La primera vez que vi al América

Llevó 35 años de ser Águila de corazón y al decir de corazón me refiero a que todas y cada una de las partes de mi cuerpo tienen los tonos azul y amarillo. Es enfermedad para unos, pasión para mí, locura para otros, amor sin barreras para su servidor, básicamente solo el América y yo entendemos nuestro amor.

Y tal vez sea una buena herramienta porque si alguna vez mi esposa me descubre un whatsapp que diga: “Te amo América” ella creerá que le hablo al equipo y tal vez no sospeche que América es una mujer de 22 años de 1.80 de estatura. Claro que esto nunca pasará, porque jamás le diría te amo a otra América que no fuera mi equipo.

En este blog planeo reconstruir algunas primeras veces que he vivido a lo largo de mi vida como azulcrema…Hoy toca LA PRIMERA VEZ QUE VI AL AMÉRICA CAMPEÓN.

Muchas veces me he preguntado, ¿cuál será mi primer recuerdo? y muy probablemente sea la final del campeonato 83-84 contra Chivas, obviamente al tener solo 4 años de edad, mis recuerdos son muy vagos, como borrosos, que casualidad, mis recuerdos de la final del 2013 contra el Cruz Azul también son borrosos y vagos pero yo creo que eso se debió a otros motivos, al final termine en el Ángel de la Independencia.

Recuerdo bien que mi papá es el causante de este amor que le tengo al Ame, él es un americanista consagrado; mi familia entera es fanática del azulcrema, una hermana de mi papá era porrista oficial del Club, un hermano de mi papá le dio un fuerte golpe a la tele un día que perdió el equipo. Desde antes de nacer ya traía la playera puesta, cuando nací y el doctor me dio la nalgada yo grité: “Vaamos vaamos América”.

Y bajo todo este contexto de locura, recuerdo que mi papá siempre buscaba la forma de ir al estadio y llevar a toda la familia, casi con el anafre y el perico, bueno el Águila mejor dicho. Extrañamente para aquella final del 83-84 no encontró boletos, no se bien la historia del por qué no logró tener las entradas, le preguntaré a mi mamá aunque tal vez eso me cueste un desayuno en algún restaurante, pero lo haré y se los contaré pronto y ojalá me cooperen.

En mis recuerdos borrosos, tengo imágenes del penal detenido por Zelada, que acá entre nos yo le decía Ensalada, perdón estaba chiquito, recuerdo también vagamente el gol del Capitán Furia de cabeza después de un tiro de esquina, a la postre El Capi Furia me entregó mi primer trofeo cuando jugaba en Los Panditas del Club América, un nombre muy tierno para el equipo aunque ya todos teníamos 22 años, no es verdad, sólo tenía como 6 años.

Finalmente acabó el partido y el América se coronó campeón ante el odiado rival y mi papá no logró conseguir entradas para aquél memorable partido pero su americanismo no se quedaría quieto ante la hazaña del equipo de nuestro amores, de hecho la hazaña de mi papá se equipara con la del América ganando el título con 10 hombres ante Chivas, mi señor padre no logró entrar al partido de la final pero no se cómo logró colarnos al festejo del América en el hotel Holiday Inn.

Y sí, uno de mis recuerdos borrosos es ver a Tena, a Bacas, a Aguirre festejando en la alberca de ese hotel, no tengo idea de como llegamos ahí, si mi papá contactó a alguien, o si  nos disfrazamos de botones, no tengo claro cómo lo logró, solo sé que estuve ahí, a los 4 años festejando el título del América contra las Chivas, en la alberca del Holiday Inn.

Tendré que preguntarle a mi papá como logró esa hazaña, aunque me cueste invitarle unos chilaquiles , aunque comparado con lo que mi padre me dio en la vida, que es el honor de amar al azulcrema, creo que unos chilaquiles son muy poco.

Por Francisco Cabrera @elactionman