CLUB AMÉRICA: MÁS DE 100 AÑOS DE HISTORIA
1916 - 1902
Fue en el año 1916 cuando Rafael Garza Gutiérrez y su primo Germán Núñez Cortina, adolescentes de trece años, estudiantes del Colegio Mascarones y quienes jugaban futbol todos los días en los recreos, decidieron crear un equipo con los mejores jóvenes de su escuela. Ambos convocaron en la escuela a una reunión vespertina, en casa de la tía de Germán, la señora Calixta Cortina, conocida como la “tía Calita”. Asistieron aproximadamente trece jovencitos a la primera cita.
El más entusiasta fue el líder del proyecto, Rafael Garza Gutiérrez, quien sorprendió a los demás, pues llegó prácticamente uniformado. Entró portando una vieja camisa color crema, ya gastada, de mangas largas y botones al frente. Había tomado del ropero de su padre un viejo pantalón azul marino. Lo cortó a la altura de las rodillas y quedó como un pantaloncillo corto. Garza Gutiérrez pidió a su padre que le dijera a un sastre amigo de la familia que, con los pedazos del pantalón que le sobraron al cortarlo, le confeccionara en la espalda la palabra “récord”. Llevaba además unos calcetines largos azul marino. Esta combinación de camisa crema, pantalón y calcetas azul marino gustó mucho a los demás muchachos, y así pasó a ser el uniforme oficial del equipo, al que llamaron “Récord”, en honor a Garza Gutiérrez, a quién también todos empezaron a nombrar de cariño con ese mismo apodo. La mayoría de los jovencitos del equipo no tenían los recursos para obtener un uniforme idéntico, por lo costoso del material con que estaba confeccionado.
Mientras esto pasaba, en otra escuela Marista, de nombre La Perpetua, existía un equipo de reciente formación llamado “Colón”. Sus principales jugadores, Ignacio de la Garza, Luis Fabre y Alonso Sordo Noriega, estaban desanimados porque muchas veces no alcanzaban a juntar los once jugadores reglamentarios para un partido de futbol. Así que su entrenador y maestro, Eugenio Cenoz, quien sabía de la reciente creación del equipo “Récord”, les propuso hacer una junta con ellos para fusionar ambos conjuntos como un solo equipo.
Era la unión perfecta, porque el conjunto “Récord” tenía de sobra jugadores de gran calidad, mientras que el “Colón” tenía varios metros de casimir fino para la confección de uniformes, así como dos balones para jugar.
Se pusieron de acuerdo y al poco tiempo, el día 12 de Octubre de 1916 en los llanos de la Condesa, se congregaron para discutir el nombre del nuevo conjunto, puesto que para el uniforme ya habían decidido adoptar el azulcrema del equipo “Récord” por considerarlo hermoso y diferente a los ya existentes. De hecho, llegaron a dicha reunión ya todos uniformados, siendo testigo de honor el profesor Cenoz.
Para el nombre, hubo muchas propuestas, pero al final, ganó la de Pedro “Cheto” Quintanilla, quién sugirió el nombre de “AMÉRICA” porque ese día se celebraba el descubrimiento del continente. Así mismo, el propio Quintanilla, quien era un extraordinario dibujante, acompañó su propuesta con un bosquejo del continente americano con los colores azulcremas y con las iniciales del nuevo equipo que acababa de nacer: ‘C’ de club, y ‘A’ de América. De esta manera, no solo quedó establecido oficialmente el nacimiento del Club América, sino también los míticos y legendarios colores con los que a través de más de 100 años, se ha identificado a nuestro equipo.
Ante el empuje que iba tomando el equipo, varios aspirantes a jugadores fueron presentándose frente a los responsables del conjunto para ver si eran admitidos. Fueron tantos, que hubo necesidad de ir fogueándolos, organizando torneos interescolares, limitando las edades, con el objeto de nivelar la competencia. El América salía victorioso de todos estos torneos, y ello fue motivo para que sus directivos acariciasen la idea de ingresar a la Primera Fuerza, aspiración máxima de todo equipo. Y fue así que en los albores de 1917, formalizaron la solicitud de ingreso ante la Liga Mexicana de Football Amateur Association.
El América, de acuerdo con los requisitos que dicha Liga exigía a los clubes de nuevo ingreso, tuvo que pasar por la prueba de tres juegos contra equipos del seno de la Asociación, para así, en mérito a sus resultados, ser admitidos o no.El novel equipo pasó la citada prueba con éxito. Una vez admitido, su debut en el campeonato de 1917-1918 no fue el mejor, ya que fue el último lugar de la tabla, pero le sirvió para adquirir una experiencia de mucha utilidad en el futuro. El primer partido del Club América en la Primera Fuerza fue contra el Júnior, el 31 de octubre de 1917, y los Cremas perdieron 0-1. Esa vez alineamos así: Nacho de la Garza; Rafael Rosales, “Yaqui” Salido González; Luis Fabre, Adeodato López, Fernando Sierra; Pancho Gutiérrez, Guillermo Gómez Arzáplo, Alfredo García Besné, Julián Sierra, Abel Flores Reyes.
De 1918 a 1920 el equipo tomó el nombre de ‘Unión’, debido a la fusión de todos los grupos de los colegios de los Hermanos Maristas. Participó en la “Liga Nacional” junto al Club España, Luz y Fuerza, Amicale Française y el Reforma A.C. En 1920, el equipo crema retoma el nombre de América e inicia una época de esplendor deportivo.
ESTA HISTORIA DE GRANDEZA APENAS COMIENZA
1921 - 1930
En agosto de 1922 se establece, tras la fusión de la ‘Liga Mexicana de Football Amateur Association’ y la ‘Liga Nacional’, el Campeonato de Primera Fuerza de la FMF. Ahí nació lo que hoy conocemos como la Primera División, actualmente la Liga MX. El domingo 22 de octubre de 1922 se jugó el primer partido en la historia de la Liga, y tuvimos el honor de disputar el partido inaugural contra el España, a quien derrotamos 2-0 con goles del ‘Camote’ José Izquierdo (49′) y del ‘Bofo’ Alfredo García Besné (62′).
Con el nacimiento de esta Liga, sus miembros impulsaron la creación de la primera Selección Nacional.
En 1923, la escuadra americanista realizó una gira por Guatemala, convirtiéndose en el primer representativo nacional que intervino en un encuentro fuera del territorio mexicano.
A finales de ese mismo año, a medio campeonato 1922-23, el América fue la base de la primera Selección Mexicana, que se enfrentó a Guatemala en enero de 1923. Se ganaron dos partidos y se empató uno, siendo esos los primeros juegos oficiales que disputó un equipo mexicano fuera del país. Durante esa gira, Carlos Garcés, jugador del América, inventó la famosa porra “siquiti-bum a la bim-bom-bá”.
Pero los éxitos deportivos llegaron finalmente, y de manera contundente. El América logró desbancar a los conjuntos Ibéricos y ganó el campeonato durante cuatro temporadas consecutivas, de 1924-1925 a 1927-1928. Fue un equipo con grandes logros, conformado en su mayoría por jugadores mexicanos, con excepción de los ingleses William Heyder y James Bostok, y el hondureño Juan José Amargós, quienes también fueron parte de los títulos.
La primera estrella en nuestra historia se obtuvo de forma invicta en la temporada 1924-25, título que se conquistó incluso antes de que finalizara el campeonato. Bajo la dirección de Rafael Garza Gutiérrez ‘Récord’, el equipo disputó 12 partidos, ganó 10, empató 2, anotó 21 goles y solo recibió 4.
El campeonato se aseguró el 1 de marzo de 1925, con una victoria 1-0 sobre el Asturias, con gol de Juan Terrazas. La alineación de aquel día fue: Ignacio de la Garza; Manuel Yáñez, Rafael Garza Gutiérrez; Francisco Henríquez, Enrique Esquivel, Luis Cerrilla, Rosendo Terrazas, Pedro Legorreta; Guillermo Márquez Acuña, Horacio Ortiz, Juan Terrazas. Además, Ernesto Sota conquistó el título de goleo individual con 10 anotaciones.
El bicampeonato se dio rápidamente. Llegaron al equipo Juan José Amargós, Nieves Hernández, William Heyder, Agustín Ojeda, Javier Pister y Pelegrín de Prida. De nueva cuenta, con Rafael Garza Gutiérrez ‘Récord’ como entrenador, disputamos 15 partidos en el campeonato 1925-26, ganamos 11, empatamos tres, y perdimos solo uno, este en la ronda final por el título. Fue en abril de 1926 cuando nuestro conjunto enfrentó al Asturias, equipo con el cual quedamos empatados en primer lugar al finalizar el calendario regular, por lo que la Liga determinó una serie extra de tres encuentros.
Ganamos 2-1 el primer partido con goles de Luis Cerrilla (24′) y Juanito Terrazas (77′), pero perdimos el invicto 1-4 en el segundo duelo, luego de 24 meses sin derrota. Esa vez Pelegrín de Prida anotó nuestro tanto al 55′. Todo se definió el 9 de mayo de 1926, y con gol otra vez de Juan Terrazas al minuto 60, ganamos el partido 1-0 y con ello el título. La alineación fue: Ignacio de la Garza; Rafael Garza Gutiérrez, Agustín Ojeda; Rafael Rosales, Enrique Esquivel, Luis Cerrilla; Rosendo Terrazas, Horacio Ortiz, Ernesto Sota, William Heyder, Juan Terrazas. Así, el América ya era considerado el mejor equipo de la capital, por encima del España.
El tricampeonato llegó en la temporada 1926-27. De nueva cuenta, los Cremas terminaron la campaña en primer lugar y obtuvimos el título. Jugamos 12 partidos, ganamos 7, empatamos cuatro y perdimos solo uno. A la generación de bicampeones se unieron: Benito Contreras (Deportivo Toluca), Hesiquio Cerrilla, Francisco Garza Gutiérrez, el arquero suplente Bracho, y el DT Percy Clifford. El América logró su mayor goleada histórica al vencer 10-0 al Germania FV el 19 de diciembre de 1926. En la última jornada, necesitábamos solo un empate para coronarnos, pero el 5 de junio de 1927, con dos goles de Benito Contreras (68’ y 70’), vencimos 2-1 al Aurrera en el viejo Campo de la Verónica y conseguimos el tricampeonato.
Además, el equipo se quedó con la Copa Challenger, un trofeo reservado al club que ganara la liga tres veces consecutivas desde su fundación en 1922. La alineación fue: Ignacio de la Garza; Luis Cerrilla, Rafael Garza Gutiérrez; Francisco Henríquez, Rosendo Terrazas, Hesiquio Cerrilla; Agustín Ojeda, Carlos Garcés, Enrique Esquivel, Benito Contreras, Juan Terrazas.
Antes de iniciar la temporada 1927-28, el América enfrentó dos veces al Real Madrid. Ambos partidos fueron ganados por los españoles: 2-4 (goles de Juan Terrazas y Carlos Garcés) el 4 de septiembre, y 3-5 (goles de Benito Contreras, Juan Carreño y Ernesto Sota).Ya en competencia oficial, llegó la hazaña: el tetracampeonato, algo que solo habían conseguido antes el Reforma A.C. y el Club España. Así se confirmaba al Club América como el mejor equipo de la época.
Ernesto Sota fue nuevamente campeón goleador, ahora con 16 tantos. Se jugaron 14 partidos, se ganaron 11, se empataron dos y se perdió uno (ante Necaxa), alcanzando el título con 24 puntos de 28 posibles, 40 goles a favor y 19 en contra. Llegaron al equipo: James Bostok, Carlos Carral, Adalberto Muñoz, Manuel Romero, Guillermo Romero Vargas, Pedro Suinaga y Roberto Gayón. El último juego fue el 11 de noviembre de 1928, con una victoria 3-1 ante el Aurrera, con goles de Muñoz (15′), Carral (42′) y Gayón (72′). Alineación: Ignacio de la Garza; Hesiquio Cerrilla, Charles Newmayer; Luis Cerrilla, Rafael Garza Gutiérrez, Manuel Romero Vargas; Carlos Garcés, Guillermo Márquez Acuña, Carlos Carral, Roberto Gayón, Adalberto Muñoz.
El gran momento azulcrema llevó a que el América fuera la base de la Selección Nacional para los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928, con la participación de: Ignacio de la Garza, Rafael Garza Gutiérrez, Luis Cerrilla, Pedro Suinaga, Juan Terrazas, Ernesto Sota, Benito Contreras y Carlos Garcés. También fueron convocados Agustín Ojeda, Adeodato López y Nieves Hernández, quienes ya jugaban en otros equipos.
La época dorada se vio interrumpida en la campaña 1928-29, al finalizar en la tercera posición. Se integraron nuevos jugadores: Isidoro Sota, Jorge Sota, Rafael Navarro y el destacado Alfredo “El Viejo” Sánchez. En el torneo 1929-30, el América fue subcampeón, y Jorge Sota se proclamó campeón de goleo con 12 anotaciones.
LA INSPIRACIÓN, EL EQUIPO MÁS GRANDE SIEMPRE LLEGA LEJOS
1931 - 1940
El paso a los años treinta fue para el América un período duro de transformación. Con el fin de los años 20, se cerró también la época dorada de los azulcremas. Paulatinamente se retiraron jugadores de la primera gran generación, y emergían nuevos valores. Figuras como ‘Récord’, Nacho de la Garza, los Sota, los Terrazas y los Cerrilla fueron dejando sus lugares a nuevos elementos que destacarían, como Luis García Cortina, el famosísimo ‘Tití’, Enrique ‘Chamaco’ Ostos, Rafael Mollinedo, Armando Frank, Luis ‘Pirata’ Fuente, y la nueva joya del equipo: Octavio ‘La Pulga’ Vial. Parecía que en el campeonato 1929-30 el América volvería a lo alto, pero finalmente fuimos subcampeones, quedando un punto por debajo del España.
Para la Copa del Mundo en Uruguay 1930, fueron convocados los jugadores americanistas Rafael Garza Gutiérrez ‘Récord’, Alfredo ‘Viejo’ Sánchez, Isidoro Sota, Francisco Garza Gutiérrez y Roberto Gayón, quien incluso anotó un gol a Argentina el 19 de julio de 1930. Después de la suspensión de la Liga 1930-31 y con la nueva denominación de Liga Mayor, el Club América fue perdiendo protagonismo. Ocupó el 4.º, 6.º y 4.º lugar respectivamente en los torneos 1931-32, 1932-33 y 1933-34, para terminar como subcampeón en el torneo 1934-35, solo por debajo del Necaxa, situación que repitió en la temporada 1935-36.
Los años 30 no fueron una buena etapa para el América, ya que lo único que se logró fue la Copa México en la temporada 1937-1938, conquistada el 24 de marzo de 1938 al derrotar 3-1 al España, con goles de Enrique Ostos, ‘Charro’ Argüelles y Octavio Vial. La alineación que utilizó el técnico Rafael Garza Gutiérrez fue: Rafael Mollinedo; Daniel Gómez, Armando Franck; Norberto Rosas, Juan Andrade Pradillo, Alfredo ‘Viejo’ Sánchez; Enrique Ostos, Octavio Vial, Luis ‘Pirata’ Fuente, ‘Charro’ Argüelles y Jorge Sota.
Antes de ese título, el América había perdido las finales de 1933-34 y 1936-37 ante el Asturias en esta misma competencia. Además de lo anterior, lo más relevante de esta década fueron algunos buenos juegos internacionales. Derrotamos al Athletic Club el 28 de julio de 1935 por 2-1. También hubo una victoria ante el FC Barcelona, 2-0, el 20 de junio de 1937. El 7 de noviembre de 1937 se empató 2-2 contra la notable Selección Vasca.
AMÉRICA, UNA HISTORIA DE PELÍCULA
1941 - 1950
La década de los años 40 no fue la mejor del equipo. Lo más relevante fue que Octavio ‘Pulga’ Vial se coronó campeón de goleo en la temporada 1940-41, al anotar 15 goles.
A partir de estos años se comienza a reconocer oficialmente el modelo del “jugador profesional de futbol”, para registrarlo ante la Secretaría del Trabajo y otorgarle sus derechos laborales, además de establecer sus obligaciones fiscales como contribuyentes. Fue así que el 6 de abril de 1943, a iniciativa de nuestro presidente César Martino, los clubes integrantes de la Liga acordaron promover el registro formal de la profesión “Jugador de Fútbol” en dicha secretaría. A partir de la temporada 1943-44, se integran equipos de otras ligas del interior de la República a la Liga Mayor, la única afiliada a la Federación Mexicana de Fútbol, y por tanto, la única oficial y nacional. Uno de esos nuevos conjuntos invitados fue el Deportivo Guadalajara.
Previo al inicio de la Liga, se disputó el torneo de Copa 1942-43, donde jugamos por primera vez un partido oficial contra Guadalajara, cayendo 0-1 en el Parque Oblatos. Ya en la temporada de Liga 1943-44, se jugaron los dos primeros cotejos de Liga contra el equipo tapatío. Se dividieron triunfos: el 16 de enero de 1944, Guadalajara ganó como local 1-3. El 20 de febrero de 1944 se jugó el segundo partido oficial entre América y Guadalajara, y el resultado fue un escándalo, dando origen a una riña que marcó el inicio de una de las rivalidades más importantes del fútbol mexicano.
1951- 1960
Durante las temporadas 1950-51, 1951-52 y 1952-53, nuestro equipo tuvo malos resultados. Una serie de crisis deportivas y económicas afectaron seriamente a la institución. En un intento por salvar la causa americanista, el cómico mexicano Mario Moreno “Cantinflas” fue nombrado presidente honorífico del club, con la intención de brindar apoyo económico al equipo.
Pero los buenos resultados llegaron en la temporada 1953-54, cuando conquistamos la Copa México en un duelo que quedó para la historia. Desde la fase de grupos, donde superamos a León, Atlas y Toluca, hasta llegar a la triangular final junto a Atlante y Guadalajara. Al empatar en primer lugar con el equipo tapatío, se disputó una finalísima el 12 de mayo de 1954 en el estadio Olímpico Ciudad de los Deportes.
El partido terminó 0-0 en los 90 minutos, y en tiempo extra ambos equipos marcaron un gol. José Santiago anotó para América al minuto 101. Debido a una expulsión de nuestro arquero Manuel Camacho tras una agresión a Javier de la Torre, jugamos con un hombre menos y sin portero. Eduardo González Palmer, delantero, tomó el lugar bajo los tres postes.
En la serie de penales, Palmer se vistió de héroe al detener el segundo disparo de Rivera, mientras que Emilio Fizel anotó sus tres tiros y nos coronamos campeones ante la algarabía de la afición.
Alineación campeona 1953-54: Manuel Camacho; Norberto Iácono, Rubelio Esqueda, Manuel Gutiérrez; Héctor Ferrari, Pedro Nájera; José ‘Pepín’ González, José Santiago, Eduardo González Palmer, Emilio Fizel, José ‘Curro’ Buendía.
Cuatro días después, disputamos el Campeón de Campeones ante Marte y caímos por 1-0.
En la temporada 1954-55, se repitió la historia: otra final de Copa México ante el Guadalajara. Tras vencer a Oro y Atlante, jugamos la final el 6 de marzo de 1955, nuevamente en el estadio Olímpico Ciudad de los Deportes, y ganamos 1-0 con gol de nuestro capitán Manuel Cañibe al minuto 48.
Alineación campeona 1954-55: Manuel Camacho; Norberto Iácono, Héctor Uzal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Héctor Ferrari, Rubelio Esqueda; Emilio Fizel, José Santiago; José Luis Lamadrid, Manuel Cañibe, Gerardo Nava.
Fue así, con dos finales de Copa consecutivas ganadas ante Guadalajara, como comenzó a gestarse la histórica rivalidad entre el Club América y el Deportivo Guadalajara.
Cuatro días después vino nuestra revancha en el Campeón de Campeones, ahora jugando ante el Zacatepec, al que vencimos 3-2 la noche del 10 de marzo de 1955, con tantos de Manuel Cañibe (65′, 85′) y Pedro Nájera (62′).
Alineación campeona: Manuel Camacho; Norberto Iácono, Héctor Uzal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Héctor Ferrari, Rubelio Esqueda; Emilio Fizel, José Santiago, Pedro Nájera, Eduardo González Palmer, Manuel Cañibe.En el campeonato de Liga 1958-59, Eduardo González Palmer se proclamó campeón de goleo con 25 anotaciones.
El 22 de julio de 1959, mientras se disputaba el campeonato 1959-60, el entonces dueño del equipo, Isaac Bessudo, vendió la franquicia del Club América a Emilio Azcárraga Milmo, propietario de Telesistema Mexicano.
La reunión se realizó en el restaurante El Gallito, donde Azcárraga dijo:
«Yo no sé nada de futbol, pero sí sé de negocios y voy a convertir al América en un negocio bien administrado y redituable».
No se equivocaría: su visión llevaría al América a los más altos peldaños del fútbol mexicano, impulsando la contratación de figuras extranjeras. Azcárraga nombró como presidente a Darío Pastrana y mantuvo a Fernando Marcos como entrenador. El primer partido bajo la nueva administración fue el 26 de julio, en la jornada 5 del torneo, contra Zacatepec, que era dirigido por Guillermo Cañedo de la Bárcena y entrenado por Ignacio Trelles.
Ganamos 4-3 con goles de Paquito Valdéz (29’), Mario Pavéz (34′, 36′) y Juan Soto (70′).
Primera alineación en la era Azcárraga:
Walter Ormeño; Juan Bosco, Alfonso Portugal, Juan Manuel ‘Gato’ Lemus; Juanito Arrieta, Pedro Nájera; Paquito Valdéz, Juan Soto, Eduardo González Palmer, Mario Pavéz, José ‘Pepín’ González.
El América entró en una racha positiva, ganando cuatro partidos consecutivos, incluido el disputado contra el Guadalajara en la fecha 7, el 5 de agosto, donde vencimos 2-0 con goles de Eduardo González Palmer (23’, 61’).
En la jornada 11, derrotamos al Oro 2-0 con tantos de Mario Pavéz (75’, 88’).
Luego enfrentamos al Atlas y también ganamos 2-0, con goles de Pavéz (23′) y Carlos Calderón de la Barca (53′).
Los tres partidos ante equipos tapatíos terminaron 2-0 a favor nuestro, lo que inspiró al DT Fernando Marcos a declarar:
“América no viene a Guadalajara a ganar. Eso es rutina. Nosotros venimos a cambiar el número de la larga distancia. Cada que quisieran llamar a la ciudad de Guadalajara por teléfono, deberían marcar 2-0, 2-0, 2-0, por cortesía del América.”
Las palabras de Marcos molestaron profundamente al Guadalajara, que ya guardaba rencor por las dos finales de Copa perdidas en 1954 y 1955.
Así llegó el partido de segunda vuelta y se desató un interés inusitado por parte de medios, afición y ambos equipos. La rivalidad entre Jalisco y la capital tomó forma: el Guadalajara, identificado con las clases populares, frente al Club América, de origen aristocrático, que buscaba poner fin al reinado tapatío.
El 12 de noviembre de 1959 quedó marcado en la historia del club: fue cuando oficialmente nació el “Clásico de Clásicos”.
Perdimos 1-2 en un partido de alto riesgo en el estadio Olímpico Universitario. El gol de Mario Pavéz (74′) fue el primer gol americanista en un Clásico, aunque no alcanzó para evitar la derrota. Al terminar el juego, estuvo a punto de estallar una bronca, y tuvimos que aceptar la victoria rival.
Sin embargo, el cambio de administración funcionó como revulsivo, y el América terminó en segundo lugar del campeonato, augurando buenos tiempos por venir.