en nuestra historia: 32, entre el 27 de febrero (cuando perdimos en el Tecnológico ante la Pandilla) y el 15 de octubre de 2005 (caímos 3-4 en el Víctor Manuel Reyna ante Jaguares). Fueron exactamente 28 cotejos de Liga, 2 del Campeón de Campeones y 2 de la Copa Sudamericana 2005. En esta competición fuimos eliminados por el Vélez Sarsfield de Argentina en cuartos de final. Terminamos como superlíderes el campeonato local pero en los cuartos de final, los Tigres de la UANL nos derrotaron. Esto le costó la salida al técnico Mario Carrillo. Cabe decir que Kléber Joao Boas Pereira se proclamó campeón de goleo con 11 goles.

Para la siguiente temporada, Clausura 2006 es nombrado como entrenador Víctor Manuel Aguado pero sale en la jornada 7 y Manuel Lapuente toma su sitio.

Volvimos a jugar el torneo de Campeones de la Concacaf y luego de eliminar al Portmore de Jamaica en los cuartos de final y al Alajuelense de Costa Rica en las semifinales, nos situamos en la gran final, que sería contra el Toluca. En el juego de ida, el 12 de abril de 2006 empatamos sin goles en la Bombonera, y en la vuelta, jugada en el Azteca el 19 de abril, derrotamos 2-1 a los Choriceros con goles de Kléber Boas Pereira a los 105 minutos y Duilio Davino a los 115. Lapuente alineó a: Armando Navarrete; Oscar Rojas, Duilio Davino, Ricardo Rojas, Ismael Rodríguez (Christian Giménez 26′), Germán Villa, Francisco Torres, Irenio Soares (Alejandro Argüello 91′), Cuauhtémoc Blanco, Claudio López, Aarón Padilla (Kléber Boas 46′). Gracias a esta victoria calificamos al Mundial de Clubes que se jugaría en Japón a fin de año. Pese a esta victoria, en el torneo de local el equipo no califica a la liguilla y para el Apertura 2006 llega Luis Fernando Tena al timón americanista.

Reforzado el equipo con el paraguayo Salvador Cabañas y el argentino Matías Vuoso y nuestro cuadro tuvo buenos resultados. Calificamos a la liguilla y quedamos fuera en las semifinales, al caer con el Guadalajara. De esta manera el equipo quedó listo para partir a Japón donde participó en el Mundial de Clubes y nos enfrentamos al Barcelona de España en las semifinales. Finalmente obtuvimos el cuarto puesto.

Se ratificó a Luis Fernando Tena como entrenador y el equipo fue subiendo. A tal grado en el Clausura 2007 no solo nos metimos a la liguilla una vez más, sino que llegamos hasta la gran final, en la cual nos enfrentamos al Pachuca. El primer partido, el 25 de mayo de 2007 en el Azteca perdimos 1-2. Cuauhtémoc Blanco anotó de penal nuestro único tanto. Para la vuelta, jugada en casa de los Tuzos, un golazo del mismo ‘Temo’ nos metió al partido pero finalmente el Pachuca empataría el juego y nos quedaríamos con el subcampeonato.

A la par se jugó la Copa Libertadores donde llegamos a los cuartos de final, pero lo significativo fue que Salvador Cabañas se coronó como campeón goleador con 10 tantos.

Para el Apertura 2007 Luis Fernando Tena ya no pudo contar con Cuauhtémoc Blanco que salió del equipo y su ausencia pesó en el terreno de juego. Luego de cuatro derrotas, Tena es cesado y en su lugar es nombrado el viejo conocido Alberto Daniel Brailovsky, que fue recibido con honores por la hinchada americanista. A pesar de los malos resultados, alcanzamos a meternos al repechaje, donde Monarcas Morelia nos dejó fuera de la liguilla. Pero lo relevante sucedió en la Copa Sudamericana, que se disputaba a la par que el Apertura. En ella llegamos hasta la final, luego de eliminar al Pachuca, Vasco da Gama de Brasil y Millonarios de Colombia. El campeonato lo definiríamos contra el Arsenal de Sarandí, equipo argentino. El primer juego en el estadio Azteca terminó 3-2 a favor de los ches. Cabañas 6′ y Argüello 55′ anotaron nuestros goles. El juego de vuelta se jugó en el estadio Presidente Perón de Avellaneda. Con un arbitraje desastroso del colombiano Oscar Ruiz, y además de tener que pasar por las decisiones de la Conmebol al cambiar el reglamento del torneo en el mismísimo medio tiempo del partido, derrotamos a los argentinos 2-1 pero por el criterio del gol de visitante, el cual originalmente no aplicaba, pero después sí, nos tuvimos que conformar con el segundo lugar. Nuestros tantos fueron un autogol de Christian Díaz a los 18 minutos y Juan Carlos Silva a los 62.

El subcampeonato en la Copa Sudamericana le dio crédito al ‘Ruso’ Brailovsky para continuar como entrenador en el Clausura 2008. No le fue bien y fue destituido después de la fecha 6. En su lugar llegó otro técnico que fuera jugador americanista alguna vez: Rubén Omar Romano. Justo en ese momento comenzaba nuestra participación en la Copa Libertadores. Los resultados fueron buenos en la copa continental, pero pésimos en la liga. Es por ello que Romano dejó su sitió a Juan Antonio Luna, viejo conocido y ex jugador de fuerzas básicas del club. En la Libertadores llegamos hasta las semifinales, habiéndole ganado antes al Flamengo de Brasil 3-0 en el mítico estadio Maracaná. Salvador Cabañas de nueva cuenta se consagró como campeón goleador de este torneo con 8 tantos.

Se da una reingeniería en el equipo y hay varios cambios. Sale de la presidencia Cañedo White y lo sustituye Michel Bauer. En la dirección técnica llega el argentino Ramón Ángel Díaz pero los resultados en el Apertura 2008 no fueron buenos.

Ratificado el ‘Pelado’ Díaz como entrenador en el Clausura 2009, las cosas siguen mal y luego de la jornada 4 sale del equipo y en su lugar llega Jesús Ramírez quien intentó levantar la nave pero nuevamente nos quedamos fuera de la liguilla. Para el Apertura 2009, hay mayor entendimiento entre los jugadores y gracias a ello ahora sí calificamos a la fiesta grande del futbol mexicano, donde quedamos fuera en los cuartos de final ante el Monterrey.

Para el Bicentenario 2010 Ramírez continuó en el timón azulcrema. Después de haberse jugado la segunda fecha del torneo, el mejor jugador americanista, Salvador Cabañas recibió un disparo en la cabeza que lo alejó definitivamente de las canchas profesionales pero salvó milagrosamente la vida, las muestras de apoyo y cariño para el guaraní no se hicieron esperar. De nueva cuenta el América calificó a la fase final y otra vez cayó en los cuartos de final, coincidentemente contra quien fuera el campeón del torneo: el Toluca.

La ‘era Lapuente’ se convirtió en trilogía, ya que Manuel Lapuente fue anunciado para ser el responsable del banquillo americanista para el Apertura 2010. El efectivo y poco espectacular estilo de Manolo, alcanzó para meternos hasta las semifinales donde fuimos víctima del Santos Laguna.

Lapuente siguió para el Clausura 2011 y para la Copa Libertadores, el panorama se vislumbraba alentador, tomando en cuenta la experiencia del hombre de la boina y de que el equipo había alcanzado la ronda semifinal en el torneo inmediato anterior.

En los tres primeros partidos se cosechó un solo punto, consiguiendo un empate a 2 goles en Chiapas y perdiendo de local ante Pachuca y Tigres. Por lo que el ciclo Lapuentista culminó de la noche a la mañana y el relevo fue uno de los más grandes americanistas de la historia, Carlos Reinoso, quien en su debut les devolvió la sonrisa a las Águilas, al conseguir tres victorias en fila contando dos de torneo local y uno de Copa Libertadores. El ímpetu de los jugadores y la motivación del ‘Maestro’ no fueron suficientes, y aunque se logró calificar en los ambos torneos, el equipo se quedó en cuartos de final del Clausura y en octavos de final en la Libertadores. Lo más rescatable fue el campeonato de goleo conseguido por el mediocampista Ángel Reyna quien con 13 anotaciones, se consagró como rey del gol en México.

Para el torneo Clausura 2012 hay una renovación a nivel directiva y de cuerpo técnico. Ricardo Peláez es nombrado como nuevo Presidente Deportivo y Yon de Luisa Presidente Operativo. Más adelante en su lugar sería nombrado José Romano. La primera acción de Peláez como nuevo jerarca americanista fue llevar a Miguel Herrera como entrenador. Después de un pésimo Apertura 2011 donde el equipo tocó fondo se había especulado en que todos los jugadores serían puestos transferibles, pero no fue así. La decisión de Peláez de mantener a la mayoría y hablar fuerte con ellos dio resultados, ya que para los torneos Clausura 2012 y Apertura 2012 el equipo llegó hasta las semifinales, alcanzando la gloria por fin, para el Clausura 2013 cuando en una noche épica, el domingo 26 de mayo, se derrotó al Cruz Azul en la final y revivió en 5 minutos con casta de campeón para darle forma a una nueva corona. Tras enviar el partido a tiempo extra al ganar 2-1 (2-2 en el global) in extremis con un gol en compensación del portero Moisés Muñoz a los 93’, las Águilas recuperaron la fe y definieron desde los 11 pasos. Antes Aquivaldo Mosquera había anotado a los 86 minutos el tanto de la esperanza, y Jesús Molina se había ido expulsado a los trece minutos. Raúl Jiménez, «Chucho» Benítez, Osvaldo Martínez y Miguel Layún escribieron sus nombres en las historia azulcrema, al cobrar correctamente sus penales. Miguel Herrera desterró el fracaso de su currículum al obtener su primer título de Liga, para el que Muñoz se vistió con traje de héroe. Mención aparte merece Christian ‘Chucho’ Benítez que se coronó como tricampeón de goleo con 12 goles, al haberse coronado también en los dos campeonatos de liga anteriores, con catorce y once tantos respectivamente en el Clausura 2012 y Apertura 2012. Los hombres que el ‘Piojo’ Herrera mandó a la cancha en esa inolvidable fecha fueron: Moisés Muñoz; Paul Aguilar, Francisco Rodríguez, Aquivaldo Mosquera, Diego Reyes (Miguel Layún 26′), Adrián Aldrete (Christian Bermúdez 65′); Jesús Molina, Juan Carlos Medina, Rubens Sambueza (Osvaldo Martínez 76′); Raúl Jiménez y Christian Benítez.

La buena racha americanista siguió y para el siguiente torneo, Apertura 2013 el equipo llegó de nueva cuenta a la final que perdió con el León. Con ese partido terminó el ciclo del ‘Piojo’ Herrera al mando de las Águilas porque se fue a dirigir a la Selección Mexicana que participaría en el Mundial de Brasil 2014. En su lugar llegó el argentino Antonio Mohamed, que había jugado en el equipo en 1998, reforzando al equipo en la edición de ese año de la Copa Libertadores. Ahora llegaba al America, convertido en un Técnico que ya había salido monarca en México con el Tijuana, y una filosofía futbolística opuesta a la de Miguel Herrera. Mientras que la característica del mexicano era ser espectacular y ofensivo, la del pampero era la de ser muy precavido y ordenado en la zona defensiva. El primer torneo, el Clausura 2014 le costó mucho trabajo al ‘Turco’, tuvo diferencias con algunos jugadores como Francisco Javier ‘Maza’ Rodríguez, Juan Carlos ‘Negro’ Medina y Aquivaldo Mosquera, que salieron del equipo y en su lugar, para el Apertura 2014 llegaron jugadores de su entera confianza como Pablo Aguilar, Paolo Goltz y Michael Arroyo. La cosa dio resultado y el equipo tuvo un torneo muy bueno, quedando como líder general y llegando a disputar la final con los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, a quién derrotó 3-1 en el marcador global para conquistar un campeonato de liga más.

Para la final de vuelta jugada el domingo 15 de diciembre, el estadio Azteca estuvo a reventar, en lo que fue un incontenible éxtasis americanista. Un triunfo a toda ley, 3-0 con los goles de Michael Arroyo a los 36’, Pablo Aguilar 61’ y Oribe Peralta a los 77 minutos, a pesar de los tres expulsados de los Tigres, equipo que terminó por perder la cabeza. El del técnico Mohamed dirigió su último partido como técnico de las Águilas debido a que no fue renovado por la directiva, porque esta no estaba a gusto con aspectos de índole profesional y personal del entrenador, pero cerró con los brazos en alto. Apenas pitó el árbitro, Paúl Delgadillo, y el ‘Turco’ salió disparado al vestuario. El sólo se ausentó un momento de la cancha para ir por su celular. ¡Quería grabar este momento de gloria! Los americanistas lo hicieron como su afición lo esperaba, como lo soñaban los miles que resistieron la invasión Tigre. ¡Gran campeón! El América se reafirmó como el equipo más ganador en la historia del futbol mexicano. La última alineación de Mohamed como entrenador americanista fue con Moisés Muñoz; Ventura Alvarado, Pablo Aguilar, Paolo Goltz, Osmar Mares; Jesús Molina, Rubens Sambueza (Luis Ángel Mendoza 73’), Miguel Layún; Michael Arroyo, Oribe Peralta, Martín Zúñiga (Juan Carlos Valenzuela 64’).

En lugar de Mohamed, para la temporada Clausura 2015 fue contratado el uruguayo Gustavo Matosas, multicampeón con el León y quien intentó darle otra cara al equipo. Con él llegaron refuerzos de renombre como Darío Benedetto, Darwin Quintero, Cristian Pellerano y Miguel Samudio. También participamos y ganamos el torneo de Campeones de la Concacaf al derrotar al Impact de Montreal en la final. Previamente pasamos por encima del Bayamón de Puerto Rico, al que le metimos 10 goles en un partido de la ronda de grupos, Comunicaciones de Guatemala, Saprissa y Herediano de Costa Rica. En la final, primero en el estadio Azteca el 22 de abril de 2015 empatamos a un gol, con tanto de Oribe Peralta en las postrimerías del juego. Pero acostumbrados a ir en contra de la adversidad, las Águilas fueron a Canadá para golear 4-2 con tres de Darío Bendetto a los 50’, 67’ y 81’ uno más del mismo ‘Cepillo’ Peralta a los 65 minutos y llevarse su sexta ‘Concachampions’ en la historia para convertirse en el más ganador junto a Cruz Azul. (Eso sin contar la Copa de Gigantes, que también fue un título oficial de Concacaf). Esa noche del 29 de abril en el estadio Olímpico de Montreal, Gustavo Matosas decidió alinear a Moisés Muñoz; Paul Aguilar, Ventura Alvarado, Pablo Aguilar, Miguel Samudio; José Guerrero, Osvaldo Martínez, Rubens Sambueza (Osmar Mares 87′); Darwin Quintero (José Madueña 82′) Darío Benedetto, Oribe Peralta (Michael Arroyo 85′).

En el torneo local nos quedamos en los cuartos de final, al caer con el Pachuca y de común acuerdo con la directiva, Matosas se hizo a un lado. Sería Ignacio Ambriz el encargado de suplirlo en el banquillo americanista para el Apertura 2015. A la par de esta competencia, se jugaría también la nueva edición del el torneo de Campeones de la Concacaf 2015-2016. En la liga, el equipo fue eliminado en las semifinales, al caer con los Pumas de la Universidad Nacional.

En el torneo de Concacaf nuestro equipo Azulcrema sacó la casta y demostró su grandeza al eliminar en semifinales a Santos Laguna . Para la Gran final de la Liga de Campeones 2015 – 2016, luego de una campaña invicta, los americanistas se midieron a Tigres, equipo al que los azulcremas derrotaron ampliamente por marcador global de cuatro goles a 1, ganando así el bicampeonato de la confederación y nuevamente logrando el pase al Mundial de Clubes que se disputó en diciembre del 2016 en Japón.

Las Águilas del América consiguieron su treceava estrella al derrotar en la final al equipo de Cruz Azul por marcador de 2-0 global, con goles del juvenil americanista Edson Álvarez en un emocionante cierre del torneo Apertura 2018 en el majestuoso Estadio Azteca. En la Categoría Femenil, América consiguió su primer título al derrotar a Tigres en tanda de penales y la categoría juvenil Sub17 también derrotó a su similar de Tigres, para así tener un triplete de campeones en el Apertura 2018.

El 14 de julio América ganó el título de Campeón de Campeones a los Tigres de la UANL en una emocionante serie de penales, en la cual Agustín Marchesín atajó 3 tiros penales y además marcó el penal de la victoria.

Es así que América se ha convertido en el máximo exponente del futbol mexicano, el equipo más ganador en toda la historia, el más carismático de nuestro futbol, con un palmarés impresionante.

En mayo del 2022, en el primer torneo de la categoría sub-17 femenil, las Águilas lograron el campeonato en casa, en la cancha del Estadio Azteca vs Santos, logrando así hacer historia como las primeras Campeonas de tal torneo y en la categoría.

El Club América busca, como cada torneo, estar en los primeros planos del futbol mexicano; con Santiago Baños como Presidente Deportivo, Héctor González Iñárritu como Presidente Operativo y nuestro entrenador Fernando Ortiz en el Nido, con el equipo y el apoyo de la fiel afición americanista buscaremos la gloria deportiva.

Campeonatos del Club América

  • 13 de Liga profesional
  • 7 de Campeones de CONCACAF
  • 6 Campeonatos de Copa (profesional)
  • 6 de Campeón de Campeones
  • 2 de Copa Interamericana
  • 1 de Copa de Gigantes de CONCACAF

#SOMOSAMÉRICA

1916 – 1920

Fue en el año 1916 cuando Rafael Garza Gutiérrez y su primo Germán Núñez Cortina, adolescentes de trece años, estudiantes del Colegio Mascarones y quienes jugaban futbol todos los días en los recreos, decidieron crear un equipo con los mejores jóvenes de su escuela. Ambos convocaron en la escuela a una reunión vespertina, en casa de la tía de Germán, la señora Calixta Cortina, conocida como la “tía Calita”. Asistieron aproximadamente trece jovencitos a la primera cita.

El más entusiasta fue el líder del proyecto, Rafael Garza Gutiérrez, quién sorprendió a los demás pues llegó prácticamente uniformado. Entró portando una vieja camisa color crema, ya gastada, de mangas largas y botones al frente. Había tomado del ropero de su padre un viejo pantalón azul marino. Lo cortó a la altura de las rodillas y quedó como un pantaloncillo corto. Garza Gutiérrez pidió a su padre que le dijera a un sastre amigo de su familia, que con los pedazos del pantalón que le sobraron al cortarlo, le confeccionara en la espalda la palabra “récord”. Llevaba además unos calcetines largos del mismo color azul marino. Esta combinación de camisa crema, pantalón y calcetas azul marino, gustó mucho a los demás muchachos, y así pasó a ser el uniforme oficial del equipo, al que llamaron “Récord”, en honor a Garza Gutiérrez, a quién también todos empezaron a nombrar de cariño con ese mismo apodo. La mayoría de los jovencitos del equipo no tenían los recursos para obtener un uniforme idéntico, por lo costoso del material con que estaba confeccionado.

Mientras esto pasaba, en otra escuela Marista, de nombre La Perpetua, existía un equipo de reciente formación llamado “Colón”. Sus principales jugadores, Ignacio de la Garza, Luis Fabre y Alonso Sordo Noriega estaban desanimados porque muchas veces no alcanzaban a juntar los once jugadores reglamentarios para un partido de futbol, así que su entrenador y maestro, Eugenio Cenoz, quién sabía de la reciente creación del equipo “Récord”, les propuso hacer una junta con ellos para fusionar ambos conjuntos como un solo equipo.

Era la unión perfecta, porque el conjunto “Récord” tenía de sobra jugadores de gran calidad, mientras que el “Colón” tenía varios metros de casimir fino para la confección de uniformes, así como dos balones para jugar.

Se pusieron de acuerdo y al poco tiempo, el día 12 de Octubre de 1916 en los llanos de la Condesa se congregaron para discutir el nombre del nuevo conjunto, puesto que para el uniforme ya habían decidido adoptar el azulcrema del equipo “Récord” por considerarlo hermoso y diferente a los ya existentes. De hecho, llegaron a dicha reunión ya todos uniformados, siendo testigo de honor el profesor Cenoz.

Para el nombre, hubo muchas propuestas, pero al final, ganó la de Pedro “Cheto” Quintanilla, quién sugirió el nombre de “AMÉRICA” porque ese día se celebraba el descubrimiento del continente. Así mismo, el propio Quintanilla, quien era un extraordinario dibujante, acompañó su propuesta con un bosquejo del continente americano con los colores azulcremas y con las iniciales del nuevo equipo que acababa de nacer: ‘C’ de club, y ‘A’ de América.

De esta manera, no solo quedó establecido oficialmente el nacimiento del Club América esa tarde, sino que también los míticos y legendarios colores con los que a través de 100 años, se ha identificado a nuestro equipo.

Ante el empuje que iba tomando el equipo, varios aspirantes a jugadores, fueron presentándose frente a los responsables del conjunto, para ver si eran admitidos. Fueron tantos, que hubo necesidad de ir fogueándolos, organizando torneos interescolares, limitando las edades, con el objeto de nivelar la competencia. El América salía victorioso de todos estos torneos y ello fue motivo para que sus directivos acariciasen la idea de ingresar a la Primera Fuerza, aspiración máxima de todo equipo. Y fue así que en los albores de 1917, formalizaron la solicitud de ingreso ante “Liga Mexicana de Football Amateur Association”.

El América, de acuerdo con los requisitos que dicha Liga exigía a los clubes de nuevo ingreso, tuvo que pasar por la prueba de tres juegos contra equipos del seno de la Asociación, para así, en mérito a sus resultados, ser admitidos o no.

El novel equipo pasó la citada prueba con éxito. Una vez admitido, su debut en el campeonato de 1917-1918 no fue el mejor, ya que fue él último lugar de la tabla, pero le sirvió para adquirir una experiencia de mucha utilidad en el futuro.

El primer partido del Club América en la Primera Fuerza fue contra el Júnior, el 31 de octubre de 1917 y los Cremas perdieron 0-1. Esa vez alineamos así: Nacho de la Garza; Rafael Rosales, “Yaqui” Salido González; Luis Fabre, Adeodato López, Fernando Sierra; Pancho Gutiérrez, Guillermo Gómez Arzáplo, Alfredo García Besné, Julián Sierra, Abel Flores Reyes.

De 1918 a 1920 el equipo tomó el nombre de ‘Unión’, debido a la fusión de todos los grupos de los colegios de los Hermanos Maristas. Participó en la “Liga Nacional” junto al Club España, Luz y Fuerza, Amicale Française y el Reforma A.C.

En 1920 el equipo crema retoma el nombre de América e inicio una época de esplendor deportivo.

1921 – 1930

En Agosto de 1922 se establece de la fusión de la ‘Liga Mexicana de Football Amateur Association’ y la ‘Liga Nacional’, el Campeonato de Primera Fuerza de la FMF. Ahí nació lo que actualmente es la Primera División, hoy día, la Liga MX. El domingo 22 de octubre de 1922 se jugó el primer partido en la historia de la Liga y tuvimos el honor de disputar el partido inaugural contra el España a quien derrotamos 2-0 con los goles del ‘Camote’ José Izquierdo (49′) y del ‘Bofo’ Alfredo García Besné (62′).

Con el nacimiento de esta Liga, los miembros impulsaron la creación de la primera Selección Nacional.

En 1923 la escuadra americanista efectúa una gira por Guatemala y con esto se convierte en el primer representativo nacional que interviene en un encuentro fuera de territorio mexicano.

A fin del año, a medio campeonato 1922-23, fue el América la base para la primera Selección Mexicana de futbol, que se enfrentó a Guatemala en enero de 1923. Se ganaron dos partidos y se empató el otro, y esos fueron los primeros juegos que oficialmente disputó un equipo mexicano de futbol fuera del territorio azteca. En dicho viaje, Carlos Garcés, nuestro jugador, inventó la famosa porra del “siquiti-bum a la bim-bom-bá”.

Pero los éxitos llegaron finalmente y de qué manera. El América logro desbancar a los conjuntos Ibéricos y ganó el campeonato durante cuatro temporadas seguidas desde la 1924- 1925 hasta la 1927 -1928. Fue un América con grandes logros y que con la mayoría de jugadores mexicanos en sus filas, ya que solo los ingleses William Heyder y James Bostok, así como el hondureño Juan José Amargós, fueron participes de los títulos.

La primera estrella en nuestro haber se obtuvo de manera invicta en la temporada 1924-25, título conquistado antes de que finalizara el campeonato. Bajo las órdenes de Rafael Garza Gutiérrez, ‘Récord’, nuestro equipo disputó12 partidos en el campeonato 1924-25 y ganó 10, empató dos, quedando invicto; anotó 21 goles y recibió solamente cuatro. De esa manera no había cuadro que le pudiera arrebatar el título, así que se coronó el 1 de marzo de 1925 cuando derrotó 1-0 al Asturias con gol de Juan Terrazas. Esa vez la alineación fue la siguiente: Ignacio de la Garza; Manuel Yáñez, Rafael Garza Gutiérrez; Francisco Henríquez, Enrique Esquivel, Luis Cerrilla, Rosendo Terrazas, Pedro Legorreta; Guillermo Márquez Acuña, Horacio Ortiz, Juan Terrazas. Además, Ernesto Sota conquistó el título de goleo individual con 10 anotaciones.

El bicampeonato se dio rápidamente. Llegaron al equipo Juan José Amargós Nieves Hernández, William Heyder, Agustín Ojeda, Javier Pister y Pelegrín de Prida. De nueva cuenta con Rafael Garza Gutiérrez ´Récord’ como entrenador, disputamos 15 partidos en el campeonato 1925-26, ganamos 11, empatamos tres, y perdimos solo uno, este en la ronda final por él título. Fue en abril de 1926 cuando nuestro conjunto enfrentó al Asturias, equipo con el cual quedamos empatados en primer lugar de la tabla al concluir el calendario regular, por lo que la Liga determinó que el campeonato se definiera en una serie extra de tres encuentros entre ambos. Ganamos 2-1 con goles de Luis Cerrilla a los 24′, y Juanito Terrazas a los 77′ el primero cotejo, pero perdimos lo invicto 1-4 en el segundo duelo, luego de 24 meses sin perder. Esa vez Pelegrín de Prida anotó nuestro tanto al 55’. Todo debía definirse el 9 de mayo de 1926; y con gol otra vez de Juan Terrazas al minuto 60, ganamos el partido 1-0 y con ello el título. La alineación que presentamos fue con Ignacio de la Garza; Rafael Garza Gutiérrez, Agustín Ojeda; Rafael Rosales, Enrique Esquivel, Luis Cerrilla; Rosendo Terrazas, Horacio Ortiz, Ernesto Sota, William Heyder Juan Terrazas. De esta manera ya éramos considerados como el mejor equipo de la capital, por encima del España.

El Tricampeonato llegó en la temporada 26-27. De nueva cuenta los Cremas terminaron la campaña en primer lugar y por ende, obtuvimos el título. Jugamos 12 partidos en el campeonato 1925-26, ganamos 7, empatamos cuatro, y otra vez solo perdimos uno. A la generación de bicampeones americanistas se unieron previo al inicio del torneo de Liga, el jugador Benito Contreras proveniente del Deportivo Toluca así como Hesiquio Cerrilla y Francisco Garza Gutiérrez, además del arquero suplente Bracho y el director técnico Percy Clifford. El América, que se impuso sobre sus rivales durante el torneo, obtuvo su mayor goleada en la historia, al vencer 10-0 al Germania FV el 19 de diciembre de 1926. Al llegar a la última jornada solo necesitábamos del empate para coronarnos por tercera vez consecutiva pero la tarde del 5 de junio de 1927 con dos goles de Contreras a los 68’ y 70’ vencimos 2-1 al Aurrera en el viejo Campo de la Verónica y nos coronamos. Además, el equipo se quedó en definitiva con la Copa Challenger, un trofeo que, luego de la fundación de la liga en 1922, se había acordado sería entregado a la escuadra que consiguiera ganar la liga en tres ocasiones consecutivas. La alineación esa mañana fue con Ignacio de la Garza; Luis Cerrilla, Rafael Garza Gutiérrez; Francisco Henríquez, Rosendo Terrazas, Hesiquio Cerrilla; Agustín Ojeda, Carlos Garcés, Enrique Esquivel, Benito Contreras, Juan Terrazas.

Antes de iniciar la temporada de 1927-28, América enfrentó en dos ocasiones al Real Madrid. Ambos duelos arrojaron resultado favorable a los “Merengues”, primero 2-4 (goles azulcremas de Juan Terrazas y Carlos Garcés) el 4 de septiembre y después 3-5 (tantos de Benito Contreras, Juan Carreño que venía prestado del Atlante y Ernesto Sota). Una vez ya en competencia oficial, en la temporada 1927-28 llegó la hazaña, el tetracampeonato que en la década previa habían fraguado el Reforma Athletic Club y el Club España. Así se confirma que el Club América es el mejor equipo de la época. Una vez más Ernesto Sota fue el campeón goleador, ahora con 16 tantos. Jugaron 14 partidos, ganando 11, empatando dos, y cayendo una vez, ante el Necaxa. Obtuvo su cuarto título con 24 puntos de 28 posibles, 40 goles a favor y 19 en contra. Llegaron al equipo James Bostok, Carlos Carral, Adalberto Muñoz, Manuel Romero, Guillermo Romero Vargas, Pedro Suinaga y Roberto Gayón. El último juego lo disputaron el 11 de noviembre de 1928, ante el Aurrera y conquistaron el título al ganar 3-1 con los goles de Muñoz 15′, Carral 42′, Gayón 72′. La alineación fue con Ignacio de la Garza; Hesiquio Cerrilla, Charles Newmayer; Luis Cerrilla, Rafael Garza Gutiérrez, Manuel Romero Vargas; Carlos Garcés, Guillermo Márquez Acuña, Carlos Carral, Roberto Gayón y Adalberto Muñoz.

El buen momento vivido por el América fue motivo para que los federativos consideraran a la escuadra Azulcrema para ser la base de la Selección Nacional para los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928, donde Ignacio de la Garza, Rafael Garza Gutiérrez, Luis Cerrilla, Pedro Suinaga, Juan Terrazas, Ernesto Sota, Benito Contreras y Carlos Garcés fueron parte del equipo. Cabe mencionar que Agustín Ojeda, Adeodato López y Nieves Hernández, los tres campeones con los Cremas y que en 1928 habían ya cambiado de aires, también fueron citados a la Olimpiada.

La extraordinaria época dorada azulcrema se vio interrumpida en la campaña 1928-29 al finalizar en la tercera posición de la tabla general. Isidoro Sota, Jorge Sota, Rafael Navarro y el extraordinario Alfredo «El Viejo» Sánchez se integraron al equipo antes de concluir la década. En el torneo 1929-30 salimos subcampeones y Jorge Sota se proclamó como campeón de goleo con 12 tantos.

1931 - 1940

El paso a los años treinta fue para el América un período duro de transformación. Con el fin de los años 20, se cerró también la época dorada de los azulcremas. Paulatinamente se retiraron jugadores de la primera gran generación y emergían nuevos valores. Gente como ‘Récord’, Nacho de la Garza, los Sota, los Terrazas, los Cerrilla entre otros fueron dejando sus lugares a nuevos elementos que destacarían como son los casos de Luis García Cortina, el famosísimo ‘Tití’, Enrique ‘Chamaco’ Ostos, Rafael Mollinedo, Armando Frank, Luis ‘Pirata’ Fuente y la nueva joya del equipo: Octavio ‘La Pulga’ Vial.

Parecía que en el campeonato 1929-30 el América volvería por sus fueros, pero a final de cuentas salimos subcampeones, un punto abajo de los albinegros del España.

Para la Copa del Mundo en Uruguay 1930, fueron convocados nuestro jugadores Rafael Garza Gutiérrez ‘Récord’, Alfredo ‘Viejo’ Sánchez, Isidoro Sota, Francisco Garza Gutiérrez y Roberto Gayón, que inclusive anotó un gol a Argentina el 19 de julio de 1930.

Después de la suspensión de la Liga 1930-31 y con la nueva denominación de Liga Mayor, el Club América fue perdiendo protagonismo. Ocupó el 4°, 6° y 4° lugar respectivamente en los torneos 1931-32, 1932-33 y 1933-34, para terminar como sub-campeón del torneo 1934-35, solo por debajo del Necaxa, idéntica situación que repitió en la siguiente temporada 1935-36.

Los años 30 no fueron una buena etapa para el América, pues lo único que pudimos ganar fue la Copa México en 1937-1938, el 24 de marzo de 1938, al derrotar 3-1 al España con goles de Enrique Ostos, ‘Charro’ Argüelles y Octavio Vial. La alineación que el técnico Rafael Garza Gutiérrez utilizó fue ésta: Rafael Mollinedo; Daniel Gómez, Armando Franck; Norberto Rosas, Juan Andrade Pradillo, Alfredo ‘Viejo’ Sánchez; Enrique Ostos, Octavio Vial, Luis ‘Pirata’ Fuente, ‘Charro’ Argüelles y Jorge Sota. Antes, en esta misma competencia perdimos las finales de 1933-34, 1936-37 contra el Asturias.

Además de lo anterior, lo más relevante que sucedió en esta década fueron algunos buenos juegos internacionales; Derrotamos al Athletic Club, el 28 de julio de 1935, por 2-1. Hubieron también una victoria ante el FC Barcelona, 2-0, el 20 de junio de 1937. El 7 de noviembre de 1937 empatamos a dos contra la notable Selección Vasca.

1941 - 1950

La década de los años 40 no fue la mejor del equipo. Lo más relevante fue que Octavio ‘Pulga’ Vial se coronó campeón de goleo en la temporada 1940-41 al anotar 15 goles.

A partir de estos años se empieza a reconocer la existencia del modelo del “jugador profesional de futbol” para darlo de alta en la entonces Secretaría del Trabajo y otorgarle sus derechos laborales, así como establecer sus obligaciones de contribuyentes. Fue así que el 6 de abril de 1943, a iniciativa de nuestro presidente César Martino, los clubes integrantes de la Liga acordaron promover el registro formal de la profesión “Jugador de Fútbol” en la secretaria del trabajo.

Es así que a partir de la temporada 1943-44 se integran equipos de otras Ligas del interior de la República en la Liga Mayor, la única afiliada a la Federación Mexicana de Fútbol, la única oficial y nacional. Uno de esos nuevos conjuntos invitados a participar en el torneo es el Deportivo Guadalajara. Previo al inicio de la Liga, se disputó el torneo de Copa, todavía 1942-43 y jugamos por primera vez un primer partido oficial ante éste cuadro, cayendo 0-1 en el Parque Oblatos.

Ya en la temporada de Liga 1943-44 se disputan los dos primeros cotejos de Liga contra el equipo tapatío, en los cuales dividimos triunfos, primero el 16 de enero de 1944 ganaron ellos como locales 1-3; El 20 de febrero de 1944 se jugó el segundo partido de la historia entre el Guadalajara y América y el resultado es de los que dejan huella, que dio origen a escándalo y riña.

A los treinta minutos del primer tiempo y como consecuencia de un incidente entre el americanista Scarone y el tapatío Térile, se desató una espectacular batalla campal en la cual tomaron parte casi todos integrantes de ambos conjuntos. El árbitro López de la Oza expulsó por el América a Orvañanos y Caffaratti. Por el Guadalajara a Gutiérrez y Lozano.

Esa vez alineamos de la siguiente manera, en lo que fue nuestra primera victoria ante el conjunto que años adelante, nacería el Clásico de Clásicos: José Moncebáez; Manuel Gutiérrez, Ignacio Díaz; Ramón Barón, Roberto Scarone, Pedro Vera; Guido Matamoros, Leopoldo Proal, Luis García Cortina, Florencio Caffaratti y Julio Orvañanos, todos ellos bajo el mando de Luis Regueiro. Esa tarde en el Parque Asturias, Proal anotó cuatro goles, Matamoros dos y el ‘Titi’ García Cortina uno. Ganamos 7-2.

El momento más destacado de estos años se presentó al llegar a la final de la Copa México 1944-45 ante el Puebla, con quien se perdería 4-6 el 17 de junio de 1945. Octavio Vial dos veces, Mateo Nicolau y Roberto Scarone, anotaron nuestros goles esa vez.

1951 - 1960

Durante las temporadas 1950-51, 1951-52 y 1952-53, nuestro equipo tuvo malos resultados. Una serie de crisis, tanto deportivas como económicas, hicieron eco en nuestra institución. Se buscó salvar la causa americanista a como diera lugar y el cómico mexicano Mario Moreno “Cantinflas” fue nombrado presidente honorífico de la institución con el afán de que ayudara económicamente al equipo.

Pero los buenos resultados llegaron para la temporada 1953-54 cuando conquistamos la Copa México en un duelo que quedó para la historia. De entrada quedamos en el Grupo B donde superamos al León, Atlas y Toluca. Calificamos a una triangular final junto al Atlante y Guadalajara. Quedamos empatados con el equipo tapatío en primer lugar y tuvimos que disputar una finalísima ante ellos. Fue así que el 12 de mayo de 1954 en el estadio Olímpico Ciudad de los Deportes, nos coronamos al ganar en un juego épico al duro equipo del estado de Jalisco. El partido en los noventa minutos terminó empatado sin goles, y en tiempo extra cada conjunto marcó un tanto. José Santiago hizo nuestro gol al minuto 101 de tiempo corrido. El árbitro Sunderland decretó el final del juego y los equipos se alistaron para definir al ganador del trofeo en serie de penaltis. Pero había un detalle: al ser reiniciado el segundo tiempo, fue expulsado nuestro arquero Manuel Camacho. Este había sido fauleado feamente por Javier de la Torre y nuestro jugador agredió al tapatío. Esto originó inmediatamente una batalla campal en la que intervinieron casi todos los jugadores. El nazareno expulsó a Camacho y Eduardo González Palmer ocupó su puesto en el marco azulcrema. De manera que además de jugar más de la mitad del partido con un hombre menos, deberíamos afrontar la serie de penales por el campeonato, con un centro delantero bajo el marco, debido a que no teníamos arquero. Pero el grandioso Palmer se vistió de héroe al detener el segundo disparo de Rivera, mientras que por nosotros, Emilio Fizel anotó sus tres tiros y nos coronamos ante la algarabía de la gente. Esa noche mágica, nuestro entrenador Octavio Vial mandó a la cancha la siguiente alineación: Manuel Camacho; Norberto Iácono, Rubelio Esqueda, Manuel Gutiérrez; Héctor Ferrari, Pedro Nájera; José ‘Pepín’ González, José Santiago, Eduardo González Palmer, Emilio Fizel y José ‘Curro’ Buendía. Cuatro días después disputamos el trofeo de Campeón de Campeones ante el Marte y sucumbimos por la mínima diferencia.

Para la siguiente temporada, la 1954-55 se repitió la historia y una vez más, nos enfrentamos en el partido decisivo del torneo de Copa ante el Guadalajara. Luego de haber derrotado al Oro y al Atlante, disputamos la mañana del 6 de marzo de 1955 de nueva cuenta en el estadio Olímpico Ciudad de los Deportes la final y derrotamos a los tapatíos otra vez, ahora por 1-0 con un tanto de nuestro capitán, Manuel Cañibe al minuto 48. De nueva cuenta bajos las órdenes de Octavio Vial, el equipo formó así: Manuel Camacho; Norberto Iácono, Héctor Uzal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Héctor Ferrari, Rubelio Esqueda; Emilio Fizel, José Santiago; José Luis Lamadrid, Manuel Cañibe y Gerardo Nava.

Fue así, luego de dos finales de Copa consecutivas, como se comenzó a gestar la rivalidad entre el Deportivo Guadalajara y el Club América.

Cuatro días después vino nuestra revancha en el Campeón de Campeones, ahora jugando ante el Zacatepec, conjunto al cual vencimos 3-2 la noche del 10 de marzo de 1955 con tantos de Manuel Cañibe a los 65′, 85′ y Pedro Nájera al minuto 62. Nuestro cuadro esa noche inolvidable fue con Manuel Camacho; Norberto Iácono, Héctor Uzal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Héctor Ferrari, Rubelio Esqueda; Emilio Fizel, José Santiago, Pedro Nájera, Eduardo González Palmer, Manuel Cañibe.

En el campeonato de Liga 1958-59, Eduardo González Palmer se proclamó campeón de goleo con 25 anotaciones.

Fue el 22 de julio de 1959, justo cuando ya se disputaba el campeonato de Liga 1959-60 que el dueño del equipo, don Isaac Bessudo decidió venderle a don Emilio Azcárraga Milmo, dueño de Telesistema Mexicano, los derechos de la franquicia del Club América. Bessudo llamó a los jugadores y al entrenador Fernando Marcos y los reunió en el restaurante El Gallito, en Insurgentes Sur. Luego de comer, presentó al nuevo dueño del equipo. Tras la presentación de rigor, las primeras palabras que el nuevo propietario dijo fueron las siguientes: «Yo no sé nada de futbol, pero sí sé de negocios y voy a convertir al América en un negocio bien administrado y redituable». Y no se equivocaría. Azcárraga Milmo llevaría al América a los más altos peldaños del fútbol mexicano, tras tomar una postura basada en la contratación de figuras extranjeras.

El presidente nombrado por Azcárraga fue Darío Pastrana y se mantuvo a Fernando Marcos en el puesto de entrenador. El primer partido americanista bajo la nueva administración fue contra Zacatepec, que era dirigido administrativamente por Guillermo Cañedo de la Bárcena y entrenado por Ignacio Trelles. La fecha fue el 26 de julio, dentro de la jornada 5 del torneo de liga. Ganaron nuestro Cremas 4-3 con goles anotados por Paquito Valdéz a los 29’, Mario Pavéz a los 34′, 36′ y Juan Soto a los 70′. La primera alineación en la era de Emilio Azcárraga fue con Walter Ormeño; Juan Bosco, Alfonso Portugal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Juanito Arrieta, Pedro Nájera; Paquito Valdéz, Juan Soto, Eduardo González Palmer, Mario Pavéz y José ´Pepín’ González.

Un suceso importante en la vida del club estaba por llegar. El América entró en una buena racha y ganó consecutivamente los siguientes cuatro partidos, incluido el que se jugó contra el Guadalajara en la fecha 7, el 5 de agosto. Los goles de Eduardo González Palmer a los 23’ y 61 minutos escribieron el dos a cero en el marcador. Más adelante en la jornada 11, derrotamos al Oro con el mismo marcador con tantos del finísimo mediocampista Mario Pavéz a los 75’ y 88 minutos. Transcurrieron dos jornadas más para que nos enfrentáramos al tercer equipo tapatío de la competencia: el Atlas. Una vez más, el resultado final, fue dos a cero a favor de nuestros Cremas. El propio Pavéz al minuto 23, y Carlos Calderón de la Barca a los 53′ escribieron el tanteador.

Coincidentemente, los tres partidos disputados contra los equipos tapatíos terminaron a favor nuestro con el mismo marcador. De manera que nuestro Director Técnico Fernando Marcos ironizó con ello y declaro que “America no viene a Guadalajara a ganar. Eso es rutina. Nosotros venimos a cambiar el número de la larga distancia. Cada que quisieran llamar a la ciudad de Guadalajara por teléfono, deberían marcar 2-0, 2-0, 2-0, por cortesía del América”.

Esas palabras de Marcos molestaron mucho a los jugadores y entrenador del Chiverio y prendieron la mecha, por lo que estos prometieron vengarse en el siguiente partido que jugarían, en la segunda vuelta del torneo. En la memoria de algunos tapatíos también estaba fresco el recuerdo de las finales de Copa México que habían perdido con nosotros consecutivamente en 1954 y 1955.

Así que llegó al partido de la segunda vuelta del torneo y previo al juego se desató un interés inusitado tanto por ambos equipos, así como por afición y prensa. Era un hecho que las palabras de Marcos terminaron por fomentar la rivalidad por la disputa entre Jalisco y la Capital ya que el regionalismo tapatío de aquellas épocas y el orgullo capitalino, buscaron imponer su supremacía desde las primeras confrontaciones. El Deportivo Guadalajara gozaba de una plena identificación con las clases populares, mientras que el Club América, un equipo de orígenes aristocráticos, en el que los capitalinos depositaban sus esperanzas de poner fin al reinado del conjunto tapatío, que era el vigente campeón.

Así que la fecha del 12 de noviembre de 1959 está marcada en la historia de nuestro equipo porque fue cuando oficialmente nació el “Clásico de Clásicos”. Los jugadores tapatíos salieron enardecidos a darlo todo y los nuestros no se quedaron atrás. En un juego de alto riesgo, perdimos 1-2 y al terminar el duelo, estuvo a punto de estallar la bronca en el estadio Olímpico Universitario, y finalmente no tuvimos más que aceptar las burlas del equipo rival, que en el campo ganaron a buena lid, pero dejaron un legado que perduraría para siempre. El gol de Mario Pavéz a los 74 minutos fue insuficiente, aunque histórico, ya que es el primer gol americanista jugando ya el famoso “Clásico de Clásicos”.

El cambio en la administración del equipo funcionó como un revulsivo y el América terminó en la segunda posición del campeonato, por lo que se auguraban buenos tiempos.

1961 - 1970

Azcárraga Milmo sabía que el Guadalajara era el equipo del pueblo, aquél que solo jugaba con mexicanos, y decidió hacer del América el rival odiado, ‘El villano de la película’, y por ende, tenía que hacer lo primero que el equipo tapatío no podía: contratar a extranjeros y que fueran los mejores. El primer jugador foráneo en llegar al América bajo el mandato de Azcárraga fue el argentino Ángel Osvaldo Schandlein, procedente del Boca Juniors.

Luego de quedar en el sexto lugar en la temporada 1960-61, después de haber sido subcampeón en el torneo inmediato anterior, primero de Azcárraga, este, decidido a ganarlo todo, contrató a Guillermo Cañedo de la Bárcena, quien fungía como Presidente del Zacatepec para que se hiciera cargo del destino del equipo. Le otorgó toda su confianza para la adquisición de jugadores y contratación de Cuerpo Técnico. Lo primero que Cañedo hizo, fue traer a su hombre de confianza para la dirección técnica. Así que llegó al equipo nuestro ex jugador de la temporada 1943-44, Ignacio Trelles, ahora afamado entrenador. Y con él empezó el arribo de grandes figuras extranjeras, que dejarían huella en el equipo. Iba a comenzar pues la temporada 1961-62 y los brasileños José Alves ‘Zague’, Ney Blanco de Oliveira, Urbatao Calvo y Francisco Moacyr Santos, así como Ronald Martell de Curazao fueron presentados como refuerzos. Y el quipo comenzó a funcionar de manera hermosa, con el sistema que Trelles les enseñó, y terminaron el torneo como subcampeones.

La buena racha siguió y para el torneo 1962-63 solo arribó el arquero argentino Ataulfo Sánchez, que llegó a competir con el veterano Manuel Camacho para cubrir el hueco que dejó el extraordinario peruano Walter Ormeño quien salió del equipo al haber sido suspendido un año por agredir a un árbitro en un duelo contra el Toluca en la 1960-61. Cabe destacar el debut del joven Javier ‘Chalo’ Fragoso, elemento de extracción americanista que con el tiempo se convertiría en un referente azulcrema. El equipo quedó en el tercer puesto de la competencia pero se auguraban mejores tiempos. En este campeonato le dimos la bienvenida en el máximo circuito a los Pumas de la Universidad Nacional y la primera vez que se jugamos ante ellos fue en la jornada uno, el 1 de Julio de 1962, en el estadio de la Ciudad Universitaria, en aquel entonces, todavía casa de los Millonetas. El resultado fue favorable a los Canarios 2-0, con goles de Francisco Moacyr y Antonio Jasso.

Para la campaña 1963-64 se mejora mucho. Llegan el brasileño Luis Juracy así como el arquero mexicano del Zacatepec, Jorge Iniestra. Los números fueron realmente buenos, tuvimos una gran racha sin perder desde la jornada tres hasta la trece. En la fecha 14 caímos con los Cañeros en el estadio Agustín ‘Coruco’ Díaz pero el equipo de Trelles no desmejoró y solo quedamos atrás del Guadalajara al final, logrando así el subcampeonato.

La directiva decidió la salida de Trelles, que se fue con dos subcampeonatos y un tercer lugar, un decoroso trabajo pero se tenían mayores objetivos. En su lugar llegó Alejandro Scopelli, argentino que jugó en la primera Copa del Mundo de 1930 en Uruguay y que desde 1939 tenía experiencia dirigiendo a equipos en Sudamérica y Europa. Su primera prueba fue la Copa México, ahora conocida como ‘Copa Presidencial’ y mejor inicio no pudo tener.

Nuestro equipo ganó por fin un título en la era de Emilio Azcárraga, fue el primero. Lo ocurrido entre el 5 de marzo en que jugamos la jornada 1 de la Copa ante el Orizaba y el 21 de abril cuando disputamos la final ante el Monterrey quedó escrito en el libro de oro americanista.

Además de pasar sobre el mencionado Orizaba, eliminamos al Necaxa y al Toluca, aquí con gran enojo de la gente en su estadio, donde salimos a botellazos el 12 de abril. Ya en la gran final, en dos juegos, dispusimos de la Pandilla regiomontana. El primer duelo terminó empatado sin goles, por lo que se jugó otro, que sería a muerte. Nuevamente en el tiempo reglamentario quedamos empatados, ahora a uno, con tanto de José ‘Pepín’ Gonzalez a los 74 minutos. El cotejo se fue a una maratónica serie de penales. Raúl Chávez ejecutó por los regiomontanos y Alfonso ‘Pescado’ Portugal hizo lo propio por nuestro equipo. Seis disparos lanzó cada uno y nosotros solo fallamos uno, por lo que alzamos la Copa. La alineación que el ‘Conejo’ Scopelli mandó al césped del estadio Olímpico Universitario esa noche fue con Jorge Iniestra; Juan Manuel ‘Gato’ Lemus, Juan Bosco, Alfonso Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Ángel Osvaldo Schandlein, José ‘Pepín’ González; José Alves ‘Zague’, Javier Fragoso, Luis Juracy y Federico Ortiz Maldonado, que debutó en el primer partido de la final.

La felicidad era total, de parte de nuestro equipo, y así empezamos a preparar la siguiente Liga, 1964-65, que sería el primer torneo largo de Scopelli al mando nuestro. Alfredo ‘Negro’ del Águila así como Jorge Abel Vázquez de Argentina reforzaron al equipo, además de ser promovido de fuerzas básica el novato Jorge ‘Coco’ Gómez.

En el torneo de Liga quedamos en cuarto lugar destacando el equipo por haber sido el conjunto menos goleado del torneo. Durante esta competencia jugamos por primera vez contra el Cruz Azul, recién ascendido a la Primera División. Fue en la Jornada 13 del Torneo de Liga 64-65, el 30 de Agosto de 1964, en el estadio 10 de Diciembre de Jaso Hidalgo. El resultado fue favorable a nosotros 2-1, con goles de Marín Ibarreche y Alfonso Portugal.

Pero lo bueno llegó de nueva cuenta en el torneo de Copa. De entrada dos cracks brasileños llegaron para disputar este certamen. Arlindo ‘Memín’ dos Santos y el famoso doble Mundialista, campeón en Suecia 1958 y Chile 1962 Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’.

Mejor debut no pudieron haber tenido. Pasamos sobre el Toluca, Zacatepec y Universidad Nacional en la ronda de grupos. Al Cruz Azul lo derrotamos en las semifinales y en la final dimos cuenta del Morelia, el 7 de marzo de 1965 en el estadio Olímpico Universitario. El marcador de ‘cuatro-cero’ lo dice todo. Los goles fueron anotados por Javier ‘Chalo’ Fragoso a los 21 minutos y a los 50. Vavá se estrenó en México con un par de tantos, a los 53’ y 83 minutos. Alejandro Scopelli se convirtió en técnico bicampeón y alineó a Ataulfo Sánchez; Severo de Sales, Juan Bosco, Alfonso Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Víctor Mendoza, Antonio ‘Güero’ Jasso; Federico Ortiz Maldonado, Javier ‘Chalo’ Fragoso, Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’ y Arlindo dos Santos.

Así es como, con dos títulos de Copa en su haber, Alejandro Scopelli prepararía el plantel para afrontar el siguiente torneo de Liga, 1965-66, que sería el último que jugaríamos como locales en el estadio Olímpico Universitario y que nos otorgaría una gran satisfacción.

En dicha temporada, aquella maravillosa donde Zague fue campeón de goleo con 20 tantos, donde Arlindo fue subcampeón de la misma especialidad con 18 goles, los Cremas de coronaron, luego de 38 años de sequía en torneos de Liga. El América empezó el torneo a tambor batiente pero el título se decidió justo en la última fecha, jugando contra el Veracruz en la cancha del estadio Olímpico Universitario el domingo 19 de diciembre de 1965, justo en la jornada 30 del certamen. Tenían los Cremas que ganar, para rebasar al Atlas y al Guadalajara. Nuestros muchachos lo hicieron, con aquellos grandes goles de Javier ‘Chalo’ Fragoso a los 34 minutos y el inolvidable gol Olímpico de Jorge ‘Coco’ Gómez faltando diez para que terminara el juego.

Pero lo peculiar del torneo para el América, fue que tuvo tres entrenadores en la temporada. Tres directores técnicos diferentes, siendo siempre o casi siempre los líderes del torneo. Como se mencionó anteriormente, el torneo lo comenzó el ‘Conejo’ Scopelli, que estuvo de la jornada 1 a la 20. Le siguió ‘Monche’, José Moncebáez que era su auxiliar y que con la enfermedad del primero, se hizo cargo del equipo. Había sido portero de nuestro equipo en de 1941-42 a 1944-45. Estuvo hasta la fecha 25. Finalmente para sorpresa de todos, en la jornada número 26 es nombrado como nuevo entrenador de los Cremas el uruguayo Roberto Scarone, también ex jugador de nuestro equipo de 1943 a 1945, sin aparente razón para ello. En un principio se anunció como una dupla, con el mismo Moncebáez, pero este, técnico vigente, no lo acepto. Así que Scarone se encargó de guiarnos al final del torneo y contra los Tiburones Rojos, la mañana que nos coronamos, dispuso la siguiente alineación: Ataulfo Sánchez; Javier ‘Titino’ Martínez, Juan Bosco, Alfonso ‘Pescado’ Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Alfredo ‘Negro’ del Águila, Víctor Mendoza; Jorge ‘Coco’ Gómez, Arlindo dos Santos, José Alves ‘Zague’ y Javier ‘Chalo’ Fragoso.

Fue extraño como faltando solo cinco fechas para terminar el campeonato, la Directiva americanista se aventuró a hacer un cambio tan importante, que para el agrado de todos, no impidió que ese gran conjunto que habían formado Scopelli y Moncebáez a lo largo de 25 jornadas, no se desdibujara y finalmente, para delirio de la gente, el equipo volvió a ser campeón de liga.

Y para festejar el campeonato obtenido, así como nuestros primeros cincuenta años de vida, el América se mudaría de estadio, a uno propio, maravilloso, construido explícitamente para un equipo grande, y América lo empezaba a ser.

Cuando don Emilio Azcárraga Milmo compró a los Cremas, decidió la construcción del Estadio Azteca. La obra que empezó en 1962, duró cuatro años y en 1966 quedó listo para su inauguración y flamante para ser la sede principal del Mundial de Futbol en México en 1970. El Coloso de Santa Úrsula, como coloquialmente le llaman también, fue nombrado «Estadio Azteca» mediante un concurso, en el que se invitó a los aficionados de toda la república a participar.

Construido por el Arq. Pedro Ramírez Vázquez e inaugurado el 29 de Mayo de 1966 a las 12:00 horas. Más de 105,000 espectadores se reunieron en el que era el estadio más moderno del mundo en su momento, para presenciar el partido inaugural entre los Cremas del América y el Torino de Italia. El saque inicial estuvo a cargo del entonces Presidente de México, Lic. Gustavo Díaz Ordaz, teniendo como testigo al Presidente de la FIFA, Sir Stanley Rous.

El mejor árbitro mexicano del momento, Fernando Buergo, auxiliado por su hermano Felipe y Ramiro García, fueron testigos del saludo de los capitanes en el centro de la cancha, en donde Alfonso Portugal daba la bienvenida al fútbol del mundo como capitán del América. A los 10 minutos del juego, llegó el primer gol en la historia del estadio, por conducto del brasileño Arlindo dos Santos, con un disparo desde fuera del área que provocó la explosión de júbilo de los aficionados. Ese encuentro finalizó empatado a 2 goles. El segundo tanto americanista fue de José Alves ‘Zague’, luego reaccionarían los italianos al emparejar los cartones. Así saltamos a la cancha en la gran fecha, atrás: Ataulfo Sánchez; Alejandro “Titino” Martínez, Alfonso “Pescado” Portugal, Gilberto Vega, Martín Ibarreche; Víctor Mendoza, Alfredo ‘Negro’ del Águila, Arlindo dos Santos; José Alves ‘Zague’, Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’ y Jorge ‘Coco’ Gómez. El entrenador era Ángel Papadópulos.

En febrero de 1968, Panchito Hernández es llamado por el presidente Cañedo para colaborar con él, como secretario técnico del equipo. Y para la temporada 1969-70, el flamante nuevo directivo azulcrema empieza hacer una renovación paulatina en el plantel que se estaba envejeciendo. Panchito logra cuatro grandes contrataciones, Robert ‘Monito’ Rodríguez, Guillermo ‘Campeón’ Hernández, Mario ‘Pichojos’ Pérez y la más mediática e importante: Enrique Borja.

La compra, al equipo Universidad de la carta de Enrique Borja, fue una verdadera bomba para toda la gente. Tan sorpresiva, que, en un principio, el ídolo goleador se negó rotundamente a firmar su contrato. Pero una vez platicado con el Sr. Cañedo, Enrique fue convencido, y tal vez sin saberlo, firmó un contrato que lo llevaría al estrellato, a ser la máxima figura nacional e ídolo de la gente en su tiempo; aparte de sus características siempre especiales como jugador y goleador lo principal en él era su don de gente, su forma de ser y esa chispa que siempre tuvo y que lo mantuvo de romance con la afición, incluso hasta después de su retiro.

Previo al Mundial que se disputaría en México, llega al América un jugador chileno, poco conocido para los mexicanos, pero recomendado por nuestro ex entrenador Alejandro Scopelli y muy bien observado por Panchito Hernández. Su nombre, Carlos Reinoso, procedente del modesto club Audax Italiano de su país natal, futbolista de la selección chilena, hombre en el cual se tenían grandes esperanzas. En su primera temporada como azulcrema tuvo una actuación regular, pero en su segundo torneo o sea la campaña 1970-1971, se convertiría en el mejor jugador de la temporada y con el tiempo, no solo eso, llegaría a ser “el mejor jugador extranjero de todos los tiempos en México”.

1971 - 1980

Para la temporada 1970-71 llega el cambio en el futbol mexicano. Era un cambio radical en el sistema de competencia, algo que revolucionaría al futbol y a los clubes: de aquí en adelante se jugaría una serie final que definiría al equipo campeón en un enfrentamiento, a visita recíproca, en esta ocasión entre los dos ganadores de cada grupo del torneo. Así es como nace la liguilla.

Y es precisamente con la creación de la liguilla, que el América nace como verdadero protagonista, Se conjugó un plantel de hombres, que están en la historia como el primer equipo campeón en una liguilla. Los nuevos jugadores del americanistas fueron: Fernando Santillán, Luis Miguel Barberena, Prudencio ‘Pajarito’ Cortés, Eduardo del Mazo, Roberto ‘Negro’ Hodge y Antonio Martins ‘Toninho’. A estos les sumamos los que quedaban del plantel que eran los legendarios Alfredo del Águila y Fernando “Perro” Cuenca, así como Horacio López Salgado, René ‘Popeye’ Trujillo, Amado ‘Tarzán’ Palacios y los novatos Juan Manuel Borbolla, Sergio Ceballos, Antonio Zamora, Luis Haneine, Rubén Cárdenas, José Luis Rosette, ‘Pichojos’ Pérez, el ‘Campeón’ Hernández y el ‘Monito’ Rodríguez, más los ya citados Borja, Reinoso, El campeonato 1970-1971 para el América tuvo la peculiaridad de empezar muy mal, el entrenador era el argentino Luis Grill, tuvo muy poco éxito, y dirigió hasta la jornada ocho, cuando estábamos en el lugar catorce. Lo más recordado de éste entrenador es que dejó fuera del plantel a la gran figura, Javier ‘Chalo’ Fragoso, adorado por miles de fans, que nunca entendieron el porqué de la decisión de desprenderse del popular jugador. Entonces, José Antonio Roca, que trabajaba administrativamente en la Federación Mexicana de Futbol, llega al club, pero como ¡entrenador!, esto a sugerencia que Pedro Portilla, dirigente del equipo, hizo al Sr. Cañedo. Roca llegó y puso orden, hizo un cambio que fue muy criticado por muchos en su momento: movió del extremo a López Salgado, lo reubicó en su posición natural, centro delantero, alternándolo con Borja, quien se quedó finalmente con la titularidad; y no sólo eso, también se queda con el campeonato de goleo individual del torneo con 20 goles. Aun así, López Salgado se convirtió en un relevo de lujo. También Roca ocupó los extremos con Roberto ‘Monito’ Rodríguez por la derecha y a Juan Manuel Borbolla por la izquierda. Dos auténticos ‘aviones’. A esto, se suma la mejor media cancha de México, con el chileno Hodge como hombre de contención, con el brasileño ‘Toninho’ como medió ofensivo y con el mejor “táctico” de México, Reinoso. Muy pocos se imaginaban que Roca tendría tal éxito. El equipo terminó en primer lugar de la tabla de clasificaciones, y con esto aseguró el pase a la final, donde jugó contra el líder del otro grupo, el Toluca. Y en un doble enfrentamiento, el 1 de agosto de 1971, en el monumental estadio Azteca, con goles del divo Reinoso a los 12 minutos y López Salgado a los 74’, ganó por 2-0 y se coronó campeón de Liga. La alineación que Roca mandó a la cancha fue con Prudencio Cortés; René Trujillo, Antonio Zamora, Guillermo Hernández, Mario Pérez; Roberto Hodge, Antonio Martins ‘Toninho’, Carlos Reinoso; Roberto Rodríguez, Enrique Borja (Horacio López Salgado 45’) y Juan Manuel Borbolla.

Si la temporada 1970-71 fue excelente, la 1971-72 no se quedó atrás. Ya más acoplado el equipo, solo registró un cambio. Se fue Horacio López Salgado y llegó el chileno Osvaldo Castro, mejor conocido como el ‘Pata Bendita’, procedente del Deportes Concepción de su país. Y los Cremas, bien embalados, tuvieron un torneo muy bueno. Se hicieron 48 puntos, se anotaron más goles. Enrique Borja de nuevo, se coronó como campeón goleador ahora con 26 goles. El equipo, como campeón que era, jugó inmejorablemente y cuando más que nunca se tenían las esperanzas de refrendar el título conseguido el año anterior, se llegó a la final contra Cruz Azul el 9 de julio de 1972 y a pesar de ser el gran favorito, perdimos por 1-4, en lo que ha sido una de las más grandes decepciones y tristezas americanistas de la historia. El gol de Borja en el minuto noventa, de nada sirvió para asimilar tal desastre. Es aquí, donde nace precisamente la rivalidad entre estos dos equipos capitalinos, pues Cruz Azul, llegado del estado de Hidalgo para jugar a partir de esta campaña en el estadio Azteca, empezó a segmentar la Ciudad de México, y ya como campeón, adquirió un notable número de seguidores. Fue una derrota dolorosa, pero lo hecho en la temporada, ahí quedó.

Inmediatamente se disputó el torneo de Copa de la misma campaña 1971-72 y lo digno de destacar fue un golazo de media cancha que Carlos Reinoso le anotó al Atlético Español la mañana del 20 de agosto. El chileno marcó el tanto histórico, ya que fue al reanudar el partido después de un gol en contra. El arquero era el ex-crema, Carlos Enrique Vázquez del Mercado. Ese gol, le dio la vuelta al país, ya que estaba en mente de todos, por una acción similar, ya que el Rey Pele, la había intentado en la reciente Copa Mundial, México 70 y no lo había logrado.

Luego de dos buenas temporadas vino un cierto declive y en la siguiente temporada, 72-73, el equipo no logró calificar a la liguilla. Dentro de lo poco destacable que sucedió en este torneo: el América ofreció un buen espectáculo y llenó todos los estadios donde se presentó. Se reforzó con dos buenos futbolistas, el escoces naturalizado canadiense John Kerr y el mexicano extremo derecho Albino Morales. Con ellos en el terreno de juego y bajo la batuta de Reinoso, Enrique Borja consiguió el tricampeonato de goleo individual, esta vez con 24 tantos. Un hecho histórico lo conseguido por el ‘Cyrano’.

La temporada 1973-1974 fue sin duda una de las más malas de nuestro a partir de la época de liguillas. Primero, porque las lesiones merman al equipo, entre ellas las de Reinoso, Juan Manuel Herrero, Alejandro Ojeda y Sergio Ceballos. Llegaron los uruguayos Gustavo León y Oribe Maciel, así como el brasileño Jader da Silva. Solo el primero cumplió.

El certamen se vio interrumpido a la mitad debido a que la Selección Nacional disputaría en Haití su pase a la Copa del Mundo de Alemania 1974. Durante este tiempo, se disputó el torneo de Copa. El goleador Enrique Borja se fue con México y el entrenador Roca le dio la alternativa a Osvaldo ‘Pata Bendita’ Castro, como centro delantero en esta competencia. Con varios suplentes y ausencias notables. Dentro de este evento, hace su debut contra el Torreón en la jornada 1, el novato zaguero proveniente del Zacatepec, Lino Espín. En este partido hubo un hecho que comentar: el reloj marcaba el minuto 80 cuando José Ángel Alcalá cometió falta dentro del área sobre el uruguayo Oribe Maciel y el árbitro Fermín Ramírez Zermeño decretó la pena máxima. Reinoso, nuestro tirador oficial se colocó frente al balón como siempre lo hacía al momento de tirar un penalti. El árbitro silbó y de pronto el ‘Pichojos’ Pérez entró al área, tocó el esférico al frente y el chileno disparó a gol ante la rápida salida del arquero rival, Raúl ‘Güero’ Navarro. La forma en que se cobró el castigo sorprendió no solo a los espectadores, tuvo el mismo efecto con el resto de los jugadores. Nadie entendía a ciencia cierta qué había pasado. El reglamento avala dar dos o más toques en un penal, aunque esto no sea una costumbre. Nuestros Cremas impusieron la modalidad, aunque no pudieron llevarla a cabo debidamente ya que el balón salió por un costado del marco enemigo. Finalmente ganamos el partido por la mínima diferencia. Además de los Diablo Blancos, nos enfrentamos al Atlante, Cruz Azul, Universidad Nacional y Jalisco en la ronda de grupos. Calificamos y en semifinales derrotamos al Zacatepec, para llegar a disputar la final contra Cruz Azul. En dos partidos derrotamos en el global a los Cementeros, en el juego de ida empatamos a un tanto y en la vuelta el 16 de diciembre de 1973 ganamos por 2-1, con goles de Hodge al minuto 8 y Castro a los 63’, en lo que representó una especie de revancha por la derrota de la final de la Liga 1971-1972. Esa tarde, el equipo formó así: Prudencio Cortés; Fernando Santillán, Luis Miguel Barberena, Lino Espín, Mario Pérez; Gustavo León, Roberto Hodge, Carlos Reinoso; Sergio Ceballos (Alejandro Ojeda 55’), Osvaldo Castro y Juan Manuel Borbolla (Luis Haneine 88’) .

Cabe mencionar que el ‘Pata Bendita’ respondió muy bien, y obtuvo además el título de Campeón Goleador de en la Copa con 10 tantos, por lo que Roca tuvo un dilema, ya que no sabía a quién alienar para la reanudación de la Liga, ya con el regreso de Borja. Una lesión de este facilitó la decisión al director técnico y Osvaldo se afianzó en la titularidad y reafirmó su extraordinario momento al coronarse también en la liga como máximo goleador, con 26 goles. Por cuarta vez consecutiva, el Club América tenía en sus filas al monarca de goleo. Eso, y el título de Copa obtenido por los muchachos fue lo destacable ya que por segundo año consecutivo no calificamos a la liguilla. Cruz Azul volvería a ser monarca de Liga y se enfrentaría de nuevo a nuestro equipo, en el partido de Campeón de Campeones, el 26 de mayo de 1974, mismo que ganó el cuadro cementero 2-1. El único gol americanista fue de Sergio Ceballos. Lo destacable en este juego, fue que Roca hizo debutar a un chamaco de fuerzas básicas, debido a la lesión del central titular Luis Miguel Barberena. Su nombre, Alfredo Tena Garduño. En su momento, esta decisión fue muy criticado por la prensa y medios de comunicación, al considerar que meter a novato en un duelo de tal magnitud e importancia era dar mucha ventaja. Pero algo le vio Roca a al novato para otorgarle esa responsabilidad. Y éste cumplió.

Si bien, la Copa dejó un sabor dulce, ya eran dos torneos en que no entrabamos a la lucha por el título de liga. La directiva hizo una renovación en el plantel y llegaron Rafael Puente, Marcos Rivas, Silvio Fogel, José Valdéz, Antonio de la Torre, Alejandro Romahn, Miguel Ángel Cornero, Jaime Álvarez, Raymundo Correa “Lola” y Néstor Rafael Verderi. ¡10 jugadores! Lamentablemente no se dieron los resultados y por tercer torneo consecutivo, el equipo no calificó a la liguilla y en la Copa quedó sin posibilidades de refrendar su título por lo que José Antonio Roca renuncia a la dirección técnica del equipo, luego de cinco años al frente de nosotros.

Lo valioso de esta nefasta temporada, fue el haber llegado a la ronda final del torneo de Copa, competencia en la que debuta el novato de fuerzas básicas Cristóbal Ortega. Fue el 5 de octubre de 1974 jugando contra el Ciudad Madero en el Azteca, juego que ganamos 4-0. Causó sensación y e inclusive lo invitaron a jugar a Maracaná un partido de exhibición junto al mismísimo Rey Pelé.

Una vez con la partida de Roca, Guillermo Cañedo y Panchito Hernández decidieron llevar a Raúl Cárdenas a la dirección técnica del equipo. La temporada 1975-76 habría de ser un reto, para los jugadores, que leales a Roca, no vieron con muy buenos ojos al principio la llegada de un técnico que los había vencido varias veces y la más dolorosa, en la final 71-72; para el propio DT que luego de haberlo ganado todo en el Cruz Azul, se había estancado y llegaba a reafirmar su conocimiento; y para la directiva, que tenía que demostrar que no se habría equivocado en llevar al entrenador archienemigo, a la banca azulcrema.

Cárdenas llegó y sus primeras palabras fueron: “El América tiene magníficos jugadores, pero hay que reforzase. Habrá también que cambiar la mentalidad y el estilo, impondré mi propio estilo” . Y para la sorpresa de muchos, pidió varios jugadores veteranos como refuerzos, cosa que sorprendió a más de uno. Javier Sánchez Galindo, Francisco Castrejón, Cesáreo Victorino y el veterano crack Mundialista en Inglaterra 1966 Alcindo Martha de Freitas llegaron en primera instancia. Se agregarían los sudamericanos Hugo Enrique Kiese de Paraguay y Manuel Rojas de Chile.

La primera prueba fue el torneo de Copa y lo pasaron satisfactoriamente, llegando a la final, que perdimos con los Tigres de la UANL. Los jugadores se tardaron un poco en asimilar el nuevo sistema, pero con el paso del tiempo, se realizó una extraordinaria competencia en la Liga y el equipo terminó como superlíder, calificando obviamente a la liguilla, luego de tres años de ayuno. La primera asignatura de Cárdenas estaba superada. Una vez en la ronda final, los Cremas tuvieron una participación perfecta y pasaron sobre la Universidad Autónoma de Guadalajara en cuartos de final, Unión de Curtidores en semifinales y la Universidad de Guadalajara en la final.

En el juego de ida jugado en el estadio Jalisco el 4 de agosto de 1976, con los goles de Alcindo 47′, Kiese 87′ y Reinoso 92′ éste, uno de los mejores goles en la historia americanista, al anotarlo de “rabona”, tras burlar a tres rivales, goleamos a los Leones Negros y todo quedó puesto para el domingo 8 de agosto en el Coloso de Santa Úrsula, cuando los Millonetas se coronaran al derrotar al equipo tapatío 1-0 con otro golazo del paraguayo Kiese al minuto 63’. La alineación que el ‘Güero’ Cárdenas mandó a la cancha fue con Paco Castrejón; René Trujillo, Miguel Ángel Cornero, Javier Sánchez Galindo, Mario Pérez; Javier García, Antonio de la Torre, Cesáreo Victorino; Carlos Reinoso, Alcindo Martha de Freitas y Hugo Enrique Kiese, ¡equipazo!

Y solo pasó una semana para que saltáramos al césped del Azteca para enfrentar a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, campeones de Copa, a los que vencieron 2-0 con tantos del ‘Confesor’ Miguel Ángel Cornero a los 37 minutos y del ‘Gran Chaparral’ Carlos Reinoso a los 44’. Paco Castrejón; René Trujillo, Miguel Ángel Cornero, Javier Sánchez Galindo, Mario Pérez; Javier García, Antonio de la Torre, Cesáreo Victorino (Cristóbal Ortega 46’); Carlos Reinoso, Alcindo Martha de Freitas (Enrique Borja 75’) y Hugo Enrique Kiese jugaron esa mañana. Así tomamos desquite por la derrota en la final de Copa y nos convertimos en Campeón de Campeones 75-76.

Y para cerrar con broche de oro este maravilloso campeonato, terminamos con un récord de imbatibilidad en nuestra meta, ya que estuvimos exactamente 775 minutos sin recibir gol en contra. El último tanto admitido por el América en todo el torneo fue en la jornada 37, el 11 de julio jugando contra el León, cuando el delantero de los “Panzas Verdes”, Walter Daniel Mantegazza, le anotó a Rafael Puente, al minuto 25 minuto del juego. Luego vinieron los partidos de las jornadas 38 ante Zacatepec (4-0 con Puente en el marco), cuartos de final ante los Tecos de la UAG (1-0 y 0-0 con Castrejón y Verderi en la portería respectivamente), semifinales contra Curtidores (1-0 y 1-0 con Castrejón parando, como en todos los demás partidos), así como la final ante la U. de G. (3-0 y 1-0). Además hay que agregar el juego entre campeones con los Tigres de la UANL (2-0). De manera que tuvimos una liguilla perfecta, sin admitir gol, lo que constituye un récord nacional, ya que no ha habido otro equipo en la historia del futbol mexicano que se corone sin recibir gol en toda la etapa final. ¡Extraordinario el trabajo del nuevo entrenador Raúl Cárdenas!

Para la temporada 1977-78, después de haber tenido una dignísima actuación en la 1976-77, donde quedamos en segundo lugar de la tabla de posiciones y a un paso de la final, los éxitos continuarían para Cárdenas y compañía. Ahora serían a nivel internacional. América se coronó como Campeón de la Copa de Campeones de la Concacaf, en una serie de dos partidos jugados en Paramaribo, Surinam, en el estadio André Kamperveen contra el Campeón de ese país, el SV Robinhood. En el primer duelo, el 15 de enero de 1978 ganamos 1-0 con un gol de Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’ a los 49 minutos. El segundo duelo, jugado el 18 de enero igualamos a uno con anotación de Hugo Enrique Kiese a los 70 minutos. La alineación ordenada por Raúl Cárdenas fue con Pedro Soto; Jesús ‘Palillo’ Martínez, Javier Sánchez Galindo, Alfredo Tena, Mario ‘Pichojos’ Pérez; Narciso Ramírez, Antonio de la Torre, Hugo Kiese; Carlos Reinoso (José de Jesús Aceves 46’), Ítalo Estupiñán y Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’.

Con esto, el “Güero” Cárdenas, obtenía un título más para el América. Pero lo más importante, se logró también el derecho de representar al área de Concacaf, contra el Campeón de la Copa Libertadores de América, por la Copa Interamericana, que es el título otorgado al mejor equipo del Continente. Y el rival era ni más ni menos que, el muy famoso campeón argentino, Boca Juniors, el más importante de ese país.

El primer partido se realizó en Buenos Aires el 14 de Marzo de 1978, en la famosa cancha de “La Bombonera”, y el equipo local derrota al mexicano por 3-0. El reglamento del torneo marcaba, que si cada equipo ganaba un partido por el marcador que fuese, habría un tercer juego, para desempatar. Y así fue, ya que el 12 de Abril, en el estadio Azteca, vencimos, al cuadro Xeneize por la mínima diferencia, con un gol de Hugo Kiese al minuto 75, de manera que hubo necesidad de jugar un tercer partido 48 horas después, en el mismo estadio Azteca.

Así, el día 14, volvieron a enfrentarse ambos cuadros. Rápidamente, el equipo argentino tomó ventaja en el marcador, pero fue igualado por un buen gol de José de Jesús, “el Güero” Aceves a los 35 minutos. El juego se fue hasta el final con el marcador empatado a un gol. En la última jugada del partido, en el minuto 120 de tiempo corrido, hubo una falta fuera del área argentina. El silbante brasileño Siles, marcó tiro directo. El árbitro ya había anunciado que después de cobrarse la falta se terminaba el encuentro. Vino el cobro directo y, la magia del divo Carlos Reinoso, puso de nuevo en alto el nombre de nuestro equipo al anotar un golazo histórico, que nadie olvidará y menos el famoso y controvertido portero argentino Hugo Orlando, “El Loco” Gatti, al que “El Gran Chaparral” dejó parado al cobrar el tiro. ¡El arquero simplemente se dedicó a observar como entraba el balón, después de superar limpiamente la barrera ordenada por él!

Los héroes de la noche fueron Paco Castrejón; René Trujillo, Eduardo Rergis, Javier Sánchez Galindo, Jesús Martínez, Javier García, Antonio de la Torre, Reinoso; Hugo Enrique Kiese, José de Jesús Aceves, (Ítalo Estupiñán 67’) y Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’ (Alfredo Tena 60’).

Para la siguiente temporada, la 1978-79 la directiva decide reforzar aún más al equipo y llegan el brasileño José Dirceu Guimarães, que acaba de ser nombrado en el Mundial de Argentina 78’ como el tercer mejor jugador del mundo. También fue contratado el crack chileno, extremo izquierdo Miguel Ángel Gamboa, así como el seleccionado mexicano Javier ‘Hijín’ Cárdenas. Debutó proveniente de fuerzas básicas el poli funcional zaguero Vinicio Bravo. Las cosas no caminaron y a media temporada salieron el entrenador Raúl Cárdenas así como Carlos Reinoso e Ítalo Estupiñán. Antes habían cambiado de equipo ya empezado en certamen José de Jesús Aceves y Luiz Alberto da Costa ‘Luizinho’. Panchito Hernández contrató de emergencia a un par de extranjeros, que llegaron a tratar de levantar al cuadro: el brasileño Osvaldo Faria y el argentino Héctor Miguel Zelada, portero que dejaría huella en el equipo. El nuevo director técnico emergente, fue nuestro viejo conocido, Alejandro ‘Conejo’ Scopelli. Calificamos a la liguilla pero no a la final.

La campaña 1979-80 significó un gran torneo para nuestro equipo, a pesar de no haber podido ser campeones. Regresó a la dirección técnica americanista el siempre querido y admirado José Antonio Roca. Lo primero que hizo para la nueva temporada y su segunda etapa en el club, fue una reestructuración, en la que se irían más jugadores de los que llegarían. Se fueron Javier Sánchez Galindo, último capitán americanista desde el retiro de Reinoso, René Trujillo, Cesáreo Víctorino, Francisco Castrejón y el novato Pedro Vega. Empezando el campeonato salieron Javier Cárdenas y José Dirceu Guimarães, quienes pasaron sin pena ni gloria por nuestro equipo. El club contrató al brasileño Jorge Luis da Silva, “Fumanchú” así como al argentino Rubén Omar Romano, este a medio torneo.

Calificamos para la liguilla en primer lugar general y nos quedamos a un paso de la final por segundo año consecutivo. Roca nos hizo funcionar muy bien, pero lo importante fue que se armó un equipo homogéneo, con los novatos de fuerzas básicas que hicieron su debut como fueron los casos de Carlos de los Cobos, Juan Antonio Luna, Javier Aguirre, Rubén Abarca y Jesús Mendizabal, más la confirmación de los jóvenes Mario Trejo y Vinicio Bravo, que sumados al regreso de los chamacos Manolo Rodríguez y Armando Manzo, (quien jugaría por primera vez junto a su hermano Agustín), y el importantísimo apoyo de los experimentados y líderes del equipo, pero no por eso menos jóvenes, Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Eduardo Rergis, Jesús “Palillo” Martínez y Javier “Chocolate” García. Era así, como el America conformaba el plantel de menor edad de su existencia, puesto que igualmente, los argentinos Zelada y Romano eran muy chamacos todavía, de manera que los experimentados del grupo resultaron ser el extremo goleador Miguel Ángel Gamboa y el dúo brasileño, ‘Bill’ Faria y ‘Fumanchú’. La juventud y la experiencia, más el amor a los colores se fusionaron y estaba por nacer el que sería tal vez el mejor conjunto americanista de todos los tiempos.

1981 - 1990

La mejor década en la historia del club paradójicamente empezaría de muy mala manera. La temporada 1980-81 fue la única durante los años ochenta en la que el equipo no calificó a la liguilla. José Antonio Roca dejó al equipo en la jornada 33. De inmediato fue nombrado como nuevo Director Técnico la leyenda americanista, Carlos Reinoso. Es así, como el “Maestro” Roca le dejaba la estafeta a su alumno, quien tomó el mando azulcrema exactamente el 10 de Junio de 1981.

Antes de jugarse la jornada 37, se dio un cambio en el alto mando del equipo. El 3 de julio de 1981, fue presentado Emilio Díez Barroso, alto ejecutivo de Televisa como nuevo presidente en lugar de don Guillermo Cañedo de la Bárcena. Este fue un presidente inigualable, sin comparación alguna, tanto como directivo que como persona; muy querido en todo el mundo, pues incluso, era parte de la mesa directiva de la F.I.F.A. Dejó el cargo después de 20 años en los que cambió la fisonomía del América y lo convirtió en grande.

Díez Barroso, se propuso regresar al América al lugar que un equipo grande debía tener, necesitaba estar en las alturas. Planeó tres recursos para llegar a tener un extraordinario cuadro de futbol. Estos eran: A) vigorizar y reestructurar el equipo, con nuevas contrataciones de extranjeros. B) Cambiar el uniforme. Pero no solo cambiarlo, ¡revolucionarlo! Éste nuevo uniforme, rompía totalmente con la tradición, tenía un triángulo azul, grande en el pecho, que en la espalda se convertía en rectángulo; cuello en “V” también en azul. Las mangas, tres cuartos tenían unas franjas diagonales en el mismo azul rey, con “vivos” rojos. Todo el resto del uniforme era amarillo fuerte, de un tono casi amarillo huevo. C) Cambiar el mote por el cual eran comúnmente conocidos, a uno más aguerrido, que diera más fuerza a su imagen. De esta forma, los Cremas dejaron de existir y el día 20 de septiembre de 1981, fueron presentadas ante los medios de comunicación en el estadio Azteca, las Águilas del América.

Comenzaría la temporada 1981-82, la primera de las nuevas Águilas. Llegarían como refuerzos los argentinos Norberto Outes, Eduardo Bacas y Mario Marcelo Favaretto que solo jugó un partido. El brasileño Nilton Pinheiro da Silva mejor conocido como ‘Batata’, que había llegado la temporada anterior cobró mayor protagonismo y como la base de jugadores mexicanos era la misma, al equipo no le costó trabajo encontrar su mejor forma. Nos quedamos en semifinales, pero viéndonos cada vez mejor.

Para la campaña 1982-83 llega del Independiente el argentino Alberto Daniel Brailovsky, extraordinario futbolista, joven y con una técnica individual como pocos. En esta temporada el equipo rompió todos los récords posibles, mayor número de victorias con 26, número de puntos obtenidos con 61, mayor promedio de efectividad 80.3 % (61 puntos obtenidos de 76 posibles). Norberto Outes se coronó como campeón de goleo con 22 tantos anotados.

Lamentablemente no se pudo lograr el objetivo y quedamos eliminados en semifinales, luego de una bronca histórica en el estadio Azteca ante el Deportivo Guadalajara el 22 de mayo de 1983.

Pero la revancha deportiva llegó inmediatamente, y para el torneo de liga 1983-84, por fin el trabajo de tantos años ofreció frutos y nos coronamos como campeones al derrotar en la final a las mismas Chivas Rayadas del Guadalajara que un año antes nos habían dejado fuera. Terminamos como superlíderes y previamente en la liguilla dispusimos del Monterrey en cuartos de final (2-1 global) y del Cruz Azul (2-0 global). El juego de ida de la final se disputó el 6 de junio de 1984 en el estadio Jalisco, y terminó empatado a dos goles. Carlos Hermosillo, un joven goleador letal que había debutado esta temporada con nosotros abrió el marcador a los 9 minutos. A los 63, Mario Trejo anotó el segundo. Nos empataron cuando nos quedamos con un hombre menos debido a la expulsión de Carlos de los Cobos y todo se decidió en el Azteca el 10 de junio.

La cosa no pintaba bien cuando Armando Manzo se hizo expulsar a los 26 minutos. Otra vez el rival, jugando con más hombres que nosotros, como había pasado en la ida, y en las semifinales de hace un año. Antes de finalizar el primer tiempo, el Guadalajara tuvo un penal a su favor y la oportunidad de cambiarlo todo. Pero enorme, Héctor Miguel Zelada, la figura del equipo, le atajó el disparo a Eduardo Cisneros y con eso le inyectó una dosis de ánimo, entusiasmo y seguridad, tanto a sus compañeros como a la tribuna. Con diez hombres, y una excepcional dirección técnica del ‘Maestro’ Carlos Reinoso, Eduardo Bacas a los 57 minutos, Alfredo Tena a los 65’ y Javier Aguirre a los 90’ anotaron los goles con que América ganó la única final de liga en que se ha disputado el Clásico de Clásicos. Esa nublada mañana alineamos así: Héctor Miguel Zelada; Mario Trejo, Alfredo Tena, Armando Manzo, Vinicio Bravo; Ortega, de los Cobos, Brailovsky, Aguirre; Hermosillo (Juan Antonio Luna 60’) y Gustavo Pedro Echaniz (Eduardo Bacas 46’).

En la temporada 1984-85 conseguiríamos el bicampeonato. Saldrían del equipo Carlos de los Cobos y Javier Aguirre, y llegaría Gonzalo Farfán, otro jugadorazo. El equipo hizo un buen torneo sin ser espectacular. Carlos Reinoso tuvo que dejar su puesto en la dirección técnica debido a una enfermedad luego de la fecha 23 y en su lugar llegó el entrenador argentino Miguel Ángel ‘Zurdo’ López. Calificamos en el cuarto lugar a la liguilla y ahí eliminamos primero al Guadalajara (3-0 global) y luego al Atlas (1-1 y penales).

Así, ya en la gran final, el rival seria la Universidad Nacional, líder del torneo. El primer partido fue en el Azteca el 23 de mayo de 1985, terminó empatado a uno, Carlos Hermosillo hizo nuestro tanto a los 90 minutos. El 26 de mayo, en el estadio Olímpico Universitario empatamos sin goles y esto provocó un tercer y definitorio duelo, en Querétaro. La noche del 29 de mayo, en el estadio “La Corregidora”, ante la sorpresa general, pero con justicia, el América gana claramente por 3-1. Alberto Daniel Brailovsky fue un sol en el terreno de juego y anotó dos goles, a los 11’ de penal y 53 minutos. Dio cátedra de cómo conducir y jugar al futbol. Carlos Hermosillo, después de fallar varios tantos, convierte el tercero de las Águilas a los 76 minutos. Los jugadores que el ‘Zurdo’ López mandó a la cancha fueron: Héctor Miguel Zelada; Mario Trejo, Alfredo Tena, Armando Manzo, Vinicio Bravo; Cristóbal Ortega, Alejandro Domínguez, Juan Antonio Luna, Eduardo Bacas; Alberto Daniel Brailovsky y Carlos Hermosillo.

Debido a las críticas que recibió el arbitraje de Joaquín Urrea en este juego por parte de los detractores americanistas, es aquí es cuando nace la rivalidad contra el equipo de los Pumas de la Universidad Nacional.

La siguiente temporada sería especial debido a que, México, iba a ser por segunda vez en la historia, sede de un Campeonato Mundial de Futbol, en 1986. Se decide que este torneo sea jugado sin seleccionados nacionales, para que estos se integren al equipo mexicano. Aportamos cinco jugadores al TRI: Carlos Hermosillo, Alejandro Domínguez, Armando Manzo, Mario Alberto Trejo y Carlos de los Cobos, que regresó al equipo. Es así como da inicio el denominado Prode 85’, en el cual saldríamos campeones por tercera vez consecutiva. Fue un torneo corto. En la liguilla eliminamos a la Universidad de Guadalajara (3-1 global) en cuartos de final y al Atlante (5-3 global). La final la disputamos contra el Tampico Madero y conseguimos una proeza, al superar una severa desventaja inicial. El juego de ida en el estadio Tamaulipas lo perdimos categóricamente 1-4 la noche del 3 de octubre de 1985. El gol que anotó Cristóbal Ortega a los 46 minutos iba a resultar crucial, debido a que en la vuelta, jugada el 6 del mismo mes, en el estadio Azteca, logramos superar en tiempo extra a la ‘Jaiba Brava’ y lo goleamos 4-0, con dos tantos de Eduardo Bacas, ambos de penal a los 57’ y 119 minutos. Primeramente el novato Ricardo Peláez, debutante en este torneo abrió el marcador a los 54’ y Ramón Ireta marcó a los 80’. Este juego tuvo un final de alarido, porque el segundo penalti ocurrió justo en la última jugada del partido. Los hombres esta mañana del ‘Zurdo’ López, que ganó su segundo campeonato de Liga con nuestro equipo fueron: Héctor Miguel Zelada; Manolo Rodríguez (Jorge Martínez 30’), Alfredo Tena, Efraín Herrera, Vinicio Bravo; Cristóbal Ortega, Juan Antonio Luna, Eduardo Bacas, Gonzalo Farfán (Ramón Ireta 75’); Efraín ‘Fanny’ Munguía y Ricardo Peláez.

Al Prode 85’ le siguió el torneo corto México 86’ en el cual debutó en nuestro equipo el joven Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’, mexicano hijo de nuestro ex jugador y campeón goleador, José Alves ‘Zague’.

Para la temporada 1986-87, regresaron los seleccionados y el equipo de nueva cuenta hizo un buen torneo, pero nos quedamos en cuartos de final.

Vino un cambio tanto de jugadores como de entrenador para la temporada 1987-88. El nuevo entrenador era Vicente Cayetano Rodríguez, de Argentina, que parecería tendría éxito porque apenas iniciado el torneo de liga, se disputó el torneo de Campeones de la Concacaf, y tuvimos éxito, tanto que logramos el título al derrotar al campeón de Trinidad y Tobago, el Defence Force, en el estadio Azteca el 28 de octubre de 1987, 2 goles a cero con tantos de Juan Antonio Luna a los 63 minutos y a los 90 de Antonio Carlos Santos, crack brasileño de reciente incorporación – que con el tiempo se haría figura americanista-, después de haber empatado a un gol en el juego de ida, celebrado en casa de los trinitarios, donde el mismo ‘Cabezón’ Luna había anotado. Así el América con Cayetano en el timón, se convirtió en nuevo campeón de la Concacaf. Nuestra alineación fue con Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, Guillermo Huerta, José Vaca, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Juan Antonio Luna, Julio César Uribe, Antonio Carlos Santos; Carlos Hermosillo (Gonzalo Farfán) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ (Robinson Hernández) .

Perecía que el técnico argentino podría con el paquete pero en la Liga, el equipo no caminó y fue reemplazado por el brasileño Jorge Viera, que levantó al conjunto y lo clasificó en primer lugar de la tabla. Además de Antonio Carlos Santos, también fueron contratados Julio César Uribe y Robinson Hernández pero jugaron muy poco.

En la liguilla derrotamos primero al Puebla en cuartos de final (6-2 global) y al Morelia (5-5 global y penales). La final la jugamos contra los Pumas de la Universidad Nacional. El juego de ida, disputado en el estadio Olímpico Universitario el 30 de junio de 1988 perdimos 1-0. Pero en la vuelta, jugada en el Azteca el 4 de julio los goleamos 4-1 y nos proclamamos campeones. Los goles fueron anotados por Gonzalo Farfán a los 20’ y 50 minutos, Adrián Camacho a los 51’ y Antonio Carlos Santos de penal a los 66’. Los hombres de Vieira esa mañana fueron: Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, Alfredo Tena, Guillermo Huerta, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos; Adrián Camacho (Roberto Aldrete 57’), Carlos Hermosillo (Efraín Munguia 57’) y Robinson Hernández .

Tres días después fuimos a Puebla, al estadio Cuauhtémoc, a disputar el juego de ida por el trofeo de Campeón de Campeones. Los Camoteros nos ganaron 2-1 y todo quedó listo para el juego de vuelta. El gol de Gonzalo Farfán a los 67 minutos resultó vital, puesto que en la vuelta, el 10 de julio, derrotamos a equipo de la franja 2-0 y le dimos la vuelta al marcador. Carlos Hermosillo a los 14 minutos y Guillermo Huerta a los 74’, anotaron nuestros tantos y conseguimos un trofeo más para nuestras vitrinas. Vieira alineó a Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, José Vaca, Guillermo Huerta, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos (Efraín Munguía 65’); Adrián Camacho (Roberto Aldrete 68’), Carlos Hermosillo y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .

La luna de miel entre equipo y afición seguiría, ya que en la temporada 1988-89 logramos el bicampeonato. A diferencia del torneo anterior, ahora el América no arrasa, y tiene un torneo regular, pero que le alcanza para clasificarse a la liguilla. Llegaron dos significativos laterales, el mexicano Juan Hernández y el uruguayo Cesilio de los Santos, que serían piezas claves en el engranaje del técnico Vieira. En un sistema de Round Robin, en la liguilla dejamos fuera al Guadalajara, Puebla y Universidad Autónoma de Guadalajara.

Tuvieron que pasar 17 años, para que nuevamente se enfrentaran, en una final de Liga, el América y el Cruz Azul. El primero duelo fue el 13 de julio de 1989, y ganamos 3-2. Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ a los 2’, Carlos Hermosillo 32’ y Antonio Carlos Santos 59’ de penal marcaron nuestros tantos. El domingo 16 tendría un doble significado: el primero, que con el empate a 2 que se da en el partido de vuelta, con los goles de Juan Hernández a los 6 minutos y Carlos Hermosillo a los 32’, nos coronábamos como bicampeones y segundo, que se lograba saldar aquella deuda pendiente de la 71-72, al quitarle al Cruz Azul la oportunidad de ser Campeón. El marcador global fue de 5-4 a favor del América. Nuestra alineación fue con Adrián Chávez; Juan Hernández, Guillermo Huerta, Alfredo Tena (Eduardo Córdova 21’), Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Alejandro Domínguez, Antonio Carlos Santos; Carlos Hermosillo y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ (Carlos Seixas 70’) .

El 20 de julio, cuatro días después, el América, terminaba el año futbolístico conquistando el título de Campeón de Campeones, al derrotar al Toluca en el estadio Azteca, por 2-0 con goles de Hermosillo a los 23 minutos y Seixas a los 110’, en lo que fue otra formidable temporada, para el gran Jorge Vieira que alineó a Adrián Chávez; Juan Hernández, Guillermo Huerta, Alejandro Domínguez, Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Eduardo Córdova, Antonio Carlos Santos (Adrián Camacho 69’); Carlos Hermosillo (Efraín Munguía 64’) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .

Todavía cerramos la década con una espléndida temporada 1989-90 donde dos crack mundiales llegaron al equipo, el brasileño Eduardo dos Santos ‘Edú Manga’ y el paraguayo Raúl Vicente Amarilla. El equipo jugó muy bien, caminó perfecto, anotó muchos goles y quedamos como superlíderes, pero un error arbitral, del nazareno Jose Antonio Garza y Ochoa nos privó de la disputa del tricampeonato, y fuimos eliminados en semifinales contra la Universidad de Guadalajara por un penal que no lo era.

1991 - 2000

La década de los noventa comenzó con éxitos. De entrada, llegamos a las tres finales de los torneos que disputamos en la temporada 1990-91. Tanto en el torneo de Liga como en el de Copa, fuimos subcampeones. Cronológicamente, primero fue la final de Copa, ante los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, con los que perdimos en dos juegos por la mínima diferencia.

La segunda final de la temporada fue en la Copa de Campeones de la Concacaf, donde nos enfrentamos al Pinar del Río de Cuba, primero el 19 de febrero de 1991 como visitantes empatamos a dos con goles de Guillermo Huerta a los 25 minutos y Teodoro dos Santos ‘ Toninho’ al 31’. El juego de vuelta lo disputamos el 12 de marzo en el estadio Azteca y goleamos al equipo cubano 6-0 con tantos de Teodoro dos Santos ‘Toninho a los 3’, 9’, y 84’, así como Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ a los 68’, 80’. Un autogol de Osmín Hernández a los 85 minutos cerró la cuenta. De manera que con un global de 8-2 conseguimos el título. Nuestro técnico, Carlos Miloc dispuso la siguiente alineación: Alejandro ‘Gallo’ García (Adrián Chávez 46’), Juan Hernández (Guillermo Huerta 70’), Enrique Rodón, Alfredo Tena, Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Alejandro Domínguez, Gonzalo Farfán; Efraín Munguía, Teodoro dos Santos ‘Toninho’ y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .

Nuestra tercera final de la temporada fue en la Liga, y fue muy meritorio, ya que luego de empezar muy mal el torneo, cuando éramos dirigidos por Dragoslav Šekularac, entrenador serbio que nunca pudo encontrarle el modo al equipo y salió después de la jornada 23, cuando el equipo iba muy mal. En su lugar llegó Miloc, un experimentadísimo y brillante técnico, ganador por excelencia. Con fama de técnico duro y estricto, el ‘Tanque’ le devolvió al equipo la idea e ilusión y fue tal su acoplamiento, que llegamos a disputar el título, el cual quedó en manos de los Pumas de la Universidad Nacional, luego de haber empatado globalmente a tres goles y haber sido superados únicamente por el criterio de desempate del ‘gol de visitante’. Primero en el Azteca ganamos 3-2 y después en CU caímos 1-0. Pero lo hecho por el equipo, quedó ahí, grabado con mucha satisfacción.

La temporada 1991-92 empezó bien para el América hasta la jornada 4, llevaba dos triunfos y dos empates. El partido de la jornada 5 sería reprogramado, para dar paso al juego de vuelta de la final de la Copa Interamericana, contra el Campeón de la Copa Libertadores, el Olimpia de Paraguay el 12 de octubre de 1991. Previamente el 2 de octubre en el juego de ida, en el estadio Defensores del Chaco de Paraguay, el América, obtuvo un valioso empate a un gol, mediante la anotación de ‘Edú’ al minuto 9. En dicha fecha, se conmemoraba también el 75 aniversario de la fundación del club. Nosotros que éramos los campeones de Concacaf, salimos como favoritos, y no hicimos quedar mal a nadie, ya que ganamos 2-1, con dos goles de Teodoro dos Santos ‘Toninho’, a los 7’ y 41 minutos. Nuestra alineación triunfadora fue con Alejandro ‘Gallo’ García; Juan Hernández, Alejandro Domínguez, Enrique Rodón, Cesilio de los Santos; Eduardo Córdoba (José Vaca 26’), Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos; Eduardo dos Santos ‘Edú’, Teodoro dos Santos ‘Toninho’ (Arturo Cañas 64’) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’. Así, por segunda vez en la historia, y primera que un equipo mexicano era Bicampeón de la Interamericana, las Águilas se coronaban, en un juego de poder a poder, duro y ríspido.

Fue tan duro que se suscitó una bronca a los 50 minutos, cuando el paraguayo Julio César Romero, ‘Romerito’, hizo una entrada violenta a ‘Edú’. Ante la sorpresa de todos, el técnico americanista, Carlos Miloc, entró al terreno de juego enardecido por la agresión del paraguayo, y el jugador guaraní, Fermín Balbuena le dijo algo por lo que Miloc le tiró un golpe y cayó al suelo. Al ver esto, su compañero Delgado responde con un derechazo sobre Miloc, y este también se fue al césped; se generalizo bronca que afortunadamente dura poco tiempo. Nuestro entrenador fue expulsado y al día siguiente renunció a su puesto, ante la inminente sanción por parte de FIFA, de un año de suspensión por agresión a un jugador rival.

La salida de Miloc perjudicó a nuestro equipo que nunca se pudo recuperar del golpe anímico. El nuevo entrenador fue el famoso ex jugador brasileño Paulo Roberto Falcao, pero su llegada no ayudo mucho y nuestro conjunto no hizo un buen campeonato 1991-92, quedándonos eliminados en la ronda de repesca, antes de la liguilla, donde caímos con Cruz Azul.

Para la temporada 1992-93 Falcao fue ratificado por Panchito Hernández y el presidente Diez Barroso hizo lo imposible por repatriar al ídolo mexicano, Hugo Sánchez Márquez que jugaba en el Real Madrid, donde había logrado cualquier cantidad de éxitos. Fue contratado también el argentino Germán Martelotto, goleador y creativo del Monterrey que rindió frutos. Fueron dos torneos donde teníamos participación, Liga y Concacaf, y solo en la segunda hubo buenos resultados para Falcao donde nos situamos en la final, intercalada en la mitad del torneo liguero.

Pero la situación en el torneo doméstico era diferente, el técnico brasileño no pudo más y fue dado de baja en la jornada 16 no sin antes haber tenido la osadía de poner a jugar como centro delantero al portero suplente Adrián Chávez en el partido contra el Querétaro, en el estadio Azteca, el 8 de noviembre de 1992. Al poco tiempo salió del equipo y en su lugar llego nuestro viejo conocido, y también bicampeón Miguel Ángel ‘Zurdo’ Lopez.

Nuestro técnico monarca en los torneos 84-85 y Prode 85 arribó e inyectó una sobredosis de vitalidad y adrenalina al equipo. En cuanto llegó a su primer entrenamiento en Coapa luego de seis años de ausencia, fue conocer a todos los jugadores y volteó a ver las fuerzas básicas, donde le llamó mucho la atención un chamaco descarado para jugar, pícaro, rápido y encarador. Le gustó tanto que lo incluyó en el primer equipo y citó a la concentración previa al juego contra Cruz Azul el 29 de noviembre de 1992. Para la siguiente jornada, el 5 de diciembre jugando contra el León en su estadio Camp Nou, decide hacer ingresar al muchacho en cuestión. Su nombre, Cuauhtémoc Blanco Bravo, un diamante en bruto.

La primera prueba de fuego para López se presentó el 5 de enero de 1993 ante el Alajuelense de Costa Rica en la final de la Copa de Campeones de la Concacaf, disputada en Santa Ana, California. Con gol a los 67 minutos del ‘Pichichi’ Hugo Sánchez, el América consiguió un trofeo más para nuestras vitrinas. De nueva cuenta, nuestro equipo era el campeón de la Concacaf. Esa noche el ‘Zurdo’ dispuso la siguiente alineación: Alejandro ‘Gallo’ García; Juan Hernández, Óscar Ruggeri, Enrique Rodón, Cesilio de los Santos; Raúl Rodrigo Lara, Gonzalo Farfán, Germán Martelotto; Francisco Uribe (Alejandro Domínguez 76’), Hugo Sánchez y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’.

Una vez de regreso en el torneo casero, el ánimo y mentalidad del equipo fueron suficientes para levantar los resultados y llegamos hasta las semifinales, donde fuimos eliminados por el Monterrey en una noche negra en cuanto a arbitraje se refiere, ya que el silbante de Costa Rica, Bernie Ulloa, invitado por la Federación Mexicana de Futbol para pitar ese cotejo, tuvo una desafortunada actuación y nos anuló tres goles la noche del 25 de mayo.

Ese sería el primero de cuatro campeonatos seguidos donde nos quedaríamos en las semifinales. En la temporada 1993-94 caímos ante los Tecos de la UAG 3-4 global y donde marcó la nueva salida del ‘Zurdo’ del equipo. La campaña 1994-95 fue en una temporada que brillante para el América, y el entrenador fue el holandés Leo Beenhakker, exitoso y varias veces Campeón con el Real Madrid, que revolucionó al medio con un par de jugadores africanos, Kalusha Bwalya, capitán de la Selección de Zambia y Francois Omam Biyik, mundialista de Camerún; estos dos futbolistas, sumados a Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’, Cuauhtémoc Blanco y Joaquín del Olmo lograron un inusual entendimiento y el equipo jugó por nota. Lamentablemente el entrenador fue separado del cargo prematuramente y no cerramos el torneo de la mejor manera, fuimos eliminados en la semifinal ante el Cruz Azul 3-2 global. Para el certamen 1995-96, el último torneo largo a la fecha en el futbol mexicano, bajo el mando de los argentinos Marcelo Bielsa primero y Jorge Castelli después, el Necaxa nos ganó 3-1 global en la antesala de la gran final.

Con los torneos cortos llegaron los sinsabores al equipo. Los entrenadores Ricardo La Volpe y Carlos de los Cobos (Invierno 96), Jorge Solari y Gonzalo Farfán (Verano e Invierno 97), Carlos Reinoso (Verano e Invierno 98), Carlos Kiese (Verano e Invierno 99), Alfredo Tena (Invierno 99 y Verano 2000) y Alfio Basile (Invierno 2000) no lograron levantar al conjunto.

Lo destacable en este tiempo fue el Superliderato del Verano 97’ con 37 puntos, la primera participación del América en la Copa Libertadores en 1998, donde llegamos hasta los octavos de final donde caímos ante River Plate de Argentina y el campeonato de goleo que obtuvo Cuauhtémoc Blanco en el Invierno 98 al marcar 16 tantos.

2001 - 2010

El año 2001 fue un buen año para nuestro equipo. Si bien, no rompimos la sequía en cuanto a títulos de Liga, estuvimos a punto, al quedar como Superlíderes con 28 puntos y ser eliminados por el Pachuca en las semifinales. Se hizo una buena competencia y el equipo mostraba que cada vez estaban más cerca los éxitos de nuevo.

La Copa Gigantes de la Concacaf 2001 fue el nombre asignado a la Copa de Campeones de la Concacaf, en el año 2001. Dicho torneo se disputó entre los clubes de la Concacaf con las más altas asistencia de aficionados en sus torneos locales. Era la gran oportunidad para volver a disfrutar las glorias del triunfo y así fue. Luego de una sequía de ocho años sin ganar algo, nuestras Águilas conquistaron el trofeo y con ello, los reflectores nos alcanzaron de nuevo. Derrotamos al Municipal de Guatemala, al Saprissa de Costa Rica y en la final el 5 de agosto de 2001 al DC United de Estados Unidos. Los goles de Jesús Mendoza a los 52’ minutos y Octavio Valdéz a los 70’ escribieron la historia. El ‘Coco’ Basile alineó a los siguientes jugadores: Hugo Pineda; José Castro, Alfredo González Tahuilán, Raúl ‘Potro’ Gutiérrez, Oscar Rojas, Octavio Valdéz (Raúl Salinas 82’); Jonathan Martínez, Franky Oviedo; Christian Patiño (Leonardo Fabio Moreno 52’), Jorge Toledano (Carlos Infante 63’) y Jesús Mendoza.

Una vez habiendo regresado a la competencia local, en el Invierno 2001 nos fue mal y vino la salida de Basile y la llegada de Manuel Lapuente a la dirección técnica. Y fue justamente bajo el mando del ex técnico de México en la Copa del Mundo de Francia 98’ que nuestro equipo encontraría de nuevo, el añorado éxito, y nos coronaríamos en el torneo de liga. Fue el Verano 2002 el que pasó a la historia como el regreso del América. Contando con jugadores de experiencia como Adolfo Ríos, Pavel Pardo, Duilio Davino e Iván Zamorano, nuestras Águilas enloquecieron a millones de fanáticos al derrotar al Necaxa en la gran final, la cual habíamos arrancado con una desventaja de 0-2. Previamente habíamos dejado fuera a La Piedad (6-2 global) y Universidad Nacional (global 2-1). Pero una soberbia actuación del mejor americanista, nuestro arquero ‘San Adolfo’ que evitó la derrota y tres grandes tantos de Christian Patiño a los 58 minutos, el ‘Bam Bam’ Zamorano a los 62’ y Hugo ‘Misionero’ Castillo a los 107’, en lo que fue literalmente, un gol de oro, salimos adelante. La alineación que ese 26 de mayo de 2002 utilizó Lapuente fue con Adolfo Ríos; Jose Castro, Carlos Sánchez (Manuel Ríos 90’), Duilio Davino (Carlos Infante 45’), Oscar Rojas, Raúl Salinas; Pavel Pardo (Iván Zamorano 50’), Álvaro Ortiz, Hugo Castillo; Marcelo Lipatín y Christian Patiño. El americanismo estaba de fiesta. Fue la noche soñada, fue el momento deseado, el momento esperado. ¡Por fin, el América fue campeón en el nuevo milenio!

Para el torneo Apertura 2002 Lapuente pide licencia para ausentarse los primeros diez partidos pero su ausencia no se notó, porque su auxiliar Mario Carrillo realizó un trabajo excepcional al ganar 8 partidos y empatar los otros dos. El técnico del equipo regresaba en la fecha 11 y los buenos resultados del equipo continuaron. Terminamos con 43 puntos, para establecer marca de puntos logrados en cuanto a torneos cortos se refiere. Lastimosamente fuimos eliminados en los cuartos de final por el Santos.

Después del Clausura 2003 salió del equipo Manuel Lapuente y en su lugar volvió el holandés Leo Beenhakker para los torneos Apertura 2003 y Clausura 2004. Óscar Ruggeri empezó en el timón en el Apertura 2004 y fue substituido por Mario Carrillo, a quien el entonces presidente americanista Guillermo Cañedo White, presidente americanista le dio continuidad en el torneo de Clausura 2005, y para la fortuna de todos, tuvo éxito, ya que conseguimos una vez el campeonato de liga. El único partido que perdimos fue en la fecha 6 en Monterrey ante los Rayados 2-4 y acumulamos una buena racha invicta.

Ya en la liguilla, primero eliminamos al Santos (3-3 global y goles de visitante) y luego al Cruz azul (6-2 global). En la final derrotamos a los Tecos de la UAG con un global de 7-4. Primero empatamos a uno en el estadio 3 de Marzo de Zapopan con gol de penal del ‘Temo’ Blanco a los 87 minutos. Luego el domingo el 29 de mayo de 2005, los goleamos 6-3 en el estadio Azteca. Aarón Padilla (1’ y 37’), Claudio ‘Piojo’ López (4’ y 89’), Cuauhtémoc Blanco (63’) y Jesús Mendoza (68’) anotaron nuestros goles. Esa célebre tarde Carrillo alineó a Guillermo Ochoa, José Castro, Duilio Davino, Ricardo Rojas, Raúl Salinas; Pavel Pardo, Germán Villa, Francisco Torres (Rodrigo Valenzuela 53′), Cuauhtémoc Blanco (Álvaro Ortiz 87’); Claudio López y Aarón Padilla (Jesús Mendoza 56’) . Nació el ‘Ódiame más’ y conseguimos otro laurel más.

Esa victoria nos dio la oportunidad de disputar el título de Campeón de Campeones contra los Pumas de la Universidad Nacional a quien derrotamos en el global 2-1. En el estadio Olímpico Universitario empatamos sin goles y en el Coloso de Santa Úrsula los vencimos con dos tantos del brasileño Kléber Joao Boas Pereira a los 63’ y 68 minutos. Esa noche del 27 de julio, Carrillo alineó a Guillermo Ochoa, José Castro, Duilio Davino, Ricardo Rojas; Germán Villa, Alejandro Argüello Irenio Soares 45′), Francisco Torres (Aarón Padilla 57′), Cuauhtémoc Blanco; Claudio López (Ismael Rodríguez 77′) y Kléber Boas.

Empezaría el Apertura 2005, con algunas mejoras en el plantel como fueron las incorporaciones de Christian Giménez e Irenio Soares. Íbamos a participar por primera vez en la Copa Sudamericana también así que necesitábamos un amplio plantel. Y lo hicimos bien. Acumulamos la mejor racha de partidos oficiales sin perder en nuestra historia: 32, entre el 27 de febrero (cuando perdimos en el Tecnológico ante la Pandilla) y el 15 de octubre de 2005 (caímos 3-4 en el Víctor Manuel Reyna ante Jaguares). Fueron exactamente 28 cotejos de Liga, 2 del Campeón de Campeones y 2 de la Copa Sudamericana 2005. En esta competición fuimos eliminados por el Vélez Sarsfield de Argentina en cuartos de final. Terminamos como superlíderes el campeonato local pero en los cuartos de final, los Tigres de la UANL nos derrotaron. Esto le costó la salida al técnico Mario Carrillo. Cabe decir que Kléber Joao Boas Pereira se proclamó campeón de goleo con 11 goles.

Para la siguiente temporada, Clausura 2006 es nombrado como entrenador Víctor Manuel Aguado pero sale en la jornada 7 y Manuel Lapuente toma su sitio.

Volvimos a jugar el torneo de Campeones de la Concacaf y luego de eliminar al Portmore de Jamaica en los cuartos de final y al Alajuelense de Costa Rica en las semifinales, nos situamos en la gran final, que sería contra el Toluca. En el juego de ida, el 12 de abril de 2006 empatamos sin goles en la Bombonera, y en la vuelta, jugada en el Azteca el 19 de abril, derrotamos 2-1 a los Choriceros con goles de Kléber Boas Pereira a los 105 minutos y Duilio Davino a los 115. Lapuente alineó a: Armando Navarrete; Oscar Rojas, Duilio Davino, Ricardo Rojas, Ismael Rodríguez (Christian Giménez 26′), Germán Villa, Francisco Torres, Irenio Soares (Alejandro Argüello 91′), Cuauhtémoc Blanco, Claudio López, Aarón Padilla (Kléber Boas 46′). Gracias a esta victoria calificamos al Mundial de Clubes que se jugaría en Japón a fin de año. Pese a esta victoria, en el torneo de local el equipo no califica a la liguilla y para el Apertura 2006 llega Luis Fernando Tena al timón americanista.

Reforzado el equipo con el paraguayo Salvador Cabañas y el argentino Matías Vuoso y nuestro cuadro tuvo buenos resultados. Calificamos a la liguilla y quedamos fuera en las semifinales, al caer con el Guadalajara. De esta manera el equipo quedó listo para partir a Japón donde participó en el Mundial de Clubes y nos enfrentamos al Barcelona de España en las semifinales. Finalmente obtuvimos el cuarto puesto.

Se ratificó a Luis Fernando Tena como entrenador y el equipo fue subiendo. A tal grado en el Clausura 2007 no solo nos metimos a la liguilla una vez más, sino que llegamos hasta la gran final, en la cual nos enfrentamos al Pachuca. El primer partido, el 25 de mayo de 2007 en el Azteca perdimos 1-2. Cuauhtémoc Blanco anotó de penal nuestro único tanto. Para la vuelta, jugada en casa de los Tuzos, un golazo del mismo ‘Temo’ nos metió al partido pero finalmente el Pachuca empataría el juego y nos quedaríamos con el subcampeonato.

A la par se jugó la Copa Libertadores donde llegamos a los cuartos de final, pero lo significativo fue que Salvador Cabañas se coronó como campeón goleador con 10 tantos.

Para el Apertura 2007 Luis Fernando Tena ya no pudo contar con Cuauhtémoc Blanco que salió del equipo y su ausencia pesó en el terreno de juego. Luego de cuatro derrotas, Tena es cesado y en su lugar es nombrado el viejo conocido Alberto Daniel Brailovsky, que fue recibido con honores por la hinchada americanista. A pesar de los malos resultados, alcanzamos a meternos al repechaje, donde Monarcas Morelia nos dejó fuera de la liguilla. Pero lo relevante sucedió en la Copa Sudamericana, que se disputaba a la par que el Apertura. En ella llegamos hasta la final, luego de eliminar al Pachuca, Vasco da Gama de Brasil y Millonarios de Colombia. El campeonato lo definiríamos contra el Arsenal de Sarandí, equipo argentino. El primer juego en el estadio Azteca terminó 3-2 a favor de los ches. Cabañas 6′ y Argüello 55′ anotaron nuestros goles. El juego de vuelta se jugó en el estadio Presidente Perón de Avellaneda. Con un arbitraje desastroso del colombiano Oscar Ruiz, y además de tener que pasar por las decisiones de la Conmebol al cambiar el reglamento del torneo en el mismísimo medio tiempo del partido, derrotamos a los argentinos 2-1 pero por el criterio del gol de visitante, el cual originalmente no aplicaba, pero después sí, nos tuvimos que conformar con el segundo lugar. Nuestros tantos fueron un autogol de Christian Díaz a los 18 minutos y Juan Carlos Silva a los 62.

El subcampeonato en la Copa Sudamericana le dio crédito al ‘Ruso’ Brailovsky para continuar como entrenador en el Clausura 2008. No le fue bien y fue destituido después de la fecha 6. En su lugar llegó otro técnico que fuera jugador americanista alguna vez: Rubén Omar Romano. Justo en ese momento comenzaba nuestra participación en la Copa Libertadores. Los resultados fueron buenos en la copa continental, pero pésimos en la liga. Es por ello que Romano dejó su sitió a Juan Antonio Luna, viejo conocido y ex jugador de fuerzas básicas del club. En la Libertadores llegamos hasta las semifinales, habiéndole ganado antes al Flamengo de Brasil 3-0 en el mítico estadio Maracaná. Salvador Cabañas de nueva cuenta se consagró como campeón goleador de este torneo con 8 tantos.

Se da una reingeniería en el equipo y hay varios cambios. Sale de la presidencia Cañedo White y lo sustituye Michel Bauer. En la dirección técnica llega el argentino Ramón Ángel Díaz pero los resultados en el Apertura 2008 no fueron buenos.

Ratificado el ‘Pelado’ Díaz como entrenador en el Clausura 2009, las cosas siguen mal y luego de la jornada 4 sale del equipo y en su lugar llega Jesús Ramírez quien intentó levantar la nave pero nuevamente nos quedamos fuera de la liguilla. Para el Apertura 2009, hay mayor entendimiento entre los jugadores y gracias a ello ahora sí calificamos a la fiesta grande del futbol mexicano, donde quedamos fuera en los cuartos de final ante el Monterrey.

Para el Bicentenario 2010 Ramírez continuó en el timón azulcrema. Después de haberse jugado la segunda fecha del torneo, el mejor jugador americanista, Salvador Cabañas recibió un disparo en la cabeza que lo alejó definitivamente de las canchas profesionales pero salvó milagrosamente la vida, las muestras de apoyo y cariño para el guaraní no se hicieron esperar. De nueva cuenta el América calificó a la fase final y otra vez cayó en los cuartos de final, coincidentemente contra quien fuera el campeón del torneo: el Toluca.

La ‘era Lapuente’ se convirtió en trilogía, ya que Manuel Lapuente fue anunciado para ser el responsable del banquillo americanista para el Apertura 2010. El efectivo y poco espectacular estilo de Manolo, alcanzó para meternos hasta las semifinales donde fuimos víctima del Santos Laguna.

2011 - 2020

Lapuente siguió para el Clausura 2011 y para la Copa Libertadores, el panorama se vislumbraba alentador, tomando en cuenta la experiencia del hombre de la boina y de que el equipo había alcanzado la ronda semifinal en el torneo inmediato anterior.

En los tres primeros partidos se cosechó un solo punto, consiguiendo un empate a 2 goles en Chiapas y perdiendo de local ante Pachuca y Tigres. Por lo que el ciclo Lapuentista culminó de la noche a la mañana y el relevo fue uno de los más grandes americanistas de la historia, Carlos Reinoso, quien en su debut les devolvió la sonrisa a las Águilas, al conseguir tres victorias en fila contando dos de torneo local y uno de Copa Libertadores. El ímpetu de los jugadores y la motivación del ‘Maestro’ no fueron suficientes, y aunque se logró calificar en los ambos torneos, el equipo se quedó en cuartos de final del Clausura y en octavos de final en la Libertadores. Lo más rescatable fue el campeonato de goleo conseguido por el mediocampista Ángel Reyna quien con 13 anotaciones, se consagró como rey del gol en México.

Para el torneo Clausura 2012 hay una renovación a nivel directiva y de cuerpo técnico. Ricardo Peláez es nombrado como nuevo Presidente Deportivo y Yon de Luisa Presidente Operativo. Más adelante en su lugar sería nombrado José Romano. La primera acción de Peláez como nuevo jerarca americanista fue llevar a Miguel Herrera como entrenador. Después de un pésimo Apertura 2011 donde el equipo tocó fondo se había especulado en que todos los jugadores serían puestos transferibles, pero no fue así. La decisión de Peláez de mantener a la mayoría y hablar fuerte con ellos dio resultados, ya que para los torneos Clausura 2012 y Apertura 2012 el equipo llegó hasta las semifinales, alcanzando la gloria por fin, para el Clausura 2013 cuando en una noche épica, el domingo 26 de mayo, se derrotó al Cruz Azul en la final y revivió en 5 minutos con casta de campeón para darle forma a una nueva corona. Tras enviar el partido a tiempo extra al ganar 2-1 (2-2 en el global) in extremis con un gol en compensación del portero Moisés Muñoz a los 93’, las Águilas recuperaron la fe y definieron desde los 11 pasos. Antes Aquivaldo Mosquera había anotado a los 86 minutos el tanto de la esperanza, y Jesús Molina se había ido expulsado a los trece minutos. Raúl Jiménez, «Chucho» Benítez, Osvaldo Martínez y Miguel Layún escribieron sus nombres en las historia azulcrema, al cobrar correctamente sus penales. Miguel Herrera desterró el fracaso de su currículum al obtener su primer título de Liga, para el que Muñoz se vistió con traje de héroe. Mención aparte merece Christian ‘Chucho’ Benítez que se coronó como tricampeón de goleo con 12 goles, al haberse coronado también en los dos campeonatos de liga anteriores, con catorce y once tantos respectivamente en el Clausura 2012 y Apertura 2012. Los hombres que el ‘Piojo’ Herrera mandó a la cancha en esa inolvidable fecha fueron: Moisés Muñoz; Paul Aguilar, Francisco Rodríguez, Aquivaldo Mosquera, Diego Reyes (Miguel Layún 26′), Adrián Aldrete (Christian Bermúdez 65′); Jesús Molina, Juan Carlos Medina, Rubens Sambueza (Osvaldo Martínez 76′); Raúl Jiménez y Christian Benítez.

La buena racha americanista siguió y para el siguiente torneo, Apertura 2013 el equipo llegó de nueva cuenta a la final que perdió con el León. Con ese partido terminó el ciclo del ‘Piojo’ Herrera al mando de las Águilas porque se fue a dirigir a la Selección Mexicana que participaría en el Mundial de Brasil 2014. En su lugar llegó el argentino Antonio Mohamed, que había jugado en el equipo en 1998, reforzando al equipo en la edición de ese año de la Copa Libertadores. Ahora llegaba al America, convertido en un Técnico que ya había salido monarca en México con el Tijuana, y una filosofía futbolística opuesta a la de Miguel Herrera. Mientras que la característica del mexicano era ser espectacular y ofensivo, la del pampero era la de ser muy precavido y ordenado en la zona defensiva. El primer torneo, el Clausura 2014 le costó mucho trabajo al ‘Turco’, tuvo diferencias con algunos jugadores como Francisco Javier ‘Maza’ Rodríguez, Juan Carlos ‘Negro’ Medina y Aquivaldo Mosquera, que salieron del equipo y en su lugar, para el Apertura 2014 llegaron jugadores de su entera confianza como Pablo Aguilar, Paolo Goltz y Michael Arroyo. La cosa dio resultado y el equipo tuvo un torneo muy bueno, quedando como líder general y llegando a disputar la final con los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, a quién derrotó 3-1 en el marcador global para conquistar un campeonato de liga más.

Para la final de vuelta jugada el domingo 15 de diciembre, el estadio Azteca estuvo a reventar, en lo que fue un incontenible éxtasis americanista. Un triunfo a toda ley, 3-0 con los goles de Michael Arroyo a los 36’, Pablo Aguilar 61’ y Oribe Peralta a los 77 minutos, a pesar de los tres expulsados de los Tigres, equipo que terminó por perder la cabeza. El del técnico Mohamed dirigió su último partido como técnico de las Águilas debido a que no fue renovado por la directiva, porque esta no estaba a gusto con aspectos de índole profesional y personal del entrenador, pero cerró con los brazos en alto. Apenas pitó el árbitro, Paúl Delgadillo, y el ‘Turco’ salió disparado al vestuario. El sólo se ausentó un momento de la cancha para ir por su celular. ¡Quería grabar este momento de gloria! Los americanistas lo hicieron como su afición lo esperaba, como lo soñaban los miles que resistieron la invasión Tigre. ¡Gran campeón! El América se reafirmó como el equipo más ganador en la historia del futbol mexicano. La última alineación de Mohamed como entrenador americanista fue con Moisés Muñoz; Ventura Alvarado, Pablo Aguilar, Paolo Goltz, Osmar Mares; Jesús Molina, Rubens Sambueza (Luis Ángel Mendoza 73’), Miguel Layún; Michael Arroyo, Oribe Peralta, Martín Zúñiga (Juan Carlos Valenzuela 64’).

En lugar de Mohamed, para la temporada Clausura 2015 fue contratado el uruguayo Gustavo Matosas, multicampeón con el León y quien intentó darle otra cara al equipo. Con él llegaron refuerzos de renombre como Darío Benedetto, Darwin Quintero, Cristian Pellerano y Miguel Samudio. También participamos y ganamos el torneo de Campeones de la Concacaf al derrotar al Impact de Montreal en la final. Previamente pasamos por encima del Bayamón de Puerto Rico, al que le metimos 10 goles en un partido de la ronda de grupos, Comunicaciones de Guatemala, Saprissa y Herediano de Costa Rica. En la final, primero en el estadio Azteca el 22 de abril de 2015 empatamos a un gol, con tanto de Oribe Peralta en las postrimerías del juego. Pero acostumbrados a ir en contra de la adversidad, las Águilas fueron a Canadá para golear 4-2 con tres de Darío Bendetto a los 50’, 67’ y 81’ uno más del mismo ‘Cepillo’ Peralta a los 65 minutos y llevarse su sexta ‘Concachampions’ en la historia para convertirse en el más ganador junto a Cruz Azul. (Eso sin contar la Copa de Gigantes, que también fue un título oficial de Concacaf). Esa noche del 29 de abril en el estadio Olímpico de Montreal, Gustavo Matosas decidió alinear a Moisés Muñoz; Paul Aguilar, Ventura Alvarado, Pablo Aguilar, Miguel Samudio; José Guerrero, Osvaldo Martínez, Rubens Sambueza (Osmar Mares 87′); Darwin Quintero (José Madueña 82′) Darío Benedetto, Oribe Peralta (Michael Arroyo 85′).

En el torneo local nos quedamos en los cuartos de final, al caer con el Pachuca y de común acuerdo con la directiva, Matosas se hizo a un lado. Sería Ignacio Ambriz el encargado de suplirlo en el banquillo americanista para el Apertura 2015. A la par de esta competencia, se jugaría también la nueva edición del el torneo de Campeones de la Concacaf 2015-2016. En la liga, el equipo fue eliminado en las semifinales, al caer con los Pumas de la Universidad Nacional.

En el torneo de Concacaf nuestro equipo Azulcrema sacó la casta y demostró su grandeza al eliminar en semifinales a Santos Laguna . Para la Gran final de la Liga de Campeones 2015 – 2016, luego de una campaña invicta, los americanistas se midieron a Tigres, equipo al que los azulcremas derrotaron ampliamente por marcador global de cuatro goles a 1, ganando así el bicampeonato de la confederación y nuevamente logrando el pase al Mundial de Clubes que se disputó en diciembre del 2016 en Japón.

Las Águilas del América consiguieron su treceava estrella al derrotar en la final al equipo de Cruz Azul por marcador de 2-0 global, con goles del juvenil americanista Edson Álvarez en un emocionante cierre del torneo Apertura 2018 en el majestuoso Estadio Azteca. En la Categoría Femenil, América consiguió su primer título al derrotar a Tigres en tanda de penales y la categoría juvenil Sub17 también derrotó a su similar de Tigres, para así tener un triplete de campeones en el Apertura 2018.

El 14 de julio América ganó el título de Campeón de Campeones a los Tigres de la UANL en una emocionante serie de penales, en la cual Agustín Marchesín atajó 3 tiros penales y además marcó el penal de la victoria.

Es así que América se ha convertido en el máximo exponente del futbol mexicano, el equipo más ganador en toda la historia, el más carismático de nuestro futbol, con un palmarés impresionante.

2021-2022

En mayo del 2022, en el primer torneo de la categoría sub-17 femenil, las Águilas lograron el campeonato en casa, en la cancha del Estadio Azteca vs Santos, logrando así hacer historia como las primeras Campeonas de tal torneo y en la categoría.

El Club América busca, como cada torneo, estar en los primeros planos del futbol mexicano; con Santiago Baños como Presidente Deportivo, Héctor González Iñárritu como Presidente Operativo y nuestro entrenador Fernando Ortiz en el Nido, con el equipo y el apoyo de la fiel afición americanista buscaremos la gloria deportiva.

Campeonatos del Club América

  • 13 de Liga profesional
  • 7 de Campeones de CONCACAF
  • 6 Campeonatos de Copa (profesional)
  • 6 de Campeón de Campeones
  • 2 de Copa Interamericana
  • 1 de Copa de Gigantes de CONCACAF

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Club América